Crítica: Cannibal Corpse "Red Before Black"

Todavía recuerdo con cariño aquellos años de instituto en los que uno de mis amigos llevaba la camiseta de “Vile” (1996) de Cannibal Corpse (mientras yo llevaba con orgullo aquella de “Burn My Eyes” (1994) de Machine Head, comprada por correo cuando en nuestro país eran todavía casi unos asolutos desconocidos) pero aún más chocante resultaba verle con la de “Tomb Of The Mutilated” (1992) en un momento en el que sus portadas eran todavía las más retorcidas y arrancaban un gesto de desaprobación en tus padres. Algunos de los mejores recuerdos de aquella época los tengo asociados con bandas que marcaron la historia de la música, de una u otra forma y los Corpse siempre han estado donde tenían que estar y aunque nunca hayan llegado a la altura de “The Bleeding” (1994), tampoco -en mayor o menor medida- nos han defraudado. Con “Vile” llegaba George "Corpsegrinder" Fisher y quizá la verdadera estabilidad de la banda, es verdad que “Gore Obsessed” (2002), “The Wretched Spawn” (2004) o “Evisceration Plague” (2009) no son de lo mejor que hayan firmado pero tampoco podemos decir que sean decepcionantes en una carrera en la que el nivel técnico y la integridad han ido de la mano y, por el contrario, tenemos “A Skeletal Domain” (2014) o “Torture” (2012).

Juzgar el último álbum de una banda que lleva veintisiete años grabando y girando por todo el mundo, con un estilo tan marcado -tanto en lo musical, como en lo conceptual-, no deja de ser una labor un tanto inútil porque es verdaderamente difícil que nos dejen un regusto amargo, pero sí que es cierto que en “Red Before Black” (producido por Erik Rutan, Hate Eternal, con quien también trabajaron en “Kill” (2006), “Evisceration Plague” (2009) o “Torture”, tres años más tarde) han intentado avanzar en un terreno, como es el de las letras, en el cual agradecemos esa búsqueda por mucho que una canción de Corpse siga sonando como una canción de Corpse.. Y en el apartado musical, ¿qué podemos decir de un batería y un bajista como Mazurkiewicz o Webster? Auténticas leyendas del death, como Barrett y O’Brien o el brutalísimo y gigante Corpsegrinder...

“Only One Will Die” es el mejor ejemplo de un álbum que juega perfectamente con el equilibrio más clásico con sabor a nuevo, Mazurkiewicz avanza como una locomotora mientras construye una sólida base con Webster sobre la que Barrett y O’Brien escupen el riff principal y Fisher parece engullirnos con su grueso cuello, como una boa. Una forma de abrir un álbum que no deja ninguna duda de la banda que estamos escuchando. Pero quizá es el single, “Red Before Black” (¿no es lo más pegadizo que han firmado en años?), y su trepidante ritmo o su adictivo estribillo los que terminen por cogernos por el gaznate y nos meta de lleno en este viaje. “Red Befoooooooore Black”, canta Fisher con esa voz que sigue sin parece humana, como si el tiempo no hubiese pasado por su garganta.

“Code Of Slashers”, en un tempo más pausado, es una demostración de que Cannibal Corpse pueden seguir sonando igual de oscuros y siniestros levantando el pie del acelerador (por lo menos en la primera parte de la canción) para, más tarde, arrasar con todo e incluir uno de los solos de Pat O’Brien más ácidos de todo el álbum. “Shedding My Human Skin” o “Remaimed” rompen mucho la tónica de “Red Before Black” pero no pasa nada porque el eléctrico y grueso riff de “Firestorm Vengeance” nos parte por la mitad como una corriente de alto voltaje, al igual que la machacona “Heads Shoveled Off” o “Corpus Delicti” nos muestran a unos Cannibal Corpse sin complejos, libres para seguir siendo ellos aunque en la última se permitan el lujo de cambiar de tercio a mitad de la canción, rompe y rasga.

Algo que siempre me ha llamado mucho la atención de aquellos que no saben nada de Corpse pero, sin embargo, creen saberlo todo es el menosprecio a sus cualidades como músicos quizá por lo bruto de sus letras, en una banda que es capaz de ser más técnica que ninguna. Cierto que “Scavenger Consuming Death” es heredera de los últimos trabajos pero, por ejemplo, “In The Midst Of Ruin” suena como una versión revitalizada de ellos mismos que bien vale su peso en oro. Como "Destroyed Without A Trace" y “Hideous Ichor” son dignos finales, densísimos y contundentes como una apisonadora. ¿No es genial cuando una banda suena como se espera de ella pero, al mismo tiempo, parece rejuvenecida? Así es “Red Before Black”…

Una demostración asombrosa de cómo no desmarcarse de su propio camino, ser fieles a sí mismos, renovarse dentro de lo comprensible y seguir sonando igual de aplastantes que siempre. Pocas formaciones mantienen tal nivel de agresión después de casi tres décadas; lo bueno de Cannibal Corpse no es que sean grandes por lo que firmaron en el pasado, es que continúan de manera digna y solvente.

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