Crítica: Avantasia "The Metal Opera Part I"

Nunca he sido muy amigo de los proyectos paralelos que los músicos se dedican a engendrar con el objetivo de rellenar los tiempos de asueto que les otorgan sus bandas principales o bien con el fin de poder dar cabida suelta a su imaginación y poner de manifiesto música y letras que en su banda máter jamás tendrían oportunidad alguna de aparecer. Está claro que para Tobias Sammet este último aspecto no sería el problema, al fin y al cabo el es el genio y figura de Edguy y ninguno de sus acompañantes puede hacerle si quiera un poco de sombra. Si algo he admirado siempre del genio teutón ha sido la capacidad creativa que poseía en sus primeros años de carrera musical; todo un genio y figura que llegó a convertirse en uno de los grandes músicos del power, codeándose con gente como Tolki, Hansen o Kiske, pero que con el paso del tiempo ha ido diluyéndose y despareciendo del mapa, creando discos que son poco menos que mediocres y sin contener ningún aspecto mínimamente llamativo para los que seguimos el género y a la banda desde sus inicios.

Tobias podrá ser tildado de todo menos de tonto, como dijimos antes su capacidad creativa parece no tener fin y vive la música con una pasión y una gloria difícil de igualar por otros jóvenes músicos. No contento con Edguy a comienzos del nuevo milenio decide sacarse de la manga un proyecto formidable que ya llevaba cavilando desde hacía unos cuantos años y contando el mismo con unos músicos y unos acompañantes de verdadero lujo; casi se puede decir que allí estaban todos los grandes del power metal del momento. A este proyecto lo bautiza como Avantasia, naciendo en un principio nació con el fin de dar cabida a dos trabajos musicales, concretamente una ópera rock desglosada en dos partes, segregada en dos magníficos discos que todo buen melómano debiera tener en las primera filas de sus estanterías.

Qué nadie se espere sonido Edguy en estos discos, ni siquiera en los temas en los que Jens Ludwig aparece como segundo guitarrista acompañando a Richter. Aquí se vuelve todo mucho más sinfónico, incluso progresivo en muchos de sus temas, con un copioso minutaje en la mayoría de las canciones llegando incluso a rozar los diez minutos como es el caso del tema que cierra el disco, "The Tower". Posiblemente sea ésta la mejor canción de esta primera parte; contando la misma con la participación del enigmático Timo Tolki (ahora un tanto apartado del mundo musical), pero curiosamente su cameo no es como guitarrista (que sería lo previsible) sino como vocalista haciendo unos párrafos y unos coros realmente magníficos en la parte final de dicho tema. Pero está claro que Tobias Sammet sabe moverse y rodearse por ende de grandes músicos y artistas...sólo hace falta echar un vistazo a los "títulos de crédito" para darnos cuenta de la magnitud del elenco de artistas que aparecen por aquí. Para dejarnos con la boca abierta.

A Tolki se le une en "The Tower" un resabiado David DeFeis, cantante de los americanos Virgin Steel; para muchos uno Manowar de segunda, aunque no puedo estar más en desacuerdo con esa afirmación. Ya quisiera Joey o Eric tener una mínima parte de la creatividad y desenvoltura de la que siempre muestra Virgin Steel, sólo hay que coger las dos partes de "The Marriage Of Heaven & Hell" para darse cuenta de que Manowar hace ya muchos años que perdieron el norte y eso a pesar que su último trabajo es medianamente decente. DeFeis también se sale en "Serpents In Paradise", un tema mucho más oscuro y opaco y para nada tan agudo y afilado como "The Tower" y donde Henjo Richter (Gamma Ray) demuestra lo gran y buen guitarrista que es sabiendo llevar en todo el momento el peso y la responsabilidad rítmica.

Su compañero de filas y uno de los grandes del género (Hansen) aparece como voz principal en "Inside", una gran balada de poco más de dos minutos que viene sustentada única y exclusivamente por una formidable melodía de piano, desgranada por las manos del prodigioso Sammet. En "Sign Of The Cross" Kai Hansen pierde fuelle y protagonismo cediéndoselo a tres de las mejores voces del Rock moderno, nada más y nada menos que a Rob Rock, Hartmann y a Andre Matos (ex-Angra). Estamos por suerte ante otro de los grandes temas del disco y en el que al igual que sucedía en "The Tower" Ludwig vuelve acompañar a Henjo a las guitarras realizando un "solo" de esos que pueden caracterizarse como antológicos.

"Avantasia" y "Reach Out For The Light" no dejan de ser un mano a mano entre dos grandes amigos y dos enormes músicos; uno totalmente desnortado en la actualidad y que fue mucho más de lo que hoy en día es (Sammet), y otro que por mucho que pasen los años siempre nos muestra la cara amable y sarcástica de poseer una de las mejores voces que nos ha regalado el metal (Kiske); bien es cierto que los "Keeper" de finales de los 80 juegan en otra liga y que están en una dimensión superior, pero de igual modo a nadie se le puede escapar que Unisonic han hecho un disco que podemos calificar como magnífico. "Breaking Away" no tiene nada que esconder careciendo de trampa y cartón, sólo hace falta escuchar los rápidos teclados iniciales acompasados por el doble bombo de Alex Holzwarth (casi nada el baterista elegido) para darnos cuenta que estamos frente a un tema que esconde la esencia del heavy alemán en cada una de sus notas y sus compases. Lo mismo ocurre con "The Glory Of Rome" un tema 100% power que muestra al Sammet más rápido y audaz de los últimos 10 años.

El Folk Metal también tiene cabida en este trabajo, el homenaje al mismo se rinde en "Farewell" con la fulgurante voz de Sharon den Adel como principal arma y piedra de choque, otorgando al tema de una sensualidad y de una dulzura inimaginables...Y mira que no soy yo gran seguidor de Within Temptation, pero he de reconocer que tiene una fantástica voz y una mejor presencia.

Avantasia y The Metal Opera, un proyecto fantástico del que fuera un músico genial y que tuvo unos años más tarde una fantástica prórroga; pero como suele decirse en estos casos "eso ya es harina de otro costal".


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