Concierto: Wilco (Madrid) 02.07.2016

SETLIST: EKG/ More.../ Random Name Generator/ The Joke Explained/ I Am Trying to Break Your Heart/ Art of Almost/ Pickled Ginger/ Hummingbird/ Handshake Drugs/ Kamera/ Where Do I Begin/ Cold Slope/ King of You/ Via Chicago/ Spiders (Kidsmoke)/ Jesus, Etc./ Box Full of Letters/ Heavy Metal Drummer/ I'm the Man Who Loves You/ Dawned on Me/ Impossible Germany/ The Late Greats/ Misunderstood/ It's Just That Simple/ War on War/ I'm Always in Love/ California Stars/ A Shot in the Arm/

Podría inventarme cualquier excusa o asegurar que el verdadero motivo de mis pocas ganas de ver a Wilco de nuevo se debían a la cantidad de conciertos a la que asisto y creer, ingrato de mí, que son rutina en vez de tratarlo como lo que en realidad son; acontecimientos únicos. Pero la única verdad es que “Star Wars” me decepcionó y no tenía gana alguna de enfrentarme a sus canciones en directo. He tenido la gran fortuna de ver a Wilco y Jeff Tweedy en solitario en nueve ocasiones, incluso de intercambiar alguna palabra con ellos como un fan adolescente, incluso de perseguir sus discos de los seminales Uncle Tupelo y, por un tiempo brevísimo, creer que el verdadero Santo Grial de aquella unión eran las composiciones de Jay Farrar para vehementemente defender entre cervezas, y no creérmelo ni yo mismo pero sí convenciendo al resto, que los discos de Son Volt son tan enormes o más que los de Wilco pero era todo un acto de puro esnobismo porque era pinchar “A Ghost Is Born” (2004) y derretirme entre sus notas pero es que “Star Wars” me resultaba tan plomizo, tan gris y opaco, tan poco lucido para ser un disco de Wilco que renegué de él y creí entender que Tweedy, en su enorme y caústico sentido del humor, nos había lanzado todo un órdago a nosotros, los irredentos fans de Wilco que aplaudiremos cada movimiento de la banda incluso cuando sea indigno de su legado.

Y así, con este ánimo tan estúpido, me presenté a mi décimo concierto de los de Chicago, como si me perteneciesen de alguna manera y todos los allí presentes fuesen menos que unos capullos que se han subido al carro con el peor disco de la banda y la verdad es que hay que ser muy valiente para aguantarme en ese estado pero también muy ciego para no ver que las maravillosas noches del botánico se están convirtiendo en un chill out de cincuentones con camisas de lino y maduritas con alzas de corcho que serían incapaces de mencionar a uno sólo de los músicos que están sobre el escenario, ni siquiera un disco o una canción que justifique su gregaria presencia allí.

Sonreí cuando sonó la disonante introducción “EKG” y creí que todos aquellos ingratos saldrían corriendo o quedarían reducidos a ceniza por obra y gracia de Frances Farmer pero fue comenzar “More…” y ver a Tweedy, Stirrat, Sansone, Kotche, Jorgensen y, sobre todo, a Nels Cline y venirme arriba por completo, mis defensas cayeron y ni todo el sarcasmo ni la mala leche del mundo pudieron arruinarme el concierto y evitar disfrutase hasta de “Random Name Generator” y canturrear “The Joke Explained” e identificar ecos del “Blonde On Blonde” (1966) de Bob Dylan y, por favor, que alguien lo compruebe, el toque de Steve Harley y su inmortal “Make me Smile (Come Up And See Me)” en el fraseo de Jeff Tweedy.

La ruidosa “I Am Trying to Break Your Heart” y ese cambio de ritmo tan brutal como es el de “Art Of Almost” de "The Whole Love" (2011) tras la hipnótica tensión electrónica con la que Jorgensen nos guía a través de la canción me hizo entender con “Pickled Ginger” que hasta las canciones de “Star Wars” encuentran su lugar dentro del repertorio, respirando mucho mejor en directo que en el disco, en el cual parece que la producción las asfixia y las hace sonar monótonas.

“Hummingbird” volvió a ser el regalo que es siempre con un Tweedy divertido y “Handshake Drugs” nos demostraron, una vez más, la grandeza de “A Ghost Is Born” del cual echamos de menos, por lo menos en mi caso, “At Least That’s What You Said” o “Hell Is Chrome”, entre otras, cuando el cancionero de Wilco comienza a convertirse en un auténtico festín repleto de joyas en el que todos siempre echaremos de menos “nuestra canción” o media docena más.

“Kamera” sonó fantástica y tan sólo de la triada de “Star Wars” que resultó ser “Where Do I Begin”, “Cold Slope” y “King Of You” fue esta última la que levemente calmó los ánimos de la gente pero lo que nos esperaba no nos lo podíamos imaginar ni nosotros mismos cuando “Via Chicago” nos dejó clara su maestría y “Spiders (Kidsmoke)” levantó a todos e incluso el mismo Tweedy, lejos de la ironía habitual, se quitó el sombrero ante las palmas antes de avisar que con “Jesus, Etc” quizá no funcionasen tan bien mientras Cline se ponía sobre sus rodillas un Lap Steel y un mar de smartphones, que habría horrorizado a la propia Adele, se levantaba azulón para inmortalizar la canción que les colocó en el circuito universitario norteamericano hace casi quince años con la publicación del que podría haber sido su último álbum, “Yankee Hotel Foxtrot” (2001).


“Box Full Of Letters” de su primer álbum, “A.M.” (1995), ése que Tweedy admite siquiera escuchar, sonó más clásica y mostró la calidad compositiva que ya derrochaban por aquel entonces mientras que “Heavy Metal Drummer” nos arrancó una sonrisa y volvió a levantar a todos los allí presentes, como ocurrió con “Dawned On Me”, tras “I’m The Man Who Loves You” (que siempre me recuerda su título al otro clásico de The Jayhawks), del infravalorado “The Whole Love” (2011) y que posee uno de los mejores y más inmediatos estribillos que haya firmado Tweedy en los últimos años.

Pero la auténtica maravilla, como no podía ser de otra manera, volvió a ser el clímax alcanzado por Nels Cline en el solo de “Impossible Germany” de “Sky Blue Sky” (2007) y es que, tanto si eres guitarrista como si tienes un ápice de sensibilidad, es imposible apartar la mirada durante todo el concierto del alto y nervioso Cline, un guitarrista a medio camino entre el noise rock y el jazz más experimental, auténtico fanático de las guitarras y los pedales, que a muchos nos maravilla y que identificamos con el auténtico resurgimiento de Wilco en directo. Y no puedo evitar reír socarronamente ante mi primera edición del vinilo doble de “Sky Blue Sky” firmado por toda la banda hace nueve años y recordar todas aquellas amarguísimas críticas y prematuras sentencias de muerte escritas por críticos que hoy se rinden ante él y saludan como una de las grandes cimas de Tweedy y compañía, como así es…

Tras la bonita “The Late Greats” llegaron los bises en formato acústico con “Misunderstood” y un correctito John Stirrat a las voces en “It's Just That Simple”. “War On War” y “I’m Always In Love” revestidas de bluegrass, el recordatorio a Woody Guthrie en “California Stars” y un final como un taponazo con “A Shot In The Arm” y todos sonrientes cantando esos versos; “Something in my veins bloodier than blood!” convertida desde hace años en todo un himno, ajenos a la duda existencial de un Tweedy que la escribió sin saber si todo lo que necesitaba era pegarse un tiro en el brazo para sentir algo.

A la vuelta, ya en casa, me doy cuenta de que el gato de “Star Wars” me sonríe con reproche desde el vinilo que he sido incapaz de no comprarme a la salida del concierto. “Serán cabrones” –pienso mientras abro la carpeta y paso mi mano sobre el grueso disco porque ahora sé que habrá muchas más noches con ellos, indendientemente de lo que publiquen o no; a Wilco lo que es de Wilco…


© 2016 Jim Tonic
Foto © Jaime Villanueva (El País)