Crítica: Sabaton "Legends"

Sabaton han publicado su nuevo álbum, "Legends" (2025), con el sello Better Noise Music, y llega después de "The War to End All Wars" (2022), que fue un trabajo aceptable pero sin grandes sorpresas, como lleva siendo habitual en ellos. La banda sueca, liderada por Joakim Brodén en las voces, sigue con su fórmula habitual: canciones sobre figuras históricas y batallas, esta vez enfocadas en once personajes que consideran legendarios, como Genghis Khan, Julio César, Napoleón Bonaparte, Juana de Arco y Vlad el Empalador y, lógicamente, no hay un hilo conductor real, solo una recopilación dispersa de épocas y lugares que se unen por su estatus mítico. Siendo así, y durando cuarenta y cinco minutos, es lógico que el álbum se sienta algo inflado, comparado con lanzamientos mucho más breves y con hilo conductor, cuando las canciones mantienen el power metal directo de siempre, con riffs potentes y coros para cantar en conciertos, pero no hay ni una sola novedad que lo eleve de nivel. Es un paseo predecible por la historia, sin riesgos ni momentos que quiten el aliento, con una producción limpia, en la que destacan los teclados y coros pero, por desgracia, en un segundo plano demasiado discreto, esperando más pegada de la banda cuando soy testigo, en primera persona, cómo el nivel de Sabaton ha ido descendiendo en estudio y en directo, aunque siempre fiables, da toda la sensación de haber puesto la directa, dejando a Sabaton en una suerte de zona gris en la que, como Amon Amarth, podrían publicar veinte discos más o dejarlo mañana mismo y su aportación habría sido la misma. En resumen, "Legends" (2025), es un disco que cumple con lo básico, pero no dejará una huella duradera.

Desde el despegue con "Templars", un tema que captura la esencia épica de Sabaton desde el principio, con riffs memorables y un coro robusto que invita a corear sobre los guerreros de Dios en las Cruzadas, el disco anuncia los derroteros que tomará a lo largo de sus canciones. Es sólido, aunque no trae nada fresco, y establece un tono que el resto de composiciones intentará seguir con éxito desigual. En "A Tiger Among Dragons", dedicada a Lü Bu, el general volador de la antigua China; las cosas se desinflan rápido, con riffs reciclados de temas pasados y una estructura aburrida que lo convierte en puro relleno, especialmente al estar entre dos pistas más fuertes como “Hordes Of Khan” y "Crossing the Rubicon", levantando el ánimo de inmediato, contando la decisión de Julio César con un riff ideal para menear la cabeza y un estribillo pegadizo que encaja a la perfección con las letras sobre cruzar el río y lanzar los dados: Sabaton en estado puro, directo y efectivo, aunque predecible. "I, Emperor" rinde homenaje a Napoleón Bonaparte, con un groove galopante impulsado por los teclados de Johansson y coros de fondo que discurren hacia un coro enérgico pero repetitivo, funcional para el estilo de la banda que, aunque no pega con la misma fuerza, cuela. "Impaler" mezcla a Vlad el Empalador con el mito de Drácula, y aunque la banda misma lo ve como algo tonto, tiene energía suficiente en versos lentos que crecen hacia un clímax muy pegadizo con Joakim Brodén dándole un toque teatral que salva lo pueril del concepto. Mientras "The Cycle of Songs" se corona en el álbum como la pista más larga, alternando estados de ánimo más pesados a melódico con ascensos y descensos en la estructura, robando, para colmo, un poco de "Impaler" en sus estrofas y estribillo. Aporta algo de variedad frente a la estructura verso-estribillo-solo-estribillo tan estándar de las demás canciones, pero no llega a ser memorable. 

Al final, "Legends" es un disco tibio que no decepciona del todo, pero tampoco entusiasma como los mejores de Sabaton. Es una excusa para volver al escenario en donde algunas de sus canciones brillarán con más lustre pero no de ser un ejercicio de pura y dura rutina, como si los suecos, en lugar de entrar al estudio repletos de ilusión, lo hiciesen fichando en una oficina. Además, su extensión lo hace aún más pesado y comparado con "The War to End All Wars" (2022), baja un peldaño en su impacto. Joakim Brodén y el resto mantienen la entrega vocal y la energía, pero el conjunto carece de esa magia y estribillos que a uno le hagan querer volver a escucharlo. Si buscas power metal histórico sin complicaciones, aquí hay material decente; si no, pasa de largo y emplea tu tiempo en algo mejor.

© 2025 Lord of Metal
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