Crítica: Two Door Cinema Club "Beacon"

Si Two Door Cinema Club ha tardado dos años en publicar la continuación de su glorioso "Tourist History", ¿por qué no tardar unos meses en escuchar una y otra vez su "Beacon"? Internet se ha convertido en una competición por dar la última noticia, por ser los primeros en escuchar un disco, ¿por qué? Con tranquilidad, que así este "Beacon" ha entrado mejor y no nos ha llevado a la decepción como a muchos otros que ahora tienen que rectificar sobre un disco que se defenestró nada más salir. Está claro que "Beacon" no es "Tourist History", ¿pero acaso Two Door Cinema buscaban otro disco igual o simplemente quitarse de encima el supuesto trauma que supone el tan temible y terrorífico segundo disco? Desde luego que, habiendo digerido "Beacon", sólo el tiempo será capaz de decirnos si estamos ante uno de esos grupos que, como Franz Ferdinand, fueron incapaces de sobrevivir a su primer disco y su fórmula se fue agotando, poco a poco, con cada nuevo lanzamiento. Es cierto que "Beacon" no nos hace saltar, no nos hace bailar ni querer salir de farra con los amigos como sí ocurría con "Tourist History", un álbum que nos rejuvenecía y nos hacía volver a sentirnos adolescentes, es verdad que este "Beacon" no tiene unos singles con tan clara intención vocacional al hit más sonoro, es verdad que la excitación de los norirlandeses se ha transformado en puro y simple pop, sin la espídica inyección de jovialidad y entusiasmo de "Tourist History" ¿pero acaso "Next Year" o "Sleep Alone" no son suficientes avales para que cualquier disco sea merecedor de elogios? Vamos a ello.

Jacknife Lee a los controles y de nuevo la voz de Trimble pero.... ¡Esta vez se han reposado! ¿Qué ocurre? "Beacon" es el perfecto paradigma del segundo disco, aquel en el que el grupo, tras la resaca creativa del primero (aquel que todo artista tiene toda la vida para componer) se enfrenta a un segundo disco basado en descartes del primero y, consciente de ello y a pesar de todo, intenta avanzar y dar un paso más allá que en este "Beacon" se traduce en una mayor lentitud, un amor por los ritmos más pausados que no lentos (que nadie se engañe que TDCC no se han hecho mayores, como muchos apuntan) a pesar de que el característico timbre de Alex sigue ahí y los guitarrazos llenos de energía siguen pintando, a modo de brochazos, todas las canciones del grupo pero lo que en su primer disco sonaba fresco aquí se ha "estandarizado" y han pretendido suplir ese maravilloso "descorche" copiándose ligeramente y transformando sus señas de identidad en ingredientes que, echándolos en una o dos tres canciones a modo de aderezo y con la ayuda de Jacknife, resultan en general pero no terminan de convencer en particular.

"Next Year" nos recuerda a lo que fueron en "Tourist History" y quizá por eso emociona tanto reencontrarse con ellos, no es un mal tema en absoluto pero no nos incita al desenfreno o la locura que sí lograba "Undercover Martyn" y no quiero resultar exagerado pero es que aquella sonaba fresca y ligera mientras "Next Year" suena demasiado elaborada y más lenta, las comparaciones son odiosas, es cierto y más en un tema como éste que, a priori, no debería ser siquiera comparado con "Undercover Martyn". "Handshake" nos vuelve a animar pero no termina de levantar el vuelo y eso que la primera cara de este "Beacon" es una clara continuación de "Tourist History", las seis primeras canciones son herederas de su primer trabajo siendo la segunda parte la transición hacía el supuesto siguiente trabajo.  "Next Year" es grande y suena bien (toda la producción de este disco es jodidamente espectacular, suena perfecta), muy bien, pero no termina convencer.

No como "Wake Up" que entre la línea del bajo y la guitarra sí que hace recuperar la fe a pesar de ese maldito tono reposado, pero es que es precisamente gracias a esa guitarra que consigue atraer nuestra atención y que conseguirá abrasarnos ligeramente. "Sun" es un medio tiempo con un sonido innovador, suena de lujo y es pegadiza como ella sola pero le pasa como a todo "Beacon", los temas son demasiado lineales entre sí.  Menos mal que está "Someday" para arreglar el desaguisado y despertarnos del sopor, ¿pero nos gusta por sí misma o porque nos recuerda a "Tourist History"? No lo sé pero me engancha por el nervio de sus guitarras y lo vibrante de su bajo, los guitarrazos pronto abandonan su nervio y terminan por convertirse en los míticos "infinite guitar" que popularizarán los U2 de los primeros tiempos, imposible no mencionarlos aunque sea de pasada.

"Beacon" ya ha despegado y "Sleep Alone" lo demuestra, gran tema pero que se queda muy lejos de ser un "rompe-listas" y entiendo que cause pereza a todos aquellos que, cuando "Beacon" se publicó, se planteaban si merecía o no la pena escuchar a los de Bangor. Pero por lo que suspende este segundo disco no es por su primera mitad sino por la segunda cara que aquí inaugura "The World Is Watching (With Valentina)" o la forzadísima "Settle", a veces la epicidad llega de manera más sencilla. "Spring" o "Pyramid" no hacen más que confirmar lo que sospechábamos, TDCC ha querido dar un pequeño giro y demostrar que son capaces de hacer algo distinto, quiero pensar eso o, de lo contrario, todo me lleva a pensar que su fórmula se ha agotado y ellos son los primeros en saberlo porque cerrar la continuación de "Tourist History" con un tema tan lento e insulso como "Beacon" (que además bautiza el álbum) es impropio del grupo que yo creía conocer y es que su ritmo lento, el refrito de las guitarras y sus voces de ultratumba llenas de reverberación no auguran nada bueno.

Y no puedo acabar esta humilde crítica sin dejar de mencionar la maravillosa portada, una delicia evocadora de los ochenta (más propia de Foreigner o Alan Parsons Project que de un grupo indie-pop como TDCC), para ser disfrutada en vinilo. Lo que le falta a "Beacon" es lo que le sobraba a "Tourist History" pero también aquello a lo que Two Door Cinema Club (ni ningún otro ser humano) podrá regresar nunca; la ingenuidad, inexperiencia y espontaneidad de la primera vez y podrán hacer buenos o muy buenos discos pero nunca como el primero, ni ellos ni nadie, eso sólo está al alcance de los realmente grandes. Amén.

© 2013 Lord Of Pop