Crítica: Anatomia "Corporeal Torment"

No hace mucho, un amable lector se quejaba amargamente de que en los últimos años parecíamos habernos centrado en reseñar lanzamientos más underground que de costumbre, cuando lo cierto es que aquí, en nuestra web, conviven textos de artistas plenamente ‘mainstream’ con otros, quizá sí, más de culto y casi todo tipo de géneros; que no es una tendencia sino, simple y llanamente, escribir de lo que nos gusta. Pero, ¿qué culpa tenemos nosotros de que, en muchas ocasiones, la emoción esté alojada en sellos pequeños, en lugar de grandes multinacionales? En el caso que nos ocupa, Anatomia, es una banda japonesa con cuatro discos ya en su haber y una tonelada de splits y EPs que harán las delicias de cualquier aficionado y la tortura para los bolsillos de cualquier coleccionista. En mi humilde opinión, Anatomia alcanzaron el cielo con “Decaying in Obscurity” (2012), sin desmerecer "Dissected Humanity" (2005) y "Cranial Obsession" (2017) y he de reconocer que, por ahora, su segundo álbum seguirá siendo aquel con el que comparemos cada lanzamiento, ya que "Corporeal Torment" siendo un buen título y rozando el notable, se queda lejos del sobresaliente. Otra cosa muy diferente es su cuidada edición, a cargo de MeSacoUnOjo Records.

Para aquellos que no sepan de Anatomia, tan sólo decirles que los japoneses practican un doom/death, que recuerda levemente a Undergang en esto último, no sólo en sus momentos más death y en la fuente de su logo sino también en su producción. "Corporeal Torment" suena como los daneses, pero más seco y más crudo, algo que favorece lógicamente a su doom, como ocurre en “Dismemberment” y la mezcla y pútrida sensación de estar arrastrándonos lentamente en un camposanto, pero apestando a puro death. Tampoco es un doom puro, ya que Anatomia no tienen miedo en mezclarlo con dosis generosas de death y la voz retumba hasta perder su humanidad y sonar como una profundísima gruta, mientras relata la letra. Un álbum en el que hay grandes aciertos como “Slime of Putrescense” y ese regusto a Hellhammer en sus casi nueve minutos, cambios de tempo y compases más thrashys se mezclan con doom de alto octanaje para despedirse con un siniestro bostezo de ultratumba.

El toque atmosférico lo aporta “Despaired Void” de manera sobresaliente, transmitiendo amargura y desesperación, muerte y podredumbre. Pena es el final de esta y el comienzo de una pieza o coda de veinte minutos en la que más que asustar su duración, lo hace su falta de ideas. “Mortem” es oscuridad y frialdad, es energía estática haciendo vibrar el cono de sus amplificadores, pero también es pretenciosa y forzada, se siente como una canción menor de la que han querido extraer minutaje extra sin complicarse demasiado y, siendo la mitad del álbum, le hace bajar drásticamente su nota. Burbujeos y goteos, sangre y pócimas, tierra revuelta y raíces, humedad y gusanos, claro que sí, pero también tedio en una parsimonia que se alarga hasta el letargo. 

"Corporeal Torment" es un disco para disfrutar a solas, para tumbarse en la cama y ponerse unos cascos mientras uno planea minuciosamente su suicidio, es completamente disfrutable, pero se queda lejos de la obra que muchos esperábamos. Una pena, porque los japoneses lo tienen todo en su poder para triunfar como Bell Witch o Undergang. Sólo el tiempo nos dirá si fue un traspiés y la infantil trampa del infante que copia en un examen o la picardía de un adulto que no tiene más material para el álbum y decide colarnos una pieza de veinte minutos repleta de relleno. Una auténtica pena porque hay grandes ideas en "Corporeal Torment" y lo sabes, sean underground. no…

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