Crítica: Hanging Garden "Blackout Whiteout"

Siempre que puedo hablarlo con alguien, retomo el viejo debate musical nórdico. ¿Por qué muchos de los mejores músicos proceden de allí? ¿Cómo es posible que el pastel de muchos géneros extremos se lo repartan noruegos, suecos o finlandeses? Hace mucho tiempo entrevistábamos a Ola Englund (Six Feet Under, The Haunted, Jeff Loomis o su propio proyecto, Feared) y la respuesta que me dio fue, restándole importancia al talento o la propia cultura, achacárselo al clima; "Hace frío y no hay mucho que hacer en la calle, supongo que por eso muchos chicos nos metimos en las casas a tocar instrumentos durante años". Y puede que Englund tenga razón y el clima, por supuesto que sí, haga que cientos de chavales se encierren en su habitación con una guitarra entre las manos pero, a tenor de los géneros, también el carácter y sus emociones. Hanging Garden son finlandeses y en su música no cuesta encontrar ese ensimismamiento, esa contemplación y profundización de sentimientos junto a la forzosa mezcla de géneros como es el doom con toques del death más melódico mezclado con algunos momentos prog y esas texturas góticas heredadas del metal más pesado y melancólico inglés. Muchos podrán pensar que ando muy alejado de las coordenadas de los finlandeses pero nada más lejos de la realidad; para el oyente más avezado no será difícil entender su propuesta en base a los ingredientes anteriormente citados y, respecto al influjo inglés, tampoco hay que ser un lince para entender que muchos de sus pasajes más romanticones proceden de los de Halifax, que esos teclados están obviamente heredados de Mackintosh y que su nombre seguramente proceda del "Pornography" (1982) de The Cure, por mucho que algunos le quieran buscar referencias más exóticas.

Grabado en los estudios Red Five y Southcurve, "Blackout Whiteout" es claramente superior a "TEOTWAWKI" (2009) y "At Every Door" (2013) pero no a su ópera prima, "Inherit The Eden" (2007) y quizá lo que lastre a este "Blackout Whiteout" sean esos momentos más dulzones en los que parecen sonar a Paradise Lost e inequívocamente a sus compatriotas Ghost Brigade, referencia obligada cuando nos enfrentamos a la segunda cara de un álbum en el que el parecido es más que cuestionable y roza, por momentos, la repetición de atmósferas de aquellos. ¿Suficiente como para defenestrar un trabajo como "Blackout Whiteout"? Para nada, el error de "Blackout Whiteout" es otro muy diferente y las virtudes de éste siguen siendo más que suficientes como para que su escucha sea todo lo placentera que se espera de una banda que es capaz de mezclar oscuridad con belleza, desgarradores voces con aquellas más melódicas, elegantes teclados con pesadísimos bajos y guitarras cristalinas creando pequeñas y deliciosas marañas melodiosas. 

Algo que se siente a la primera escucha en una canción como "Borrowed Eyes" y su pesadísimo bajo pero en la que es imposible obviar el sabor de los últimos trabajos de Katatonia, en "Whiteout" nos daremos cuenta que Hanging Garden han decidido centrarse en su faceta más oscura, creando atmósferas más depresivas y siniestras que en anteriores trabajos, gracias a esa base rítmica doblada; a esas reverberaciones, a esos elementos electrónicos con los que enriquecer la mezcla y, por supuesto, debido al magnífico trabajo de Toni Toivonen en las voces, suficientemente versátil como para sonar lúgubre y sombrío pero también agresivo o brutal. El piano de Nino cerrará "Whiteout" sobre un loop que nos llevará a otra de las grandes influencias de los finlandeses, Nine Inch Nails, y al magnífico enlace o transición a "Embers", una de las cotas de este "Blackout Whiteout", llena de intensidad y con un estribillo claro y muy marcado, repleto de nostalgia gracias a esa elegancia en las teclas que antes resaltaba como principal característica del sonido de la banda.

Magnífico es el in crescendo de "Eclipse" en la que las guitarras parecen estremecerse mientras la percusión avanza pesada y suaves notas de piano juegan con las guitarras. El único aspecto negativo es que esa tensión creada pronto se ve diluída en su parte central y no será hasta sus últimos segundos, en los que unos acertados guturales aparecen, cuando lleguemos al clímax de la composición. "Aoede" es la que rompe, por completo, la tónica del álbum haciéndonos dudar del carácter de éste y confundiéndonos. Sin duda, resulta accesible y los coros, así como el trabajo de las guitarras, está trabajado pero es demasiado plana, demasiado fácil y con un carácter demasiado obvio. Por suerte, "Unearth" es una explosión emocional que vuelve a sumergirnos en el álbum y sus constantes idas y venidas y cambios de ánimo lograrán atraparnos en la red de Hanging Garden a pesar de que en el último minuto abusen de la superposición de pistas en la voz, un recurso del que se abusado hasta la extenuación pero que siempre produce resultados interesantes si se utiliza con mesura, lamentablemente éste no es el caso.

"Words that Bear No Meaning" y la voz más death de Toni nos alegrarán en los últimos coletazos del álbum pero también es cierto que ello les mimetiza con el resto de bandas de su estilo. Las guitarras de "My Rise Is Your Fall" son de lo mejor del álbum, las más duras o pesadas y las de "Blackout" las más emocionales pero el problema a estas alturas no son las evidentes influencias de sus compatriotas o el rico legado de Paradise Lost o Katatonia, el verdadero problema de "Blackout Whiteout" es que tras las primeras escuchas uno tiene la sensación de estar escuchando una y otra vez la misma canción. Por lo tanto, hay una curiosa mezcla de sentimientos; por un lado, el álbum supone un paso adelante y la clara recuperación tras "At Every Door", hay momentos verdaderamente bonitos en todas y cada una de sus composiciones y ese toque pesado y dramático que hacen que uno vuelva a escucharlas, además del talento de los músicos pero, por otro lado y, a pesar del leve giro de timón, el álbum pierde consistencia según avanza y muchas de las canciones muestran claros síntomas de agotamiento creativo o falta de ideas cuando, a la novena, nos damos cuenta de que estamos masticando de nuevo lo que ya creíamos haber digerido. "Blackout Whiteout" es interesante pero, por todo los expuesto anteriormente, resulta complicado entender  a priori su importancia en una carrera como es la de Hanging Garden y adivinar si es tan sólo la muestra de una banda sin rumbo o, por el contrario, de una en constante búsqueda.


© 2015 Jim Tonic