Crítica: Taste "Taste"

Cambia su nombre de Liam a Rory (en honor al último rey irlandés antes de la invasión inglesa) y compra una Fender Stratocaster del 61 por apenas cien libras. La ha utilizado el mismísimo Buddy Holly, le dicen, no sabe si es cierto o pertenece a un músico de orquesta cualquiera pero a él le hechiza. Después de estar en una showband (como se les denominaba a los grupos de orquesta que tocaban estándares) llamada "Fontana Showband", forma The Impact con alguno miembros de la Fontana para tocar temas propios hasta que se da cuenta de que lo que el público pide es Rock N' Roll y con la ayuda de Eric Kitteringham (batería) y Norman Damery (bajista), ambos procedentes de The Axels,  forma Taste, el grupo que haría temblar a los mismísimos Cream de Eric Clapton. 

Después de hacerse un nombre, Polydor le pide que se deshaga de Damery y Kitteringham dando paso a la formación clásica de Taste con Charlie McCracken y John Wilson, con los que grabaría "On The Boards" (1970) y este "Taste" de 1969 que ahora nos ocupa. Pasaron a la historia con tan sólo dos discos de estudio pero es que, claro, Rory Gallagher era el motor de todo aquello. Cantaba, tocaba la armónica, el saxofón y, cómo no, su mítica Stratocaster Sunburst para la que su madre tuvo que hipotecarse. Nunca se desprendería de aquella guitarra durante toda su carrera.

Y es que, desde la primera canción, "Blister On The Moon", se desvelan los próximos treinta o cuarenta años de la música, no sólo de Gallagher sino de la historia. Suena a rock clásico, alternativo, psicodélico, pop, hard y blues. El suspense del comienzo, la aguerrida guitarra y la clásica tonada de Rory que nos hace sentir como en casa. Constantes cambios de tercio y la frescura de nuestro héroe que no duda en aporrear las cuerdas de su Strato pero es que, desde el primer segundo, ya sabemos cómo va a evolucionar su carrera porque, aunque toco diversos géneros (y todos con éxito pero no con reconocimiento masivo) Rory nunca se traicionó a sí mismo y fue fiel a su estilo y sus creencias. "Blister On The Moon" es Metal clásico saturado de la influencia blues británica que asolaba europa por culpa de Clapton y el ryhtm n' blues de los Rolling Stones anticipándose a la crudeza punk que todavía estaba por llegar. 

"Leaving Blues" de Ledbetter anuncia la versatilidad de Rory y ese toque acústico lleno de slides con un bajo jazz tras la rasgada voz del irlandés. Y ese solo, permitid que me apasiones, pero es tan sencillo como magistral. El blues lleno de fuzz de "Sugar Mama" nos rompe por completo, la voz rota es la auténtica protagonista y la guitarra sólo se atreve a surgir acompañada de una saturación exagerada y la compañía del bajo y la batería. Pero es en "Sugar Mama" en donde su Strato nos hablará sin rubor por primera vez, desbocada sobre la parca batería de Wilson.

La acústica vuelve en "Hail" (en un registro al que nos acostumbraremos en todos sus discos desde "Deuce"), en un blues más rural, rozando el country o las tonadas más antiguas. "Born On The Wrong Side" fue grabada como sencillo para Polydor y es incluida en este "Taste", con cierto toque irlandés en su parte central, es rasgada de nuevo por las guitarras y el estridente punteo lleno de energía marca de la casa. "Dual Carriageway Pain" es digna competidora de cualquier canción de Zeppelin y varios riffs y solos llenos de sabor, blues y rocanrol. "Same Old Story" son palabras mayores, es un monumento al rock con ese riff entrecortado basado en el blues, llena de fuerza y abrasadora, tan  genial que no ha envejecido, suena actual cuarenta años más tarde.  La batería se enloquece y la guitarra suena como nunca antes en un vinilo.

Cierran la tradicional "Catfish" con otra lección a las seis cuerdas en la que  ésta parece unirse a su voz sobre la asfixiante base de bajo y batería. ¿Cómo puede llegar a sonar así? y  "I'm Moving On" de Hank Snow, cuyo ritmo cabalgante parece anunciar que el irlandés había llegado para quedarse. Nunca en la historia de la música había aparecido un músico con tanta pasión y humildad. ¿Qué se siente al ser el mejor guitarrista de la historia? -le preguntaron a Hendrix. No lo sé, respondió, preguntádselo a Rory. Si es que tan sólo basta con escucharle…

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