Crónica: Amon Amarth/ Arch Enemy/ Hypocrisy (Madrid) 23.11.2019

SETLIST: Raven's Flight / Runes to My Memory/ Death in Fire/ Deceiver of the Gods/ First Kill/ Fafner's Gold/ Crack the Sky/ The Way of Vikings/ Prediction of Warfare/ Shield Wall/ Guardians of Asgaard / Raise Your Horns/ The Pursuit of Vikings/ Twilight of the Thunder God/

Percibir a los vikingos como soldados de élite valerosos, con principios y honrados de corazón es algo en lo que ha tenido mucho que ver la cultura popular; desde las series de dibujos animados, las películas y los libros de auténtica fantasía, en una historia que el tiempo ha tergiversado para unos asesinos sangrientos que, en realidad, nunca portaron cuernos sobre su cabeza y tampoco fueron tan simpáticos como se nos quiere pintar, sino todo lo contrario. Pero si hay algo muy vikingo es precisamente eso, aprovechar las falsas leyendas para reforzar su imagen y eso los suecos Amon Amarth lo han sabido rentabilizar como nadie ya que lo suyo no es ni será nunca ‘viking metal’ (perdónalos, Quorthon, porque no saben lo que dicen) sino una suerte de death metal melódico en el que abundan los tópicos vikingos pero en el que, de manera inteligente, han sabido mezclar las dosis justas de melodía para enganchar a público de todas las edades y procedencias pero no perder el favor tampoco de los más fieles, Hegg lo sabe mejor que nadie y no duda en aclararlo en todas sus entrevistas. Así, mi duodécimo concierto de Amon Amarth (tercero sólo de esta gira), me traería la alegría de ver a la banda en su imparable ascenso (de las salas de pequeño aforo, a las de mediano y ahora en una plaza de toros como Vistalegre, con todo el público entregado a la causa) y reencontrarme con Hypocrisy, casi nada, amigos míos…

Siempre he dicho que me produce algo de pena cuando bandas que merecen estar más arriba en los carteles, quedan relegadas por una cuestión puramente económica. Es verdad que Hypocrisy no venden tanto como Arch Enemy y que al público de estos poco les importa si los de Peter Tägtgren fueron vitales para definir un subgénero o han firmado obras maestras, pero es escuchar “Fractured Millennium” y ser testigos de un sonido sólido y pulido como pocos, Tägtgren canta de manera rasgada la canción de su álbum del 99 que sirve como introducción hasta “Adjusting the Sun” y rápidamente vamos al galope, puro death metal sueco, a toda velocidad, procedente de un disco como "The Final Chapter" (1997). El medio tiempo de “Fire In The Sky” apacigua los ánimos y nos hace entrar en el ecuador de su brevísima actuación, “Into the Abyss” (2000) me parece un gran álbum, pero es cierto que la canción quizá no sea lo que los seguidores de Arch Enemy o Amon Amarth podrían esperar en la fría noche madrileña. “Eraser” y el bajo de Hedlund recuerda a todos los fans de Obscura que el death de ciencia ficción llegó mucho antes que los alemanes. Deciden encabritarse con “Warpath” y se agradece porque “The Final Chapter” resulta demasiado densa en su unión con el interludio, “The Gathering”, que da paso a “Roswell 47” y es que, en mi opinión, de ser Tägtgren habría escogido un repertorio mucho más salvaje y al grano. Tan sólo espero que Peter no se olvide definitivamente de la banda a favor de otros proyectos, quizá más rentables (Lindemann), indudablemente menos auténticos y de menor calidad. Es una auténtica pena que siempre que acuda a ver a Hypocrisy, tenga la sensación de que pueda ser la última, es muy jodido...
Todo lo contrario que con Arch Enemy que parecen estar en todos los sitios y constantemente girando, como me ha ocurrido con Amon Amarth, he podido ver a los de Michael Amott hasta en tres ocasiones tan sólo en esta última gira; si hago memoria, me encuentro con que les he podido ver sobre las tablas en doce ocasiones, exactamente igual que a Amon Amarth. Arch Enemy saltaron al escenario pletóricos, el sonido fue perfecto, es lo que ocurre cuando tienes a una banda con músicos de su talla; tanto Amott, como D'Angelo o Erlandsson estuvieron fantásticos, por no hablar de uno de mis guitarristas favoritos por su pasado en Nevermore, el señor Jeff Loomis y su impecable manera de atacar las cuerdas pero, aunque el sonido no falló y el espectáculo tampoco, con ese acelerón de “The World Is Yours” tras la introducción de “Set Flame To The Night”, he de reconocer que prefiero a Angela antes que a Alissa, a veces siento que esta devora el alma de la banda y, de no ser por el talento de cada uno de ellos, si por ella fuese estaríamos viendo su propio espectáculo. El single “The World Is Yours” sonó contundente, tanto como “War Eternal” (mi trabajo favorito de Arch Enemy con Alissa), en lo que fue un recital de golpes de efecto (“My Apocalypse” de “Doomsday Machine” en la que también debo admitir que White-Gluz encaja perfectamente, aunque eche de menos a Gossow) y supieron fundir presente (la épica “The Eagle Flies Alone”, con la que la gente se volvió literalmente loca) y pasado (“Ravenous” o “Under Black Flags We March”), hasta “As the Pages Burn”, “Nemesis” o “Enter The Machine”.

Y llegó el momento de Hegg y los suyos. ¿Qué decir de Amon Amarth? Acudir a uno de sus conciertos es ir a tiro hecho, los suecos se han convertido en una apuesta segura, tanto que cuando suena la ya también clásica introducción de Iron Maiden, uno sabe lo que se le viene encima; “Raven's Flight” de “Berserker” y comienza el festival de llamaradas y ‘growls’, Jocke Wallgren golpea la batería sobre un enorme casco vikingo elevadizo y Amon Amarth nos llevan al pasado con “Runes to My Memory” y su relato repleto de emoción y épica, como “Death in Fire” de “Versus the World” en un repertorio monolítico, esculpido en piedra por el mismísimo Odín; su single “Deceiver of the Gods” es coreado por todos y Amon Amarth consiguen lo que buscaban, reinar por todo lo alto en la noche de Madrid, y es que no cuesta en absoluto imaginarse a esta banda ocupando la primera posición de muchos festivales en unos años. 
El escenario es impresionante, flanqueado por enormes estatuas, y la estampa de Mikkonen y Söderberg arrancando “First Kill” o la bonita “Fafner's Gold”, es tan impactante como majestuoso, y he de confesar también, sin que sirva de precedente, que aunque "Berserker" (2019) no me parece su mejor disco, sus canciones resultan en directo con la misma fiabilidad que las anteriores (ejemplo de ellos no es sólo “Crack the Sky” sino también “Shield Wall”), me sorprendió “Prediction Of Warfare” tras “The Way of Vikings” pero no el último tramo con las ya legendarias “Guardians of Asgaard “, “Raise Your Horns” (no se puede concebir un concierto de Amon Amarth sin ella), “The Pursuit of Vikings” y, claro, “Twilight of the Thunder God”, canciones que ya todos conocemos de memoria pero que sonaron y sonarán por primera vez para muchas de aquellas personas que acuden cada noche a ver a Amon Amarth por primera vez, como yo en su día y eso hay que respetarlo, aunque signifique escucharlas en cada gira. Gran concierto de Amon Amarth, en el que no sólo demostraron su oficio y valía sino estar plenamente preparados para tomar por los cuernos los recintos de mayor capacidad y doy fe de que se lo merecen. Se les quiere y lo saben, los muy cabrones…


Texto y discos © 2019 Lord Of Metal/ Blogofenia
YouTube Video by © 2019 Leandro Alonso
AMON AMARTH pics by © 2019 VolcaMedia
ARCH ENEMY pic by © 2019 Arch Enemy