Crítica: The Darkness "Hot Cakes"

Es verdad, debemos admitirlo, queremos a The Darkness porque a pesar de que su temprano éxito se les subiese a la cabeza y se les metiese por el tabique, han tenido el valor de volver por la puerta grande y hacer un disco como "Hot Cakes" que suena a clásico instantáneo desde la primera nota. Producido por los propios hermanos Hawkins, el nuevo redondo es como escuchar una versión lúbrico-festiva de T-Rex sazonada por todas las características que hicieron famosos a los divertidos The Darkness en el 2003 y todos, todos aquellos que no soportaban la aguda voz de Justin deberán aguantarse y taparse los oídos con el potente falsete del que hace gala en "Every Inch Of You"; un alarido que raspa el oído del aficionado más duro y curtido en el glam rock con ese "Suck my cock!" que se te mete en el cerebro y se convertirá en todo un grito de guerra en sus conciertos porque "Every Inch Of You" será todo un éxito en directo (por no hablar del fantástico vídeo) y una letra que supone un regreso enorme con ese "I’m in a band with my brother and my two best mates, I never leave the house without my SM 58".

Suena divertida y excesiva como sólo The Darkness saben sonar al mismo tiempo que sexual ya que, como ellos mismos admiten, este disco ha sido parido directamente desde sus testículos y así es, exuda sensualidad por los cuatro costados y ya desde su misma portada. En "Permission to Land" (2003) nos deleitaban con aquella chavala que recibía a la nave espacial (herencia a Journey, Boston y todo lo que podáis imaginar en aquella ilustración setentera) y que recuperaba el encanto de aquellos viejos vinilos de siempre, "One Way Ticket to Hell... and Back" (2005) era bonita y arrolladora pero no lo que muchos esperábamos (tanto en envoltorio como en contenido) pero la de este "Hot Cakes" podría haber pertenecido a KISS. Lástima que las fotos filtradas del "making off"rompan ligeramente, con la vulgaridad de las modelos, la magia de una portada tan estupenda pero es que, como ocurre habitualmente en la vida, todo es más bonito en la ficción y la de The Darkness es por todo lo grande. La ilustración logra convertir las tortitas en auténtico postre caliente con las tres modelos embadurnadas de caramelo y si "Every Inch Of You" era el cañonazo con el que abrían, "Nothin's Gonna Stop Us" es un himno heredero de Queen,  otra maravilla llena de velocidad y rockeras guitarras que parecen imposibles de domar con un estribillo que vuelve a dejar claro que nada les va a parar ahora porque, francamente, no hay nada que me alegrase más que saber que los Hawkins han aprendido la lección y no van a volver a caer en las superfluas redes del éxito instantáneo. La vacilona "With A Woman" se convierte en una maravilla con un estribillo magnífico, no deja de resultarme irónico que Dave Grohl les haya atacado en algún que otro momento e incluso se haya burlado públicamente de Justin cuando mataría por tener una pizca del rocanrol que tienen los hermanos en sus manos y vendería su alma al diablo por un single como cualquiera de las canciones que integran este "Hot Cakes" pero, claro, para ello tendría que tener la voz de Hawkins y sonar como ellos. No es fácil que tu música suena a Lizzy, Boston, Queen o Journey, es bien jodido.

Pero es cuando comienza "Keep Me Hangin' On" con ese riff de guitarra propio de Survivor y ese estribillo de ABBA es cuando volvemos a mirar la portada. ¡Cuatro canciones magníficas de un tirón! ¿Cuántos grupos pueden decir eso en pleno 2012? ¡Cuatro canciones que podrían funcionar como singles en las listas! "Keep Me Hangin' On" es todo lo que uno desea de The Darkness a estas alturas de la película, una maravilla pegadiza como un chicle.  Las afiladas guitarras de "Living Each Day Blind" se extienden por toda la superficie de más de cinco minutos de la primera balada que no cuesta imaginársela escrita hace veinte años sonando en la MTV cuando ésta era una cadena de música y no la auténtica mierda productora de absurdos "realities" en la que se ha convertido. Pero si la amalgama de influencias ya formaban un nudo nervioso en este "Hot Cakes", cuando rompe una canción como "Everybody Have A Good Time" saltamos de nuestros asientos e identificamos también el poso de los australianos y las guitarras de los hermanos Young porque el riff suena a AC/DC y es importante precisar esto porque según se desenvuelve y llegamos otra vez al estribillo, vuelven a dar en la diana con otro himno de estadio ochentero y mareas de manos jaleando a Hawkins, Ed y Frankie muy alejado de las coordenadas del hard rock bluesero de Malcolm y Angus.

Si algo está claro es que la música de The Darkness no es un coñazo introspectivo como la de miles de grupos indies, ellos están aquí para acompañarte y animarte, para que te apoyes en su hombro y llores las penas lo justo para vivir y así en "She Just A Girl, Eddie" le dan consuelo a Eddie y a miles de hombres despechados; ¡Es sólo una chica, ella no te quería, sabemos que para ti será el fin del mundo pero hay cuatro billones de mujeres que querrán hacerte el amor! ¡Cuatro billones ni más ni menos! ¡Te ha dejado, celébralo! Si esa frase te la dice tu colega de toda la vida puedes darte por jodido porque en su vida verá más de dos o tres chicas interesadas por sus huesos pero estamos hablando de Justin Hawkins, al que no le hace falta ser Bon Jovi o Brandon Flowers, para llevarse a la cama a las mujeres de éstos y, si te descuidas, a la tuya y a la mía.

"Forbidden Love" es simpática y podéis llamarme loco pero cuando Justin eleva la voz me recuerda al mismísimo Roy Orbison porque sólo él puede pasar de Mercury a Roy en un tema que suena a gloria. Una guitarra y poco más para ponernos las pilas, "Concrete". ¡Qué poco hace falta para subir nuestra moral! Energía, frescura y su clásico falsete. Pero sí, la sorpresa no es otra que una versión de Radiohead que suena más épica que toda la discografía de los de Oxford, la versión definitiva de "Street Spirit (Fade Out)", un himno alternativo convertido en uno de estadio con un registro vocal imposible para el resto de los mortales e incluso para su creador. El motivo de incluir esta versión es más sencillo de lo que parece, según Hawkins; "Era un habitual de nuestro repertorio y quisimos grabarla lo mejor que podíamos" Sobresaliente es poco; abrasadora. El amor, ese concepto recurrente en la historia de la música es el protagonista de "Love Is Not The Answer" pero desmitificado y fuera del edulcorado tratamiento que el universo le confiere al mito abstracto de algo tan mundano como la reproducción y conservación. Magníficos coros con parones y arranques en otro estribillo para la memoria.

Me vienen a la cabeza noches interminables de cerveza con un amiguete y nuestro ebrio esfuerzo por cantar "I Believe In A Thing Called Love" pues bien para regocijo de los camareros, han pasado nueve años y, aunque nuestra amistad se fuese al mismo sitio que el segundo disco de The Darkness, yo decido seguir acompañando a Justin e intentar emularle dejándome la garganta en "Every Inch Of You" y su grito de guerra y a aquel y todos los que se han quedado por el camino, ya saben; como dice la canción... 

© 2012 Don Diablo