Cuando todo el mundo habla de ti, cuando empiezas a aparecer en las portadas de las revistas y a escalar posiciones en los festivales es porque lo estás haciendo bien y si con "The Whippoorwill" (2012), Blackberry Smoke ya empezaron a sonar en emisoras de radio y en boca de gente que ni siquiera había escuchado "Little Piece Of Dixie" (2009) con "Holding All The Roses" vienen a confirmar lo que ya muchos esperábamos tras marcarse doscientos conciertos por año. La crónica de la muerte anunciada de The Black Crowes no podía dejarnos huérfanos de buen rock 'n' roll sureño pero es que el grupo de Atlanta (sí, como los hermanos Robinson, son amigos y comparten local de ensayo) abandonan en este álbum el uso de teclados de Brandon Still que quizá marcó el anterior y las guitarras se desbocan en la mejor tradición hardrockera. Y es que en "The Wippoorwill" se notaba demasiado el toque de Zac Brown mientras que en "Holding All The Roses" es Brendan O'Brien quien está tras los mandos, el productor quería conocerles ya que se consideraba fan del grupo y terminó produciendo su nuevo disco y su mano se nota. "Bad Luck Ain't No Crime (2004), "Little Piece Of Dixie" (2009) y el mencionado "The Wippoorwill" (2012) acusan un sonido quizá menos elaborado, más directo y básico mientras que el que nos ocurpa es una buena muestra de producción sencilla pero elaborada, valga el contrasentido ya que, dentro de la supuesta sencillez del rock que practican, en este disco se sienten más texturas y superposición de pistas que en los tres anteriores no. Y aunque al pinchar "Let Me Help You (Find The Floor)" ese primer verso en la garganta de Starr; "Why's it got to be the same damn thing!" suene por todos los cuervos y hermanos Robinson del mundo, lo que nos encontraremos en las doce canciones del disco es un cóctel de Black Crowes, Aerosmith, ZZ Top e incluso… ¡AC/DC!
Así es el riff que abre "Let Me Help You (Find The Floor)", suena a los australianos mezclados con los cuervos más negros de Atlanta y entonces entra la batería y ya no sabemos si estamos en el sur de Estados Unidos o Texas, junto a Bill Gibbons y Dusty Hill. Un estribillo pegadizo y a volar; "I've heard it all before. I can't take it anymore. If that's all you got, let me help you find the door…" tras un par de puentes verdaderamente geniales. Pero que en "Holding All The Roses" primen las guitarras no quiere decir que no haya espacio para un poquito de bluegrass y se meta el piano de Still y ese toque rootsy que nos cautivó y así suena la canción que da título al disco; entre palmas y de nuevo un estribillo sobresaliente, como una estampida, a toda velocidad. Violines, banjos y guitarras acústicas -con buen gusto, nada de horteradas, por favor, que estos tipos saben lo que hacen- que se rasgan cuando entran las guitarras y prenden fuego a la canción. El medio tiempo de "Living in the Song" (situado donde deben estar este tipo de canciones, tras dos salvajadas como "Let Me Help You" y "Holding All The Roses", en tercer lugar para apaciguar los ánimos pero no matarlos) nos sumerge en la tradición del mejor rock sureño con un estribillo machacón y… ¡feliz! Una canción con la que estoy seguro que sentirás los rayos de sol entrar por tu ventana, a pesar de que estemos en febrero y este disco se publique en unos días.
Una auténtico temazo para abrir, una buena canción con toque bluegrass, un medio tiempo sureño y…. ¡un boogie! Podría parecer un chiste pero así suena "Rock And Roll Again" en la que quizá se note demasiados paralelismos con ese tipo de rock que sonaba en la radio hace dos décadas, allá por los ochenta, con Francis Rossi a la cabeza... Genial es el solo con slide al minuto y medio. "Woman in the Moon" es una auténtica obra de arte, elaborada y trabajada, con un sonido auténticamente apabullante en el que las guitarras toman profundidad y la voz de Starr, con un poquito de reverb (como debe de ser), suena todo lo sensible y dramática que él quiere justo antes del estribillo, mientras las guitarras se estrangulan ligeramente. Pero, para demostrarnos que esto no ha sido un espejismo; "Too High", otra de las grandes del disco. Buen momento para pensar y disfrutar de las líneas de piano jugueteando tras la voz y levantándose en el estribillo de nuevo. ¡Qué jodidamente bien encaja todo, qué bien suena y qué buen gusto, por favor! "Fill my cup, wish me luck" canta Starr mientras las mandolinas le acompañan… Sencillamente precioso.
"Wish in One Hand" nos recuerda a Blackberry Smoke, un rock sencillo en el que lo mejor son las guitarras, sin ninguna duda, y los quiebros en la garganta de Starr cuando eleva el tono. "Randolph County Farewell" es tan sólo una preciosa introducción de poco más de un minuto antes de llegar a otro de los grandes momentos de "Holding All The Roses" que es "Payback's A Bitch", divertida y vacilona, sonando por los cuatro costados a los Crowes pero de manera más socarrona; "If I were you, I’d sleep with one eye openI’d keep praying keep hoping. You oughta be watching your back. If I were you, I’d be looking over my shoulder’. Cause every day gets closer to what’s coming for you. Payback's A Bitch!" y una sólida base rítmica. La más ligerita del disco es "Lay It All On Me" que entre acústicas y un Hammond nos lleva de buen humor hacia la recta final del álbum en la que nos encontramos con dos joyas como "No Way Back to Eden" en la que el comienzo con el "shaker" y la acústica, la percusión entrando y la voz de Starr ya valen su peso en oro. Suena tan, tan bien que es imposible no volver a pincharla una y otra vez, dos armónicos y una vuelta más al estribillo antes de que la batería se arranque y la canción despegue mientras que "Fire in the Hole" pone el broche de oro, sonando más que nunca a los hermanísimos Robinson de manera más que digna porque la canción es auténticamente grande, con muchísimo sabor, perfecta para cerrar un disco como "Holding All The Roses".
Así es el riff que abre "Let Me Help You (Find The Floor)", suena a los australianos mezclados con los cuervos más negros de Atlanta y entonces entra la batería y ya no sabemos si estamos en el sur de Estados Unidos o Texas, junto a Bill Gibbons y Dusty Hill. Un estribillo pegadizo y a volar; "I've heard it all before. I can't take it anymore. If that's all you got, let me help you find the door…" tras un par de puentes verdaderamente geniales. Pero que en "Holding All The Roses" primen las guitarras no quiere decir que no haya espacio para un poquito de bluegrass y se meta el piano de Still y ese toque rootsy que nos cautivó y así suena la canción que da título al disco; entre palmas y de nuevo un estribillo sobresaliente, como una estampida, a toda velocidad. Violines, banjos y guitarras acústicas -con buen gusto, nada de horteradas, por favor, que estos tipos saben lo que hacen- que se rasgan cuando entran las guitarras y prenden fuego a la canción. El medio tiempo de "Living in the Song" (situado donde deben estar este tipo de canciones, tras dos salvajadas como "Let Me Help You" y "Holding All The Roses", en tercer lugar para apaciguar los ánimos pero no matarlos) nos sumerge en la tradición del mejor rock sureño con un estribillo machacón y… ¡feliz! Una canción con la que estoy seguro que sentirás los rayos de sol entrar por tu ventana, a pesar de que estemos en febrero y este disco se publique en unos días.
Una auténtico temazo para abrir, una buena canción con toque bluegrass, un medio tiempo sureño y…. ¡un boogie! Podría parecer un chiste pero así suena "Rock And Roll Again" en la que quizá se note demasiados paralelismos con ese tipo de rock que sonaba en la radio hace dos décadas, allá por los ochenta, con Francis Rossi a la cabeza... Genial es el solo con slide al minuto y medio. "Woman in the Moon" es una auténtica obra de arte, elaborada y trabajada, con un sonido auténticamente apabullante en el que las guitarras toman profundidad y la voz de Starr, con un poquito de reverb (como debe de ser), suena todo lo sensible y dramática que él quiere justo antes del estribillo, mientras las guitarras se estrangulan ligeramente. Pero, para demostrarnos que esto no ha sido un espejismo; "Too High", otra de las grandes del disco. Buen momento para pensar y disfrutar de las líneas de piano jugueteando tras la voz y levantándose en el estribillo de nuevo. ¡Qué jodidamente bien encaja todo, qué bien suena y qué buen gusto, por favor! "Fill my cup, wish me luck" canta Starr mientras las mandolinas le acompañan… Sencillamente precioso.
"Wish in One Hand" nos recuerda a Blackberry Smoke, un rock sencillo en el que lo mejor son las guitarras, sin ninguna duda, y los quiebros en la garganta de Starr cuando eleva el tono. "Randolph County Farewell" es tan sólo una preciosa introducción de poco más de un minuto antes de llegar a otro de los grandes momentos de "Holding All The Roses" que es "Payback's A Bitch", divertida y vacilona, sonando por los cuatro costados a los Crowes pero de manera más socarrona; "If I were you, I’d sleep with one eye openI’d keep praying keep hoping. You oughta be watching your back. If I were you, I’d be looking over my shoulder’. Cause every day gets closer to what’s coming for you. Payback's A Bitch!" y una sólida base rítmica. La más ligerita del disco es "Lay It All On Me" que entre acústicas y un Hammond nos lleva de buen humor hacia la recta final del álbum en la que nos encontramos con dos joyas como "No Way Back to Eden" en la que el comienzo con el "shaker" y la acústica, la percusión entrando y la voz de Starr ya valen su peso en oro. Suena tan, tan bien que es imposible no volver a pincharla una y otra vez, dos armónicos y una vuelta más al estribillo antes de que la batería se arranque y la canción despegue mientras que "Fire in the Hole" pone el broche de oro, sonando más que nunca a los hermanísimos Robinson de manera más que digna porque la canción es auténticamente grande, con muchísimo sabor, perfecta para cerrar un disco como "Holding All The Roses".
Ellos dicen que aman a Chuck Berry pero compartieron local de ensayo con los Crowes, querían sonar como los Aerosmith de hace tres décadas pero son una mezcla de lo mejor del grupo de Tyler y los pesados riffs de Angus Young y ZZ Top. Sólo se me ocurren decir una cosa tras escuchar "The Wippoorwill" y "Holding All The Roses"; "¡Los Black Crowes han muerto, viva Blackberry Smoke!"
© 2015 Jim Tonic