Crítica: The Arctic Monkeys "Suck It And See"

El nuevo disco de los Arctic Monkeys ha sido noticia por lo polémico de su título; "Suck It And See" ("Chúpalo y mira") ha sido censurado por la sociedad norteamericana que ha considerado oportuno el uso de una pegatina sobre su portada. ¿Pero qué se sabe de su contenido? El cuarto disco de "los monos del ártico" llegaba precedido por la golosina que fue el single de adelanto, "Brick By Brick", grabado en plena gira y publicado en su propia página web con la urgencia de un Alex Turner emocionado con el nuevo rumbo del grupo.

Si con "Whatever People Say I Am, That's What I'm Not" (2006) revolucionaron la escena musical por su inmediatez punk, su frescura y las letras de un jovencísimo Alex Turner que se creía Paul Weller cuando el resto de chicos de su generación no sabían nada acerca de The Jam ni habían bailado "Town Called Malice" en su vida, con "Favourite Worst Nightmare" (2007) confirmaron que lo suyo no había sido un golpe de suerte.

Aún así, este disco les conducía a un callejón sin salida que supieron sortear con la ayuda de Josh Homme. Resultaba increíble que alguien como él (Kyuss, Queens Of The Stone Age) se interesase por un grupo como los Arctic Monkeys pero, en efecto, se los llevo a tomar cerveza al Valle de la Muerte (California) y les hizo aullar en Joshua Tree. El resultado fue "Humbug" quizá el mejor disco del grupo de Sheffield. Oscuro y repleto de abigarradas guitarras, supuso la prematura madurez de unos niños que, de seguir por la senda continuísta de sus dos primeros álbumes, habrían caído en la caricatura, vendiendo millones de discos pero por poco tiempo, un producto de usar y tirar.

Producido por James Ford en Los Angeles, "Suck It And See", acaricia con la punta de los dedos la obra maestra del grupo.  "She's Thunderstorms" roza la épico, una canción estupenda para abrir un disco o un concierto, con un fraseo muy a los cincuenta y una batería marcada y machacona en sus estribillos.

"Brick By Brick" es el single más evidente y un adelanto increíble, directa y setentera con unas guitarras magníficas que dibujan los espirales de un vinilo al girar, mientras que el estribillo de "The Hellcat Spangled Shalalala" se pega como un chicle a tus oídos. Sin embargo,  "Don't Sit Down 'Cause I've Moved Your Chair" nos devuelve al Turner de los títulos largos y las guitarras pesadas y distorsionadas de "Humbug" mezclado con un falsete aullante que se traduce en una de las mejores canciones del disco. Intentar explicar la cantidad de influencias de un disco como éste es una labor imposible, contiene "tanto de tantos" que resulta difícil escribir de qué frasco han sacado cada especia.

El bajo de "Library Pictures" es heredero de su primer disco pero las guitarras nunca volverán a ser lo mismo tras el paso de Homme a los mandos de la producción y lo sabremos en una canción con unos acordes abiertos y llenos de "vibrato" que parecen sacados de las mejores carreteras perdidas de David Lynch.

"All My Own Stunts" es una de mis favoritas, un medio tiempo irresistible, ruido controlado y cambios de ritmo llenos de "feedback", como si The Jam hubiese nacido en el Seattle de primeros de los noventa. "Reckless Serenade" encara la recta final del disco con una riff juguetón que vuelve a aparecer en la siguiente "Piledriver Waltz" (vuelve la genialidad de Turner), la lenta "Love Is A Laserquest" es una tregua hasta "Suck It And See" o la britpopera "That's Where You're Wrong" que diluye todo rastro inglés en una parte central con unas texturas magníficas logradas en lo alto del mástil de Jamie Cook y una estupenda labor a la batería de Helders, aún así no pueden reprimirse y lanzarse a un estribillo puramente pop con un riff típicamente "anglo". Cuatro discos y cuatro aciertos, ¿quién sigue teniendo dudas sobre ellos?

© 2011 Jesús Cano