Crítica: Nails “You Will Never Be One of Us”

Que Nails nos golpearon a todos con aquel “Abandon All Life” (2013) y así, escarbando en su pasado, nos encontramos con el también soberbio “Unsilent Death” (2010) no es ninguna sorpresa para todos los amantes de lo extremo pero nunca creí que tres años más tarde aumentarían en fuerza y agresividad. “You Will Never Be One of Us” no sólo es un serio candidato a uno de los grandes álbumes de metal del año sino una sorpresa que no lo es tanto cuando comenzamos a escucharlo; Todd Jones, John Gianelli y Taylor Young se han superado a sí mismos en cuanto a composición, es innegable que como banda han conseguido una unión que convierte a Nails en máquina poderosa y perfectamente engrasada y, por último, Kurt Ballou (Converge) ha hecho un magnífico trabajo en el que, sin perder ni un ápice de contundencia, las voces suenan cristalinas, los riffs más gruesos y musculosos que nunca y la batería completamente atronadora; todo bajo un ambiente completamente insano de distorsión y mala leche que estoy seguro de que echará para atrás a todos aquellos que no estén acostumbrados a esa mezcla de grindcore, hardcore, punk o si preferimos llamarlo powerviolence llevado al extremo por una banda que, sin pretenderlo y con humildad, deja pequeños a Dismember o Entombed, los primeros Morbid Angel y su death en cuanto a términos de agresión; parece inevitable nombrar a alguna de estas bandas para intentar hacerle una idea al lector a lo que se va a enfrentar si se decide a pinchar “You Will Never Be One of Us”, al margen de cualquier estilo o subgénero, en un álbum de diez canciones en el que ocho de ellas no pasan del minuto y medio y las más extensas son “Violence Is Forever” y el épico cierre de ocho minutos que es “They Come Crawling Back” en el que se permiten hacer lo que les viene en gana y salir victoriosos tras habernos tumbado en los nueve asaltos anteriores.

Ya causó revuelo ver a John Baizley de Baroness, entre otros, en el videoclip del single “You Will Never Be One of Us”. ¿Qué querían decirnos con ese título? Repasando las canciones de Nails; esas que hablan de desesperación, de tocar fondo y no ser capaz de encontrar una salida o ver algo de esperanza, no era nada extraño pensar que “You Will Never Be One of Us” tuviese un significado claramente excluyente pero, como casi siempre suele ocurrir, las cosas son más sencillas del enrevesado sentido con el que, muchas veces, nuestra mente quiere dotarlas. Nails son unos currantes, no viven de su música y Todd Jones explicaba que dedica todo su tiempo a ésta, tan sólo la aparca para ir a su trabajo (ése que le paga las facturas) y estar con su familia siendo ese “Nunca serás uno de nosotros” el pensamiento que tiene cuando se cruza con cualquier músico que, a diferencia de él, se ha metido en el negocio por otro tipo de cuestiones que se escapan a su pasión más pura por la música. Y ahora sí que tiene todo el sentido del mundo ver cómo algunos compañeros, John Baizley o Kurt Ballou, se lo dicen a la cámara antes de que Nails arremetan con la canción que da título a su álbum…

Un golpe sobre la mesa, un empujón y Taylor Young golpeando sin descanso su doble bombo mientras la voz de Todd Jones suena tan desgarrada como un rugido en el que la potencia de su garganta parece saturar el canal, sencillamente bestial. “Friend To All” se encabrona de mala manera, son cuarenta y seis segundos de mala ralea, con John Gianelli y su bajo en la parte central hasta que Jones vuelve a gruñir y Young la remata al doble de tempo.

Comparada con la anterior, “Made to Make You Fail” (ojo, tan sólo cincuenta y cinco segundos de descarga) es más pesada hasta que vuelven a pisar el acelerador y, por primera vez, Jones tirará del puente de su guitarra y agitará el trémolo como si fuese un caballo desbocado e inevitablemente nos acordamos de Slayer; lo que pasa es que Nails son una versión hipervitaminada de éstos y allá donde Araya y King siguen con su thrash, Nails lo elevan a la séptima potencia. Si hace décadas el death o el grind fueron la respuesta lógica al thrash, Nails baten todos los subgéneros y los llevan al extremo con robustez.

Obviamente, esa mencionada agresión sigue presente, no sólo en su música, sino en las propias letras que escriben; no es raro encontrarse con canciones como “Life Is a Death Sentence”, “Violence Is Forever”, “In Pain” o la mencionada “Made to Make You Fail” que ahondan en lo peor de la naturaleza humana y nos sirven a todos de catalizador. Precisamente, “Life Is a Death Sentence” comienza entre el hardcore y el punk, ese powerviolence famoso, para convertirse en death y, dos segundos más tarde en puro grind pero la sorpresa es que saben pisar el freno y hacerla ganar en cuanto a groove.

No se puede decir que “Violence Is Forever” esté más trabajada que el resto porque sean tres minutos ya que todo el álbum, a pesar de su buscada escasa duración, denota dedicación. Pero “Violence Is Forever”, por supuesto, posee más partes y desarrollos que la engrandecen y nos muestra a unos Nails cómodos en sus constantes cambios mientras Jones vuelve a abusar de su guitarra. “Savage Intolerance” es pura rabia, no hay otra forma de describirla, mientras que “In Pain”, aunque continúa su estela, es aún más directa y cruda o “Parasite” logra transmitir tanta desesperación que, entre la voz de Jones, el bajo de Gianelli y la fuerza de Young consiguen que llegue a convertirse en una pieza abstracta de apenas un minuto como “Into Quietus” que suena absolutamente temible tras esas líneas de bajo y esa voz que parece que va a devorarnos antes de que surja uno de los mejores riffs del álbum y estoy seguro que del año.

Por último, la más extensa; “They Come Crawling Back” que podría resumir las nueve piezas que la preceden y en la que Nails se permiten el lujo de crear atmósferas con el feedback de la distorsión, cambiar de tempo varias veces e incluso añadir algunos efectos que tiñen la guitarra de Jones tan sólo cómo excusa para guiarnos a través del argumento de una canción que sirve como brillante cierre a “You Will Never Be One of Us”.

Es pronto para asegurarlo pero el álbum de Nails es una maravilla y estoy seguro que es uno de los grandes títulos de este año. Pena que no puedan dedicarse por completo a la música y tengan que, como muchos otros artistas, luchar pluriempleados, además de la triste noticia de la cancelación de su gira por Inglaterra y un parón indefinido que esperemos que no acabe con su carrera. Si este álbum se hubiese publicado en los ochenta estaríamos hablando de todo un disco de referencia, una obra seminal en la que muchos artistas se mirarían y buscarían para definir su propio sonido. No dejes que sea el tiempo el que te haga descubrirlo y escúchalo ahora, apoya a la banda y disfruta de este clásico instantáneo con apenas pocos días de vida. Inspirados y más salvajes que nunca, recuérdalos, que no te lo cuenten…


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