Crítica: Devil You Know "The Beauty Of Destruction"

Howard Jones es de los tipos que caen bien, se le ve legal y se le presume buena gente, al menos de primeras ésa es la impresión que da el frontman americano. Todos somos conscientes de la mala suerte que padeció con Killswitch Engage, ya que a nivel personal lo considero tan buen vocalista como pueda serlo Jesse Leach, pero claro, hay veces que la profesionalidad y el buen hacer no es suficiente para estar en una banda. Obviamente el peso que tenía Jesse era demasiado importante para dejarlo pasar por alto, así que un mínimo acercamiento a la banda y un leve guiño les bastó a sus ex-compañeros para volver a hacerse con sus labores como cantante, invitando al bueno de Howard a abandonar el barco cuando Killswitch Engage parecía atravesar su mejor momento. Pero si algo tiene Howard es carácter y profesionalidad, era cuestión de tiempo que se pusiera manos a la obra para seguir con su carrera musical, bien en solitario bien reclutado por otra importante banda que supiera ver en su persona a un auténtico líder.

En el caso de Devil You Know los mentores de Jones han sido John Sankey, reputado batería, conocido por militar en bandas como Fear Factory o Divine Heresy, y el guitarrista Francesco Artusato (All Shall Perish). Este dúo de músicos, una vez compuestas las canciones para un disco, se dedicaron a buscar un cantante que encajara con su estilo y con sus letras; y parece ser que no tardaron mucho en dar con la persona perfecta para hacerlo; Howard tenía un buen currículum y unas cualidades más que probadas por entonces, así que igual de rápido que salió de Killswitch Engage entró en Devil You Know...

"The Beauty Of Destruction", que así es como se llama el debut de esta magnífica banda pone el listón muy alto y en una difícil decisión a los amantes de los sonidos más modernos del metal. Los seguidores del metalcore y de bandas como Killswitch Engage, Arquitects o The Dillinger Escape Plan deben saber que les ha salido un duro competidor a sus grupos fetiches. Pero eso no es malo, ya deberíamos saberlo, de siempre se ha dicho que en la variedad está al gusto, y no seremos nosotros quién lo niege, cuanto más música y más variedad, mejor...Si es por sonidos modernos todos sabemos y certificamos que Fear Factory eran (y son) unos adelantados a su tiempo. Muchos años en el negocio musical les avala como uno de los combos más importantes del metal de los 90, con un sonido muy característico e inconfundible, y con una presencia indiscutible cuando se sitúan encima de un escenario. Por otra parte, es evidente que Fear Factory lleva mucha ventaja al resto de bandas coetáneas, su sonido sigue siendo muy personal a día de hoy, nadie ha tenido aún la desfachatez de tratarles de tú a tú, y si alguno ha tratado de hacerlo ha salido escaldado (no vamos a dar nombres que no vienen a cuento). Así las cosas, Sankey demuestra ser un buen alumno y estar más que empapado de las lecciones aprendidas junto al "Asesino" (Dino Cazares) en "The Industrialist" (2012), último trabajo de estudio hasta la fecha de Fear Factory. Nadie que se considere poseedor de una mínima cultura musical podrá negar el efecto de Fear Factory sobre un tema como "Seven Years Alone". Se nota muchísimo su influencia, el sonido de la batería es realmente envolvente, sorprende de primeras la brutalidad y persuasión que impone Sankey en su pegada, copiando al pie de la letra sus sesiones en "The Industrialist". Howard está a lo suyo, muy agresivo, pero con los pies en la tierra. En las estrofas no podemos negar un parecido razonable con Burton, aunque en el los estribillos tira más de voz melódica, siguiendo un hito y una comparsa más similar a la que utilizaba en Killswitch Engage. Con respecto a las guitarras de Francesco pocas dudas, sus riffs son 100% "Demanufacture".

El disco comienza con la agresiva "A New Beginning"- curioso que el último disco de Killswitch Engage, con Jesse Leach a los mandos, tenga una canción con un nombre muy parecido, "A New Awakening"- con un Howard que te conduce sin que te des cuenta a tiempos de "Take This Oath" o "Daylight Dies". "My Own" por su parte mama más de la corriente de bandas como As I Lay Dying, donde los ritmos cortos y los guturales arman el esqueleto y la concepción de un tema que nace para convertirse en grande. El ritmo machacón y lascivo lo ponen temas como "Embracing The Torture" y "A Mind Insane" donde Howard Jones se suelta la melena (más que nunca aquí esta expresión tiene una connotación exclusivamente metafórica) y muestra sus credenciales a los que no tenían aún el gusto de conocerle. Dos bombazos que a buen seguro darán mucho que hablar y que cantar en sus próximos directos.

"For The Dead And Broken" es una de las más melódicas, pudiendo incluso etiquetarla como medio tiempo, ya que los guturales desaparecen por completo y los solos y los punteos de Francesco se hacen notables y palpables desde el segundo uno al último. Aunque para sentimiento y alma nos quedamos con "It´s Over", un tema complicado de principio a fin, con partes muy dispares capaces de romperte el ritmo en más de una ocasión, pero que te deja con un gran sabor de boca y con la sonrisa en los labios. Es un tema hecho a medida para la garganta y la voz de Jones, que parece estar en estado de gracia cuando se trata de coger por los cuernos y hacer grande un tema que en un principio podría ser catalogado como "menor". No podemos decir otra cosa, les ha quedado de auténtico lujo...Con "The Killer" Howard y Sankey recuperan el instinto asesino y devastador que llevaban el ADN de temas como "Seven Years Alone" y "A New Beginning". La batería en esta ocasión suena muy limpia y depurada, para nada tosca ni apelotonada como suele suceder en las piezas más Fear Factory. Nuevamente Franceso se luce con un solo largo y rápido como el rayo, muy propio del metalcore del que hacen buena gala en la mayoría de los cortes de este "The Beauty Of Destruction".

"I Am The Nothing" es tranquila y dura al mismo tiempo, tiene dulzura y tiene maldad, convirtiéndose en una delicia para los sentidos en la que podemos ver ciertos guiños a bandas tan dispares como puedan ser Black Sabbath (sobre todo en ciertos tonos de la voz de Howard que son realmente similares a los de Ozzy) o Mastodon. El bombazo llega con "Shut It Down" en la cual Devil You Know logran dar una vuelta de tuerca a la ya de por si compleja música que realizan. Jones se dedica en esta ocasión a parafrasear (por no decir rapear) estrofas enteras mientras que Francesco despliega los riffs más cortos y broncos de todo el álbum. "Shut It Down" no es la mejor canción del álbum, pero sin duda es la más curiosa. Si le dais más de una oportunidad (es un tema que necesita paciencia) acabaréis por caer en sus redes.

Con "The Beauty Of Destruction" Devil You Know han conseguido plasmar un gran disco lleno de buenos momentos que competirá por alzarse con la corona de "mejor debut" de 2014. Tiempo al tiempo... 

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