Crítica: Slash "Apocalyptic Love"

No deja de hacerme gracia la gente que ensalza este "Apocalyptic Love" por encima de Slash's Snakepit porque esto evidencia muchas cositas; la primera, estos mismos eran niños cuando Slash's Snakepit saltaron a escena (con lo que de Guns N' Roses ni hablamos) y no vivieron a Snakepit en su momento, segundo; obvian la mediocridad que supuso Velvet Revolver (con un primer disco, "Contraband" (2004) con algunos temas correctos y un "Libertad" (2007) aburrido hasta la médula) ergo, tercero; intentan demostrar que esta nueva unión con Myles Kennedy es lo mejor del guitarrista desde Slash's Snakepit. Entonces, ¿por qué compararlo, no es acaso una clara constatación de que lo mejor que ha hecho Slash, después de Guns, son Snakepit? Cuestión de gustos que dirán muchos (otros, sin duda más originales, hablarán de colores y culos) pero lo cierto es que, según pasan los años, Slash sigue sacando discos más y más predecibles (como el que nos ocupa) y sus nuevos fans se deshacen en elogios mientras los más nostálgicos de la época Guns clamamos al cielo por la eterna reunión con Axl.

"Slash" (2010) fue un pequeño acierto que a mí, personalmente, no me gustó. Slash es un buen guitarrista, resultón y con un sonido y estética claramente reconocibles (¡es una gran marca!) pero no es Santana y lo que a éste le falta es simplemente una voz mientras lo que Slash necesita es un grupo de colegas (en mayúsculas, no músicos de estudio) en el que sentirse integrado, uno más. ¿Una tontería? ¡Repasa su carrera! Slash es un solista perfecto dentro de un grupo pero no es el solista por antonomasia, funciona dentro de un combo pero sus defectos y carencias se evidencian escandalosamente cuando él es el único protagonista.

"Apocalyptic Love" es una buena canción con un uso exagerado de su Wah-wah Dunlop signature, claro que suena bien. ¿Cómo va a sonar mal? Hablamos de una superproducción y, obviamente, lo que falte en creatividad lo pondrá el equipo y el estudio, para compensar... Myles Kennedy canta muy bien, su voz tiene un timbre bonito, además de caerme  simpático es versátil y, para colmo, es autor de las letras del disco (algo que siempre me ha sorprendido de Slash es su aparente incapacidad para apropiarse del 100% de sus propios proyectos) pero el inconveniente de tener a Myles junto a Slash vuelven a ser las comparaciones. Myles habría sido grande hace veinte años, ahora es uno más (y si no, al tiempo, Alter Bridge nunca pasará a las grandes ligas, hacedme caso). 

¿Por qué? En escena carece de carisma (ya lo dijimos en su momento, verle dos veces en directo es más que suficiente para servidor) por las jodidas e inevitables conspiraciones y es que, antes que él y al ladito de Slash, han compartido tablas y estudio un auténtico "outsider" como el Axl de los noventa (que ahora puede llegar a causar risa con sus rabietas pero, por favor, lector, intenta situarle en su contexto y piensa en un Axl de veintipocos años, puesto hasta las cejas, en plena efervescencia noventera y en lo más alto) y un adorable (aunque a veces irritante) yonki como Scott Weiland con una voz estupenda y una actitud egocéntrica en los conciertos capaz de acaparar todas las miradas. Así que, sí, Myles palidece ante Axl y Weiland (por mucho que odie a Velvet Revolver). 

Pero voy más lejos con el bueno de Myles Kennedy; su garganta me recuerda en exceso a la de un Chris Cornell de hace dos décadas (no al fantoche que ahora ronda los festivales) y no encaja para nada con el estilo de Slash pero, lo más vergonzoso, es cuando Myles imita descaradamente el tono de Rose en canciones como "One Last Thrill" y es que su voz encaja en un grupo post-grunge pero no en la piel angelina de Rose. "Standing In The Sun" con un "lick" calcado al de "Welcome To The Jungle" no termina de explosionar, "You're a lie"es un medio tiempo que debería estallarte en la cara en pleno estribillo pero únicamente te recordará a Velvet Revolver, lo grandioso de "No More Heroes" se limita al título porque cualquier comparación con la homónima de The Stranglers es pura casualidad, aburrida y cargante, quizá, lo único que merezca la pena son los armónicos artificiales que Slash le saca a su Gibson y, por supuesto, el solo. 

Pasemos por alto "Halo" o "We Will Roam", por favor, no merece la pena extenderse en ellas. "Anastasia", sin embargo, rompe el disco por la mitad y eso se agradece porque a estas alturas ya llevamos siete canciones con un sonido idéntico y vacías en cuanto a contenido, llenas de estribillos que quieren pero que no llegan. Así que, "Anastasia" se erige como ganadora aunque vuelva a estar plagada de "licks gunners" y la voz de Kennedy roce los agudos más "axlianos", cuando se pone aburrida y repetitiva, antes de que decaiga, nuestro guitarrista favorito se saca un buen solo para salvarla. ¿No es eso talento? 

Comparar (porque este disco es el de las inevitables comparaciones) "Not For Me" con "November Rain" es una locura porque no tienen nada que ver pero irremediablemente viene a la cabeza aunque el solo que se marca Slash (minuto y medio antes de que acabe, con urgencia, como todos en este álbum) no llegue a la altura del de los "Use Your Illusion" (1991). 

Contención, señores, contención. ¿Por qué hacer un disco de más de diez o doce canciones? Cada vez me repugnan más los álbumes que exceden la docena. Si el artista está en el clímax de su carrera suelen ser ejercicios onanistas que rara vez funcionan bien pero siempre son interesantes pero, si ese mismo artista está en el crepúsculo de su creatividad, el descalabro es mayúsculo y este "Apocalyptic Love"  debería morir en la cansina "Bad Rain" en la que Myles suena más a Cornell que nunca y Slash ya no sabe qué hacer y, ante la duda, otro solo de pocos segundos para justificar su presencia. 

"Hard & Fast" es rápida sí, pero no es dura y mucho menos nueva. "Far and Away" vuelve a las baladas marca de la casa y de nuevo las comparaciones con Cornell. ¿Cobrará royalties éste cada vez que Myles canta? ¿Por qué no acaba "Apocalyptic Love" aquí? "Shots Fired" suena como "Far and Away" (o sea; intranscendente) y lo único que se puede sacar en claro de "Carolina" es el uso (que ya no ingenioso) y abuso del famoso "talkbox" por parte de Slash. ¿Qué puedo decir? Cuando uno llega a "Crazy Life" el aburrimiento supera a las expectativas y, aún con todos los cencerros del mundo, panderetas y riffs, esto suena a una versión descafeinada y de onda media de Guns N' Roses. 

Para terminar de hundirnos la moral; la mítica marca Jim Dunlop (desde su página y para promocionar los nuevos pedales signature de Slash) nos muestra las pistas de guitarra de algunas canciones desprovistas de acompañamiento para confirmarnos que, en efecto, Slash suena bien pero, por desgracia, como miles de chavales ahí fuera y demostrarnos que un joven e infatigable guitarrista como Bonamassa es ahora mismo al que hay que prestar atención. Tres estrellas y cuando termino de escribir esta crítica, lo degrado a dos; los buenos tiempos de Slash pasaron, nadie le recordará por temas como "Crazy Life", "No More Heroes", "Apocalyptic Love" o "Anastasia". Deberíamos evitar escucharle de nuevo hasta que no decida volver al lado del majadero de Axl, al final éste va a tener razón con Saul Hudson...

© 2012 Ronald Fuckdonald