Crítica: Cult Of Luna "The Long Road North"

Parece mentira, pero Cult Of Luna, sin apenas despeinarse, están grabando quizá sus mejores discos en los últimos años, como si hubiesen entrado en una racha ganadora por la cual son incapaces de grabar uno que baje del notable. Como he escrito una y otra vez, creo que el mejor álbum de los suecos es "Somewhere Along the Highway" (2006) pero también que Cult Of Luna están, muy posiblemente, en su mejor momento como banda, dando la sensación de que podrían grabar lo que fuese, atreverse con cualquier reto y salir victoriosos. Tras “Mariner” (2016) grabaron uno de los mejores discos de 2019, “A Dawn To Fear”, y un EP como es "The Raging River" (2021) que sirve de puente estilístico para este “The Long Road North” en el que conservan el monolítico encanto de sus composiciones post-hardcore o sludge pero, al contrario que en "The Raging River", en este álbum hay espacio para momentos de calma y melodía, puentes de inquietantes desarrollos, que articulan las clásicas monstruosas composiciones que Cult Of Luna saben manejar con maestría, otorgando al álbum de un sentimiento cinemático que, por ejemplo, "The Raging River" (2021) carecía o no por lo menos de manera tan bombástica y marcada como “The Long Road North”, confirmándonos que con aquel EP estaban preparando el camino que ahora recorren. 

Por ejemplo, “Cold Burn”, arranca de manera impresionante; como si sonase una enorme sirena y Thomas Hedlund fuese una base programada, el sonido es orgánico pero repleto de groove, mientras Persson canta desquiciado, mientras “Cold Burn” es tan fría como un enorme submarino recorriendo las profundidades del océano y “The Silver Arc” alberga algo de esperanza; no sólo posee una de las mejores melodías del álbum, sino que esta suena ligeramente más esperanzadora en la amargura existencial de una banda que parece tomarse demasiado en serio. “Beyond I” con Mariam Wallentin ofrece algo de calma, aún conservando la tensión, algo que se agradece cuando llegan los doce minutos de “An Offering to the Wild”; una canción cuyo drama tarda en gestarse, cuya presión es construida sin prisa alguna a lo largo de sus primeros cinco minutos, para sonar más tremebunda aún que las anteriores y Cult Of Luna, sabedores de ello, aprovechan “Into The Night” como bálsamo nocturno para prepararnos de cara a una letanía como “Full Moon”, antes de la enésima subida de presión, de rechinar de dientes, de mandíbulas apretadas que es “The Long Road North” y la sensación de estar en mitad de una tormenta eléctrica antes de un estallido final que encontrará la calma en “Blood Upon Stone” y el bajo de Andreas Johansson sonando más profundo que nunca.

Es por eso que cuando suena “Beyond II” y su apocalíptico clímax, uno sabe que está al final de un viaje calculado al milímetro por una banda que parece no terminar de reinventarse y sin perder ninguna de sus señas de identidad, son capaces de que todo suene nuevo y mejor que nunca, de llevarnos de la mano a través de sus paisajes eléctricos y sentir tanto alivio de salir ilesos de semejantes lienzos sonoros pero, paradójicamente, querer volver a pincharlos para sumergirnos en ellos. No tengo duda alguna de que “The Long Road North” es, de nuevo, uno de los grandes discos de este año y que Cult O Luna, como no podría ser de otra forma, lo han vuelto a hacer y repetirán siempre que quieran; las musas están de su lado.

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