Crítica: Wilco "The Whole Love"

Mucha gente dieron por muertos a Wilco con su anterior disco, "Wilco" (2009), tachándoles de poco arriesgados después de que "Sky Blue Sky" (2007) fuese un pequeño fiasco. Seamos serios; "Sky Blue Sky" no es "A Ghost Is Born" (2004) ni falta que le hace, adoro ese disco y disfruto de cada una de sus canciones, los desarrollos y punteos de Nels Cline son sobresalientes y las composiciones de Tweedy están a la altura, es delicioso de principio a fin. Lo mismo ocurrió con "Wilco" un disco que se revela complejo y barroco conforme uno lo escucha una y otra vez. ¿Cómo es posible hablar con tanta ligereza de un disco así? Miles de artistas matarían por haber compuesto una canción como "Deeper Down" por no hablar de lo que hicieron en aquella gira y el directo apoteósico que pasearon por medio mundo.

Después de algunos conciertos en solitario de Tweedy que sirvieron como pequeño descanso al resto del grupo, los Wilco del 2011 vuelven a la carga y de qué manera. "Art Of Almost", siete minutos de canción que se pasan en un suspiro, llenos de experimentación y riesgo pero sin olvidar las maravillosas melodías a las que no tienen acostumbrados. Ahí fuera hay decenas de grupos de postrock que se estrujan las meninges por hacer canciones como ésta y terminan desapareciendo llenos de impotencia. Una mezcla sublime entre rock, krautrock, postrock, King Crimson y Americana. ¿Te lo imaginas? El final es apoteósico llegando al clímax; ¡Bendito Cline!

Mucho ritmo, bajo recargado y saturado, guitarras acústicas y un piano heredado de los Attractions, así es "I Might", optimista y cantarina. "Sunloathe", sin embargo, es una balada cavernosa a piano, llena de efectos, comienza de manera alienígena y termina beatliana sin abandonar las capas y capas de sonido. "Dawned On Me" es una canción típica de Wilco, pegadiza y popera, el estribillo es mágico y los arreglos vuelven a ser de altura. ¡Es maravilloso ser testigo de un grupo en estado de gracia y que disfruta lo que hace!

"Black Moon" me recuerda a Uncle Tupelo o los escarceos de Tweedy en solitario, intimista y confesional, una de las más oscuras. Con "Born Alone" amanece de nuevo este "The Whole Love", estallidos de alegría y la guitarra de Cline de nuevo haciendo de las suyas, en directo será toda una explosión, el final es de traca.

Volvemos al Tweedy más tierno e íntimo de la mano de "Open Mind", un ritmo country que roza el vals. Una de esas canciones que se terminan por convertirse en clásicos y que te hacen sentir especial cuando las escuchas a solas de madrugada.

"Capitol City" tiene ese influjo tan característico de "Hummingbird", con escobillas y desenfadada mientras "Standing On" es la más ruidosa del conjunto, mucho reverb en la voz de Tweedy y el órgano volviéndose loco para terminar haciéndolo también la guitarra de Cline llena de distorsión, un duelo de solos que corta la respiración. "Rising Red Lung" es lo mismo que ver un concierto de Tweedy en solitario, guitarra y voz, susurrando al oído mientras el resto del grupo se limita a acompañar con una suave brisa sonora, al servicio de la composición.

El falsete de Tweedy vuelve en "The Whole Love", tema que da título al disco, los coros son auténticamente adictivos en una canción que mezcla soul, country y pop a medidas iguales. La última es "One Sunday Morning (Song For Jane Smiley's Boyfriend)", xilófonos, piano, guitarras acústicas y una lágrima de pena por lo pronto que se acaba con un final tan bello, se pasa en un suspiro y eso es bueno, muy bueno, pero lo mejor es volver a escucharlo de nuevo y contar los días para su actuación en Madrid.

© 2011 Capitán Koons