Crítica: Alice Cooper "Detroit Stories"

Hace mucho tiempo hablaba con un colega, él había visto a Miles Davis y Zappa en directo, yo a Tom Waits, Petty y Dylan, nos sorprendíamos de haber vivido en el mismo momento, el mismo planeta que todos ellos, aunque fuese por un breve espacio de tiempo. Y lo mismo siento con muchos otros de los que nos rodean, artistas como Brian Johnson, Angus Young, Bruce Dickinson, Iommi, Osborne y, por supuesto, Alice Cooper, entre muchísimos otros que me dejo, claro está. Así que, tras tres décadas formando parte de sus filas de irredentos seguidores y giras en las que he podido disfrutarle, todavía me sorprende que Alice Cooper siga publicando discos en pleno 2021 y, ahora que todavía esta fresco este que nos ocupa, “Detroit Stories”, ya esté pensando en el próximo. Tras "Paranormal" (2017) y un EP como “Breadcrumbs” (2019), además de estar constantemente de gira, The Coop homenajea a su ciudad, la denominada “ciudad del motor”, pero también del hard rock, de Iggy Pop, Ted Nugent, Suzi Quatro y, claro, MC5. Por eso, Cooper se mete en los Rustbelt Studios junto a su viejo amigo y productor, Bob Ezrin, para grabar un álbum que hay que entenderlo desde el humor y el puro homenaje, el disfrute, porque no nos equivoquemos; los discos de Alice Cooper donde mejor funcionan es en el terreno del humor y el hard. A todo ello hay que sumar una nómina de amigos e invitados como Mike Bruce, Dennis Dunaway y Neal Smith, pero también Larry Mullen Jr. de U2 o el incombustible Joe Bonamassa. “Breadcrumbs” nos daba la pista y apuntaba en el objetivo de Furnier, “Detroit Stories” nos lleva a la ciudad de los Pistons y la Alice Cooper Band.

 

Nada puede ir mal cuando suena el clásico de la Velvet Underground, “Rock And Roll”, y el fraseo de Reed es sustituido por el de Cooper, ganando en su tono canalla, sonando más cercana a los Stones que a la Velvet y Bonamassa plenamente inspirado, como siempre. “Go Man Go” ya la pudimos escuchar en “Breadcrumbs” y suena a Ramones por los cuatro costados, como divertida y desenfadada la versión de los Outrageous Cherry, “Our love will change the world”, ganando la versión de Cooper por su tono festivo y hasta cierto punto irónico, como acertado es también el single “Social Debris”, que no muestra a un septuagenario en plena forma, sonando con una guitarra sucísima y un cencerro que adorna su solo. El humor vuelve a hacer aparición con “$1000 High Heel Shoes”, los coros y los metales de los Motor City Horns y el relato de cómo perder todos tus ahorros por culpa de una stripper, pero la canción llega a su clímax gracias al wah y el toque funky.

 

“Hail Mary” suena cafre y con cierto ritmo surfero, como la revisión de “Detroit City 2021”, ya aparecida en su álbum “The Eyes of Alice Cooper” (2003) que ha ganado con el paso del tiempo y robustece un álbum que en sus números intermedios gana aún más en sabor con el blues que es “Drunk And In Love” y la fiesta hecha sonido en “Independence Dave”. ¿De verdad este disco se ha publicado ahora? Me resulta increíble escuchar a Cooper y pensar en su edad, darme cuenta de que tiene más energía y reaños que muchos de nosotros. “I Hate You” y los miembros originales de la banda suena atemporal, aunque no sea la mejor composición, como ocurre con “Wonderful World”, de la que me gusta especialmente su sarcasmo y su ritmo, pero no es lo que “Detroit Stories” necesita en una recta final desigual. “Sister Anne” de MC5 vuelve a poner en órbita “Detroit Stories”, justo lo que más le hacía falta, pena es el alegato contra el suicidio en “Hanging On by a Thread (Don’t Give Up)”, que suena emocional pero demasiado dramática, más cuando escuchamos la jovial “Shut Up and Rock” con Larry Mullen Jr. y el magnífico cierre de Bob Seeger con “East Side Story”.

 

“Detroit Stories” es un disco que podría haber resultado notable si hubiesen recortado esfuerzos, si hubiese quedado en doce canciones y dejado fuera otras pero, ¿quién soy yo para ponerle pegas a Alice Cooper? Que haga lo que quiera, que nosotros lo escucharemos. Afortunado de vivir en el mismo universo que él, desde luego que sí…

 

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