Concierto: Limp Bizkit (Suiza) 24.06.2011

SETLIST: Introbra/ Break Stuff/ My Generation/ Livin' It Up/ Hot Dog/ My Way/ Gold Cobra/ Take a Look Around/ Why Try/ Behind Blue Eyes (The Who)/ Rollin' (Air Raid Vehicle)


Después de la gran actuación de Mr. Big y la de Alter Bridge (que en sí no fue mala pero sí muy descafeinada), llegaba el turno de uno de los platos fuertes del festival. Limp Bizkit han vuelto con un nuevo disco bajo el brazo, ganas y la formación original al completo (o dicho de otro modo; con Wes Borland de nuevo en sus filas). 

Grandes letras luminosas con el nombre del grupo al más puro estilo Las Vegas coronaban la batería  de John Otto mientras los técnicos probaban una y otra vez todas las guitarras de Wes. 

"Introbra" sonaba por los altavoces para regocijo de los presentes que, pese a no conocer el nuevo disco, ya podían olerse que aquello era el comienzo del concierto. Fred Durst, visiblemente más delgado pero vestido con ropa de dos o tres tallas mayor, aparecía sobre el escenario con paso de ganso mientras todas las miradas se las llevaba Wes Borland; semidesnudo, con todo el cuerpo pintado de blanco y la boca exageradamente maquillada de rojo, el guitarrista se colgaba su guitarra para comenzar con "Break Stuff" y comienzo de las avalanchas en la primeras filas. 

Sam Rivers y Otto conforman una de las bases rítmicas más reconocibles del mundo del rock, es imposible escucharles y no saber quiénes son. DJ Lethal comienza con sus "scratches" y atacan "My Generation", es como si el tiempo no hubiese pasado, como si nunca se hubiesen separado, como si Fred Durst nunca hubiese abierto la boca y no hubiesen sacado disco alguno entre "Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water" y "Gold Cobra" que, sin ser una maravilla, es un retorno más que digno con bastantes aciertos y una producción maravillosamente contundente.

Siguen con "Livin' It Up" y "Hot Dog", cuesta imaginarse a los Bizkit sin Borland porque éste lo es todo en el escenario, no sólo por su imagen y sus estrambóticos disfraces sino por su peculiar manera de entender la guitarra; distorsiones, armónicos, acoples, zumbidos y ruidos espaciales que acompañan la voz de Durst.

"My Way" levanta a todo el mundo y tras un par de bromas fáciles, suben a un chaval al escenario que no duda en bailar como Durst durante "Gold Cobra", una de las nuevas canciones y de las más prescindibles del nuevo álbum. Durst sabe que cae mal, que resulta odioso y cargante, lo dice en alto y quiere que todo el público se lo grite, sabe provocar, termina de cantar y se apoya sobre la tarima de la batería de Otto para firmarle todo los discos de Bizkit al chico que han subido al escenario, se toma su tiempo entre abucheos del respetable que se olvidará de todo cuando comience a sonar "Take A Look Around", más avalanchas en las primeras filas y mucho "moshing" convirtiendo la enorme pista del "Apollo Stage" en un completo mar de gente.

"Why Try" y la aburrida versión de "Behind Blue Eyes", mano a mano entre DJ Lethal y Durst, que es seguida por todo el público con gran emoción (me resulta incomprensible como este tipo de versiones tan acarameladas y empachosas triunfan por Europa, seguro que si la escuchan en un concierto de The Who es el momento en el que aprovechan para ir al baño o comprar cerveza)


Y aquí es cuando llega el momento más absurdo e incomprensible de toda la actuación de los Bizkit; Durst se despide diciendo que van a tocar la última. ¿Cual queremos? Nos ofrecen "Faith" (aquella malísima versión del clásico ochentero de George Michael), "Nookie" y la horterísima "Rollin' (Air Ride Vehicle)". El público elige esta última para acabar el concierto y la siguen hasta los de seguridad del Sonisphere. ¿Qué me he perdido? ¿Acaso es mejor que "Nookie", es que es la canción del verano en Suiza?

Un concierto impactante, fresco y entretenido. El telonero ideal para lo que se nos venía encima; Slipknot.

© 2011 Jesús Cano