Crítica: Black Label Society "Catacombs Of The Black Vatican"

Mucho se ha hablado del retorno de Black Label Society pero no por la vuelta de Wylde al estudio, algo digno de mención si reparamos en que su último disco, el estupendo “Order Of The Black” data del 2010 aunque seamos conscientes de que entre gira y gira y libro, ha publicado “The Song Remains Not the Same” (2011) y “Unblackened” (2013) y no podamos verlo como regreso cuando nunca se ha ido, sino por la marcha de Nick Catanese. Todos sabemos cómo es Zakk Wylde y lo que siente por sus compañeros, esa hermandad que a él le gusta extender incluso con sus seguidores. Por eso, extrañaba la marcha del guitarrista, las pocas explicaciones y la efusiva entrada de de Dario Lorina para la grabación del disco: “Estoy emocionado de anunciar oficialmente que me he unido a Zakk Wylde en Black Label Society, me gustaría extender un agradecimiento sincero y de corazón a todos por su continuo apoyo y cálida bienvenida, realmente significa mucho para mí”. Según Wylde, llamó a Catanese para grabar el nuevo disco y éste le dijo que estaba plenamente volcado en grabar su propio material y tenía que dedicarse al mil por ciento en ello, sin tener tiempo para Black Label por lo que Zakk no tuvo otra que dejarle marchar para hacer su camino. Black Label Society no es un grupo, es el proyecto de Zakk Wylde pero eso no quita para que sienta a sus compañeros como miembros de una gran familia en la que nadie puede ser expulsado o despedido sino que cada uno ha de tomar sus propias decisiones y decidir por sí mismos. E igual que pasa con Catanese, la entrada de Darío Lorina fue igual de natural, Zakk nunca hace audiciones o busca músicos sino que siempre tira de amigos y conocidos, en el caso de Lorina, éste fue invitado al estudio del guitarrista, tocaron y fue Wylde el que le dijo: “Si quieres tocar con nosotros, tienes las puertas abiertas” y Lorina aceptó de inmediato. Y es que esto es algo que poca gente conoce de Zakk; puede aparentar ser un oso, un vikingo, un shredder sin piedad, su música puede ser agresiva y brutal pero es una persona que cree en sus amigos y basa todo en la confianza en las personas.

Pero la salida de Catanese no puede opacar el resultado de "Catacombs Of The Black Vatican" ya que es –a pesar de los directos y EP- la continuación de “Order Of The Black” y, por supuesto, genera expectación por cómo habrá afrontado la composición del nuevo disco. Zakk, como siempre, quita hierro y bromea: "Alguien me preguntó cuál era la diferencia entre este nuevo disco y los nueve anteriores. ¡Básicamente son las mismas canciones de los nueve discos anteriores pero con títulos diferentes!” Pero no es del todo cierto porque "Catacombs Of The Black Vatican", a pesar de ser plenamente reconocible para los que nos consideramos seguidores de Black Label Society, sí supone un cambio, un paso adelante y las nuevas canciones, a pesar de ser características del “sonido Wylde”, suenan frescas...

"Fields Of Unforgiveness" abre el disco con un pesado riff y una aullante guitarra mientras Wylde repite "So you think that it’s over / You think that it’s done!” y no, no faltan los armónicos artificiales de su Gibson, cuando uno la escucha sabe que es cien por cien Black Label Society, me gusta especialmente el solo porque suena limpio y preciso a pesar del Wah con distorsión y peca de contención porque no se alarga fundamentándose en el virtuosismo, sino que encaja a la perfección. Mucha gente ha mencionado a Alice In Chains como influencia en este nuevo disco y no tiene sentido alguno; esa influencia, esa nasalidad en la voz, esos tortuosos juegos de voces y ese tono melancólico y amargo, a veces, siempre ha estado en la música de Wylde. Como ocurre con las voces de "My Dying Time" que empieza de manera evocadora y pronto se carga de mala leche con la suciedad de un riff magnífico, procedente sin duda de una Les Paul.

"Believe" tiene un toque pesado de Blues y gran influencia de Sabbath pero es el solo de guitarra el que la hace despegar del conjunto, auténticamente enloquecedor, a más velocidad que el propio groove de la canción, una mezcla explosiva. Con "Angel Of Mercy" nos vamos al Sur, a ese toque sureño que tan bien sabe imprimirle nuestro amigo Zakk, pegadiza, sensible y con unos arreglos de cuerda jodidamente magníficos, un toque romántico y de hermoso vencedor el que Wylde sabe darle con una interpretación realmente genial y una voz a medio quebrar y cansada que la hace ganar enteros.

"Heart Of Darkness" rompe la calma y sacude con electricidad el cuerpo del oyente, un riff adictivo e inigualable con un estribillo, otra vez, a un tempo más lento del resto de la canción. Pesada, contundente y demoledora, así es "Heart Of Darkness", como ocurre con "Beyond The Down", inconfundible y con mención especial a la unión entre las líneas del bajo y la pegada de la batería además de unos de los mejores estribillos de este "Catacombs Of The Black Vatican". "Angel Of Mercy" no fue un espejismo, ya sabemos que Zakk es un gran músico y tiene sensibilidad para componer emotivas baladas y, si con la anterior nos tocaba la vena, con "Scars" nos hace levitar, una maravilla acústica con un piano delicioso.

Pero si hay un tema que nos demuestra que estamos ante el nuevo disco de Black Label Society es "Damn The Flood"; una apisonadora llena de feroces guitarras y agresividad con un puente sobresaliente y un solo en el que Zakk se olvida de la velocidad para insuflarle más sentimiento con un tono más Hard Rock hasta que, inevitablemente, sus manos se desbocan y estrangulan las cuerdas a una velocidad de infarto. Groove, mucho groove es lo que resuena "I've Gone Away", exageradamente rítmica y poderosa, quizá la más contundente de todo el álbum. Pero no debemos dejarnos engañar por lo primitivo del comienzo de "Empty Promises" porque en pocos segundos se transforma con un riff memorable, muy cercano a Sabbath también (todo hay que decirlo), con un gran trabajo de Wylde a la voz y un solo de guitarra excepcional para acabar la canción.

¿Quién nos iba a decir que "Catacombs Of The Black Vatican" acabaría con un toque de Blues? Pero así es, un medio tiempo vibrante lleno de emoción y sentimiento en "Shades Of Gray", por no hablar de la guitarra; magnífica, espectacular… La edición especial trae "Dark Side Of The Sun" que es una auténtica joyita llena de cambios de ritmo y arreglos y la bonita "Nomad", un broche de oro para acabar con dignidad y buen gusto el nuevo disco de Wylde.

Cuando escucho a Black Label Society quiero cadenas, una Les Paul pintada a rayas o con círculos concéntricos (bullseye), quiero cervezas y calaveras, plumas de indio, aplastantes riffs, sensibles baladas a piano y la voz de Wylde. De todo eso hay en "Catacombs Of The Black Vatican", estamos de enhorabuena, podemos seguir confiando en Zakk y el que espere algo más ya se puede ir largando.

© 2014 Conde Draco