Crítica: Crossfaith “EX_MACHINA”

Reza el proverbio, “cuando el sabio señala la luna, el necio mira al dedo” y bien podríamos aplicarlo a cientos y miles de internautas que todavía no se han destetado y las redes han despertado el crítico que hay en ellos. Los japoneses Crossfaith son entretenidos para un ratito, no para los que hemos asistido a las eternas revoluciones y mestizajes “definitivos” del rock y el metal con el dance. Del industrial de Ministry o Nine Inch Nails, al groove y el thrash sabiamente mezclado con la electrónica de manos de Burton C. Bell y Dino Cazares y el techno más pedorro con el big beat, la rave y el nacimiento del jungle gracias a Liam Howlett, Flint y Palmer y, entre ellos, antes y después; cientos de artistas que clamaban por ser los abanderados de la música electrónica y cualquier otro subgénero. Crossfaith son más atrevidos y si “EX_MACHINA” me parece superior a “Xeno” (2015) es porque parecen haberse librado de complejos y sus nuevas canciones parecen aceptar sin ambages elementos dance con metalcore. Y aquí es donde viene el primer engaño de todos esos que creen ver en los de Osaka a una banda diferente que mezcla death metal con lo mejor de la rave, cuando no es así. Crossfaith no son, ni serán nunca, una banda de death metal, ni tampoco Steve Aoki, quizá esa sea su desgracia (y es que van a acabar sumidos en tierra de nadie, si no; al tiempo) pero también es su gran baza para todos los desmemoriados o nacidos a finales de los noventa. Para ser más exactos (sabiendo que más de alguno llorará frente a su ‘smartphone’ mientras lee esta crítica), Crossfaith son una bandita de metalcore que le debe más a Linkin Park de lo que muchos desearían y, como señalaba al comienzo y recuperando el proverbio, abusan de la sobreproducción hasta el paroxismo y mientras deberíamos evaluar la composición y el trabajo desde “The Dream, The Space” (2011), “Apocalyze” (2013) o “Xeno” (2015), en clara línea descendente, muchos prefieren perderse en lo efectista del envoltorio, mirando el dedo…

La introducción “Deus Ex Machina” suena tan rancia y aburridota que quizá hasta cumpla su función porque cuando llega “Catastrophe” parece más de lo que realmente es. Es verdad que Crossfaith han endurecido su propuesta en algún momento puntual y se agradece pero el estribillo es tan blando y ñoño, tan infantilón, que desmerece el conjunto; “Burn me alive I will always revive to take what's mine. Call it sin or crime, something's awakened in myself. From deep inside of me” como el rapeo y el desaprovechamiento del ‘breakwon’ o un puente que habría resultado magnífico, algo de lo que escucharemos mucho más ejemplos en este “EX_MACHINA”. Es también por eso que “The Perfect Nightmare” es tan agradecida, tan revolucionada y agresiva, los guturales y la batería de Amano hacen el resto antes de que el álbum parezca diluirse. Ambas canciones, junto a “Daybreak” quizá sean lo más agresivo de todo el disco, una exhibición pacata de fuerza en doce canciones con dos instrumentales (“Deus Ex Machina” y “Twin Shadows”)

¿De verdad se diluye tan pronto? Sí, así es. “Destroy” era la prometedora colaboración con Ho99o9 y es un auténtico jarrazo de agua fría pero no tanto como “Freedom” con Rou Reynolds de Enter Shikari (aquella banda que también iba a comerse el mundo, y van…) y los insoportables rapeos y fraseos, esos mismos de los que también abusan en “Make A Move”, lo más cercano a una colaboración entre The Black Eyed Peas y Mike Shinoda, sazonada con un estribillo a la altura de “Catastrophe”; “My guns are loaded I bet you know it No fucking slogan Just action now Your friends are bloated Their backbone broken. But we've exploded now”. La música actual está repleta de compositores que abandonaron sus estudios en el parvulario…

En un álbum en el que parecen priorizar los medios tiempos edulcorados, “Lost In You” o “Eden In The Rain”; “I'm in the pouring rain. Fell it wash my soul. Now your everything is clear”, ¿cuántas veces hemos escuchado esto en una canción? Tras la instrumental “Twin Shadows” y el ultimo esfuerzo con “Daybreak” (tirando un poquito de death, pero muy moderado), llega la evidencia de todo lo expuesto con la totalmente innecesaria versión de “Faint” de Linkin Park (como lo lees…) a la que no aportan absolutamente nada excepto demostrar que “Meteora” (2003) sonaba y sigue sonando más actual que cualquier pieza de “EX_MACHINA”, por mucho que les duela a los japoneses y a todos esos que ahora se ríen de “One More Light” (2017).

De Confucio a Jean-François Leroy, "Twitter te hace creer que eres sabio, Instagram que eres fotógrafo y Facebook que tienes amigos. El despertar va a ser duro…" Ya verás tú cuando muchos se despierten y descubran que no saben nada en absoluto de música y a todos nos entre la risa floja recordando cómo encumbraron a una banda tan poco original como Crossfaith. Que los árboles del dance no te impidan ver el bosque de death porque esto es tan sólo metalcore flojito hecho por fans de Bennington y Shinoda, eso sí, muy molones.

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