En el panorama del hardcore, pocas bandas han logrado trascender los límites del género con la audacia y creatividad de Turnstile, el quinteto originario de Baltimore que ha redefinido las posibilidades sonoras del punk más ligero. Con su cuarto álbum, "NEVER ENOUGH" (2025), Brendan Yates (voz y teclados), Pat McCrory (guitarra), Franz Lyons (bajo), Daniel Fang (batería) y la nueva integrante Meg Mills (guitarra) consolidan su evolución, fusionando elementos de electrónica, pop, funk y hasta pasajes con flauta, sin perder la esencia visceral que los caracteriza. Este trabajo, que sucede al aclamado "Glow On" (2021), no solo responde a las expectativas desmesuradas tras su éxito, sino que las desafía, abrazando un espíritu de libertad creativa que refleja su ethos. Mientras que bandas como Crass usaban el punk para proclamas políticas, Turnstile, liderados por Yates, opta por letras introspectivas que abordan la superación personal y la lucha contra la soledad, manteniendo un mensaje universal. Su trayectoria, desde "Nonstop Feeling" (2015) hasta "Time & Space" (2018), ha sido un viaje de autodescubrimiento, y este nuevo disco captura esa búsqueda constante de equilibrio entre innovación y raíces hardcore. La inclusión de colaboradores como Hayley Williams, A. G. Cook y Shabaka Hutchings enriquecen la paleta sonora, aunque a veces el peso de la experimentación diluye la presencia de algunos instrumentos, como el bajo de Lyons, que queda relegado en la mezcla.
"NEVER ENOUGH" (2025) despliega una diversidad sonora en canciones como "LOOK OUT FOR ME" que muestran la ambición de Turnstile al combinar riffs contundentes con sintetizadores minimalistas, para luego transitar hacia un estilo electrónico inspirado en Jamie xx. Este tema, de casi siete minutos, es un testimonio de su capacidad para fusionar géneros sin perder cohesión, mientras que "DULL" experimenta con coros inspirados en el nu-metal y versos electrónicos glitch, probablemente gracias a la producción adicional de A. G. Cook, mientras que "TIME IS HAPPENING" abraza el pop-punk con una energía azucarada que se equilibra con un cierre ambiental. "SUNSHOWER", una de las canciones más intensas, arranca con furia pero sorprende al concluir con la mencionada flauta de Shabaka Hutchings, creando un contraste que refleja la dualidad entre caos y calma. "BIRDS” mantiene la agresividad clásica de Turnstile, con Yates y McCrory liderando la carga, aunque la ausencia de un segundo guitarrista, tras la salida de Brady Ebert en 2022, se siente en la profundidad de los riffs. "SEEIN’ STARS", con la ayuda de Hayley Williams y Devonté Hynes, parece evocar el alma de The Police, mientras que "DREAMING" introduce ritmos latinos y trompetas de BadBadNotGood, mostrando la versatilidad de Lyons y Fang en la sección rítmica. Sin embargo, la mezcla a veces opaca el bajo de Lyons, lo que resta impacto a ciertos momentos. A pesar de esto, la producción de Brendan Yates logra que cada pista, desde el pop rock de "LIGHT DESIGN" hasta el drone ambiental de "CEILING", mantenga una identidad distintiva que invita a la inmersión total.
"NEVER ENOUGH" (2025) no es solo un álbum, sino una declaración de intenciones de Turnstile, una banda que se niega a ser encasillada y que, bajo el liderazgo de Yates, abraza la vulnerabilidad y la experimentación con una sinceridad desarmante. Aunque algunos puristas del hardcore puedan lamentar la ausencia de la urgencia cruda de trabajos como "Pressure to Succeed" (2011), este disco reafirma su compromiso con la autenticidad y unos valores que se reflejan en acciones como su concierto benéfico en Baltimore antes del lanzamiento. La soledad de la fama, que Yates expresa en versos como “My head is overjoyed and this is where I wanna be, but I can’t feel a fucking thing” en "SUNSHOWER", resuena como un recordatorio de que el éxito no exime de luchas internas. La incorporación de Meg Mills, aunque no participa en la grabación, señala un nuevo capítulo para la banda, y la dirección visual de Yates y McCrory en la película que acompaña el álbum promete ampliar su universo artístico. "NEVER ENOUGH" (2025) me resulta inspirador por su valentía para trascender géneros sin sacrificar la energía catártica que define a Turnstile, un recordatorio de que el arte, como la vida, es un proceso imperfecto pero necesario y "NEVER ENOUGH" (2025) captura esa lucha con una belleza cruda y transformadora.
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