Crítica: Disturbed "Immortalized"

El pasado viernes, Disturbed se presentaban en directo después de cuatro años desde su última aparición. Actualmente, y con una gira ya confirmada bajo el brazo y que les llevará a recorrer Estados Unidos la próxima primavera (concretamente durante los meses de marzo y abril), puede que para muchos no deje de ser un mero trámite o una anécdota más dentro de las muchas que origina una banda de la talla de Disturbed, pero es que la fecha en cuestión no era fortuita; David Draiman quería que su regreso a los escenarios no pasara inadvertido o, al menos, que tuviera la mayor repercusión posible después el parón sufrido por la banda tras la edición de "Asylum" (2010) y su correspondiente gira. Para ello y para poder plasmar de la manera más eficaz su regreso a los escenarios eligió la ciudad de Chicago (de la que es originaria Disturbed) y quiso hacerlo ese día justamente para que conincidiese con el lanzamiento mundial de su nuevo trabajo, "Immortalized" (2015).

Por suerte, los americanos podrán disfrutar en directo de una banda y de un líder que cuesta ver mucho por nuestro país (y eso llega hasta tal punto que hay redes sociales que nacen con el objetivo de que dicho logro algún día se pueda alcanzar, tal y como sugiere el título del grupo de facebook "Queremos un concierto de Disturbed en España") pero es que en nuestra querida tierra tras la cancelación de David Draiman con Device (su proyecto paralelo), en la gira europea que le traía a nuestro país junto a Avenged Sevenfold y Five Finger Death Punch, por motivos familiares, ya que caprichos del destino, dio la casualidad que coincidía con el nacimiento de su hijo; y sobre todo las cancelaciones con Disturbed del año 2011 en Madrid y Barcelona, durante la presentación de la gira europea de "Asylum (2010), hacen que sigamos esperando como agua de mayo su llegada a nuestros escenarios. Por cierto,  sólo por recalcar las excusas dadas por la banda; si en el caso de Device, su paternidad fue el elemento expuesto para no tocar junto a Avenged Sevefold y Five Finger Death Punch (argumento desde nuestro punto de vista muy pobre; a los hermanos Duplantier de Gojira se les murió la madre un domingo, y el miércoles ya estaban tocando), en el caso de la cancelación de Disturbed la excusa dada entonces fue cuando menos esperpéntica; la promotora anunció (entendemos que siguiendo el escrito de la banda) que el encarecimiento del precio de combustible convertían en inviable los desplazamientos de la banda por tierras europeas, por lo que los fantasmas de la famosa "logística" volvían a aparecer en letra mayúscula como motivo suficiente para cancelar. Cuántos de nosotros cogemos el coche a diario para ir a trabajar, y no exponemos causas logísticas para dejar de hacerlo ante las continuas subidas del precio del combustible. ¡Coño! ¿Tanto cuesta decir la verdad? Pienso que ya está bien de que nos tomen el pelo con excusas idiotas e inexistentes, no pasa nada por decir que el grupo no quiere tocar o que no se han vendido las entradas suficientes. No es la primera vez que ocurren estas cosas, ni será la última, hay que ser claros; nosotros abogamos por decir siempre la verdad, por dura que sea, ya que lo demás carece de sentido...

"Immortalized" llega tras un parón que la banda calificó como "necesario", con un Dan Donegan al borde del colapso en 2011 y con Draiman que parecía disfrutar y divertirse más con proyectos insulsos y paralelos como Device que con la banda madre que le hizo famoso. Es cierto que los descansos son muchas veces necesarios; hay que desconectar y desestresar, dejar que la mente se limpie y se libere, pero no es menos cierto que en determinadas profesiones acaban por pasar una factura enorme. No son pocas las críticas negativas que ha sufrido "Immortalized" en su primera semana de vida y a buen seguro que no habrá muchas positivas en los próximos días. A nivel personal, he de confesar que no me ha disgustado, no me parece un mal disco (obviamente, tampoco brillante) ni muy diferente a lo que fueron "Indestructible" (2008) y "Asylum" (2010). Creo que es un álbum aceptable para una banda que ha estado casi cinco años deshojando la margarita. Ahora claro, si queremos otro "The Sickness" (2000) o "Ten Thousand Fists" (2005), tras cinco años en barbecho, con la pólvora mojada y con las ideas nada claras (y no sólo por la marihuana, como recientemente declaró Draiman) creo sinceramente que somos, cuando menos, ilusos. Si ni "Indestructible" (2008) o "Asylum" (2010) se acercaron por asomo a los grandes trabajos de Disturbed, no iba a hacerlo un álbum que no deja de ser un regreso forzado y, hasta cierto punto, desganado de una banda que tan sólo parece buscar desesperadamente engrosar sus cuentas bancarias.


Kevin Churko es un grandísimo productor, de eso no cabe duda, muy en boga actualmente por trabajar con bandas muy del estilo de Disturbed, tales como puedan ser Five Finger Death Punch o la de Maria Brink, In This Moment, ha hecho un trabajo magnífico en "Immortalized", sacando y exprimiendo un sonido fantástico en todas y cada una de las pistas del sexto álbum de los de Chicago. "Immortalized" es un álbum que esconde trece canciones en su versión estándar y que se alarga hasta los dieciséis en la extendida (cinco años dan para mucho). Tras la demostración de Donegan en "The Eye Of The Storm", una intro de poco más de un minuto, llega el primer corte de choque propiamente dicho. En esta ocasión, y al igual que en sus tres anteriores trabajos, la hacen coincidir con el tema homónimo del álbum. "Immortalized" suena potente, muestra hasta cierto punto frescura en las guitarras y en los riffs de Donegan, pero no porque aporte nada nuevo al sonido Disturbed, sino porque al escuchar algo novedoso después de tanto tiempo, nuestra mente tiende a mostrarse más abierta y benevolente, sueles hacer concesiones que en otros momentos no harías ni por asomo. Siguiendo esa línea llega una de las canciones más dinámicas y que más categorizan el clásico sonido de la banda. El que fuera su primer single y videoclip, "The Vengeful One", no desagrada para nada, no tiene la fuerza ni la entereza de aquellos "Down With The Sickness" o "I´m Alive" de su época más dorada, pero tampoco podemos catalogarla de "penosa" o "desgraciada", tal y como hemos podido leer en alguna que otra crítica, pero sí que podríamos decirlo de "Open Your Eyes"; una de las canciones más insulsas que he oído en mucho tiempo, con un estribillo que se repite hasta la saciedad y con  Draiman que roza el ridículo sonando más cercano al power que al metal alternativo. Un tema que podría hacer las delicias entre los fans de Black Veil Brides, pero que es inaceptable para Disturbed.


"The Light" tiene una cara y una cruz; la primera de ellas viene conducida por un Draiman que demuestra que "cuando quiere, puede". Esta vez nos gana con su modulación, consiguiendo unos registros realmente melódicos y atractivos para el seguidor básico de Disturbed. La cruz viene por el carácter innovador, que aunque hasta cierto punto puede resultar gracioso, se acaba por convertir en una carrera de obstáculos muy difíciles de salvar para una banda que en ciertos momentos de la canción se muestra totalmente desnortada. "What Are You Waiting For" por el contrario nos enseña a una banda más suelta y alegre, la canción se mueve por la zona de confort y seguridad de Donegan y compañía, donde las frases cortas y rápidas de Draiman arman el esqueleto de una de las mejores apuestas de del nuevo retoño.


Con "You´re Mine" quieren hacer algo parecido a "The Light", con un inicio un tanto fantástico y épico, que eclosiona de bruces con el sonido guitarrero y descarado del resto del tema. En esta ocasión las partes corales de Mr. Draiman están mucho más trabajadas, y por consiguiente se marcan como más logradas y aceptables, muy del estilo de "Inside The Fire", aunque un tanto alejadas de las de "Just Stop" o "Striken". Donegan tampoco lo hace mal en el corto solo que se esconde en las postrimerías del mismo; un tema que si bien no mata, mantiene vivo hasta cierto punto el espíritu y el ADN de la banda. Mike Wengren pasa una vez más totalmente inadvertido, aunque hay que reconocer que hace un trabajo aceptable en "Who", creando una de las bases rítmicas más potentes junto a "Never Wrong", uno de mis temas favoritos de "Immortalized". Estamos ante el típico single o hit, donde pasamos en cuestión de segundos del sonido melódico y agudo al gutural y bronco de la voz de Draiman, con un David que se come a Goliat a base de rapear en las frases más rápidas y vertiginosas, lo que hace inevitablemente que nuestra memoria se vaya a sus primeros trabajos. Sin embargo, "Fire It Up" no me llega, se me queda pequeña, no logra llamar mi atención, demasiado aburrida y ello a pesar de ser una de las elegidas por la banda para presentar el nuevo disco antes de su publicación.


"Save Our Last Goodbye" tiene un estribillo realmente bueno y convincente, lo mismo que el tema que cierra el álbum en su versión estándar, "Who Taught You How To Hate", una canción que, aunque está concebida con una estructura muy simple y ramplona, tiene suficiente fuerza y descaro (todo lo contrario que la horrorosa versión que han hecho del clásico de Paul Simon y Art Garfunkel, "The Sound Of Silence"). Si con esta versión querían rememorar aquella fantástica cover que hicieron en "Ten Thousand Fists" del maravilloso "Land Of Confusion" de Genesis, tenemos que decir que se han equivocado. Draiman ha logrado quitarle de un plumazo toda la magia que tiene la original, con una voz que en ciertos momentos recuerda a la de Corey Taylor en los cortes más tranquilos de Slipknot y, sobre todo, de Stone Sour y que convierte este clásico en una especie de villacinco.


El paso del tiempo es maravilloso; cura las heridas, pone las cosas en su sitio pero tiene un pequeño problema y es que te mata. Hansi Küsch ya preguntaba por la acepción del mismo en "Time, What Is Time?", el tema de apertura de su gran clásico, "Somewhere Far Beyond" y ya entonces no llegaba a conclusiones nada claras. Cinco años en la industria de la música es mucho tiempo y algo raro pasa en el seno de un grupo cuando la distancia entre trabajo y trabajo es tan, tan larga. David Draiman y Dan Donegan deberían preguntarse lo mismo que hizo Hansi Kürsch en los primeros noventa,  sincerarse y ver si realmente quieren hacer música bajo el nombre de Disturbed y seguir bajo el diseño de "The Guy"...

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