Crítica: Volumes "Mirror Touch"

Volumes han sabido consolidar su posición como innovadores en el panorama del metalcore y djent, manteniendo una identidad única que combina agresividad técnica con una profundidad emocional inconfundible. Desde su debut con "Via" (2011), la banda de Los Ángeles —actualmente formada por los vocalistas Michael Barr y Myke Terry, el bajista Raad Soudani y el batería Nick Ursich— ha explorado una fusión creativa de riffs polirrítmicos, breakdowns cargados de groove y una intensidad que alterna entre lo aplastante y lo contenido, por paradójico que parezca. A lo largo de su trayectoria, han superado cambios de formación y tendencias pasajeras sin perder esa esencia misteriosa y versátil que atrae tanto a seguidores del metalcore como del djent progresivo. Con "Mirror Touch" (2025), su quinto álbum de estudio publicado a través de Fearless Records, Volumes alcanzan un nuevo pico de madurez, ofreciendo un trabajo cargado de energía técnica, emotividad cruda y dinamismo sonoro que invita a escuchas repetidas para captar todos sus matices. Este disco no solo honra su legado de evolución constante, sino que lo enriquece con una producción impecable que resalta la potencia de sus grooves y la dualidad vocal tan característica, convirtiéndolo en una propuesta irresistible para quienes buscan agresividad pero sentimiento y mantener la capacidad de sorpresa.


El álbum despliega una variedad cautivadora desde sus primeros compases, con pistas que alternan brutalidad implacable y momentos de introspección melódica. "Sidewinder" abre con riffs agresivos, acompañados de una exhibición vocal intensa que establece el tono arrollador del álbum, mientras "Bottom Dollar" mantiene esa línea con ritmos pesados que transmitem una urgencia palpable. El single principal, "S.O.A.P.", destaca por sus grooves polirrítmicos marca de la casa, breakdowns impactantes y una entrega emocional que une melodía con potencia bruta de manera magistral, gracias a la interacción perfecta entre Barr y Terry. En contraste, "California" sorprende con un enfoque más suave, donde las voces melódicas brillan sobre instrumentación atmosférica, evocando un paraíso cotidiano con sensibilidad genuina. "Adrenaline" profundiza en esta veta acústica, con pasajes delicados y letras sobre pérdida y redención que transmiten anhelo profundo, demostrando la habilidad de Volumes para transitar de la furia a la vulnerabilidad sin esfuerzo. El cierre con "Suffer On", que cuenta con la colaboración de Black Sheep Wall, regresa a terrenos más oscuros con vocales propias del death metal y guitarras cortantes que añaden un matiz siniestro y potente, redondeando un conjunto dinámico donde cada canción desvela nuevas facetas de la banda.

"Mirror Touch" (2025) se perfila como una obra esencial en la discografía de Volumes, un álbum que captura sus ansias de evolución y las lleva a nuevas cotas. Repleto de riffs contagiosos, ritmos infecciosos y una emotividad que resuena profundamente. Volumes han creado algo que no solo satisface a los de siempre, sino que expande horizontes, equilibrando su técnica depurada con un sentimiento auténtico en un nicho que ellos mismos han ayudado a definir. Un álbum que brilla por su capacidad para sorprender en cada giro, desde la agresividad hardcore hasta los pasajes melódicos, convirtiéndolo en un disco que exige repetidas escuchas y consolida a Volumes como maestros en lo suyo.

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