Crítica: Andrew W.K. "I Get Wet"

"Soy un tipo aburrido y tengo poco que decir, disfruto con Belle and Sebastian y mi universo se reduce a las rayas de mis calcetines, mis amigos de Facebook y las largas tardes frente a mi Mac en el Starbucks" y ese es el verdadero motivo por el que miles de chavales son incapaces de conectar con Andrew Fetterly Wilkes-Krier, más conocido como Andrew WK, doce años después de que este fabuloso "I Get Wet" viese la luz y nos cogiese a todos con el paso cambiado. Hablamos del primer gran disco de aquella anodina década, un clásico atemporal que derrocha tanta energía y buen humor que escapa a la razón de todos aquellos que ahora se acercan a él buscando el motivo de su éxito, analizando sus canciones como si fuese un disco sesudo. ¡Olvídate de eso, "I Get Wet" es un disco para salir de fiesta, o para ser pinchado antes de irse con los amigotes! Sus canciones suenan muy parecidas y la temática es siempre la misma; fiesta, borracheras, chicas, fiesta, fiesta y fiesta y no hace falta ser un lumbreras ni un alcohólico o un estúpido adolescente para disfrutarlo por primera vez o volver a hacerlo porque tampoco hay que tener mucha capacidad para adivinar de qué va el bueno de Andrew en "I Get Wet" y basta un breve repaso por los títulos de los temas para entender el disco; "Es tiempo de fiesta", "Preparado para morir", "Noche de diversión", "La fiesta más dura" y "Fiesta hasta que vomitas" son bastante explícitos y no dejan lugar a dudas. Si habitualmente uno busca discos llenos de grandes canciones a modo gourmet, "I Get Wet" es comida rápida, colesterol puro y duro, una enorme hamburguesa triple con efecto saciante que, sin embargo, te aporta energía para el resto de la noche y llegados aquí poco importa la estúpida opinión de Pitchfork.

"It's Time To Party", un minuto y medio de puro Rock con todos los estúpidos clichés de éste pero en su justa medida, hacen que funcione con una letra garrula como pocas; "It's time to party, Let's partyHang out with yourself and have a crazy party. Hey you, let's partyHave a killer party and Party!" y seguimos con "Party Hard", un auténtico himno con, otra vez de nuevo, todo un derroche de creatividad que, en vez de ser un factor negativo, hace que este álbum sea el más directo de la historia, para ejemplo; "When it's time to party we will always party hardParty hard (party hard, party hard, party hard party hard, party hard, party hard party hard, party hard, party hard party hard, party hard, party hard...)" No me vengan a decir que no resulta genial. 

"Girls Own Love" continúa la temática fiestera de un modo más reposado pero no demasiado porque la infantil intro de "Ready To Die" se convierte en uno de los mejores singles de "I Get Wet", tan sólida y rápida que asusta pero con una gran melodía pop que hace que se repita una y otra vez en tu cabeza incluso mucho después de haber dejado de sonar.

"Take It Off" y "I Love NYC" vuelven por los mismo derroteros (quizá ésta última sea levemente superior gracias a sus teclados), "She Is Beautiful" el otro single del álbum es otro chicle que se pega a tus oídos pero, claro, ¿cómo no va a serlo? "She Is Beautiful" se repita una y mil veces bajo sólidas guitarras metaleras, tan infantil como deliciosa. Otro diez. 

Por no hablar de "Party Til You Puke" (Fiesta hasta que vomitas) como si de los Ramones se tratasen, Andrew WK la ataca con rapidez y los teclados y miles de capas de guitarras acaban con la última neurona que te queda a estas alturas del disco. "Fun Night" es un medio tiempo, por increíble que parezca entre tanta rapidez, "Got To Do It" confirma que hemos levantado el pie del acelerador hasta "I Get Wet", el tema central del disco, con aires de himno y el vertiginoso ritmo de Donald Tardy (de Obituary, señores) ponen el punto final. 

Pero aquí no acaba la fiesta porque esta edición de su décimo aniversario incluye "Don't Stop Living In The Red" y versiones primigenias de casi todas las canciones de "I Get Wet" y, además y para ver como Andrew se las gasta en directo, cortes en directo de sus canciones. Destacan "It's Time To Party" (aún más loca que en estudio), "Party Hard" que se convierte en una verdadera pesadilla hardcore, "Ready To Die"que no es sino un canción sobre lo afortunados que somos por estar vivos y "I Get Wet" que, tal y como sospechábamos, es todo un gran fin de fiesta. Capas y capas de guitarras, docenas de overdubs, baterías atronadoras y la voz ronca de Andrew como anfitrión de una fiesta eterna. ¡Que no pare la música! ¡Feliz año!

© 2012 Conde Draco