Crítica: Van Halen "A Different Kind Of Truth"

La primera vez que escuché a Van Halen yo tenía únicamente seis años y no fue por casualidad sino de manera premeditada. Eran mediados de los ochenta y el último disco del grupo era el mítico "1984" (1984), Roth había abandonado el grupo y ya se estaba cociendo "5150" (1986) con Sammy Hagar. No tengo nada en contra de Sammy, me gusta su voz y sus discos con el grupo pero aquello no era Van Halen, era un grupo de rock "cojonudo" pero sin el binomio Roth/Eddie  se perdía gran parte de la peligrosidad y espectáculo desenfrenado que ofrecía el cantante y el guitarrista aceptaba como reto y contrapunto de su espectacular sonido de guitarra. Pero volvamos a mi primer encontronazo con el grupo; podría mentir diciendo que con seis añitos yo ya era un rockero impenitente y amaba todos y cada uno de los solos de Eddie pero no es verdad. Mi primer contacto con el grupo fue de forma casual, mientras veía una vez más "Regreso Al Futuro" de Zemeckis. Había una escena en la que Marty McFly se aparece en el dormitorio de su padre (todavía adolescente) y, vestido con un traje anti-radiación, le pone los cascos de su walkman, introduce una cinta que pone "VAN HALEN" y le despierta con la estridente guitarra de Eddie como si fuese un alienígena que le freirá el cerebro con ese sonido. Habían despertado la curiosidad de un chaval de seis años que, ni corto ni perezoso en su búsqueda, encontró en casa una cinta de color negro con una etiqueta similar, lo puso en el equipo de la casa y empezó a sonar "Eruption". ¿Qué os puedo decir? ¿Hice un pacto con el Rock N' Roll a partir de ese momento? No, desde luego que no, es más me asustó tanto o más que al padre de Marty McFly, no entendía nada, no sabía qué era eso que sonaba. Quité la cinta y la guardé en el cajón en el que estaba, no volvería a escuchar a Van Halen hasta seis años después, pero ya la cosa había cambiado, empezaba a interesarme por la música y aquella guitarra ya no me sonaba tan extraña, es más, me gustaba.

Veintimuchos años después de que Roth dejase el grupo (aúnque se hayan visto las caras en giras y alguna que otra vez en el estudio) Van Halen han vuelto y lo han hecho por todo lo grande. ¿Alguien daba un duro por ellos en el estudio? Nadie, pensábamos que una gira del grupo sería la única forma de pagar a todos sus seguidores, a aquellos que suspiraban/suspirábamos por ver a Roth de nuevo junto a Eddie sobre un escenario. Por lo que este "A Different Kind Of Truth"se nos antojaba un capricho de un grupo que, tal y como advertía Sammy Hagar, no sin cierta mala leche y rencor; "ya no compone canciones, sólo se limitan a trabajar con material antiguo". Es cierto, pero es que Van Halen tiene tanto, tantísimo material (descartes, maquetas, bocetos) que no ha llegado a grabar que podrían llegar a publicar todos los discos de estudio que quisiesen sin necesidad alguna de sentarse a escribir. Pero eso tampoco es del todo cierto, es verdad que han rescatado un buen puñado de melodías de sus primeros años con la intención de recrear la magia de aquellos discos pero también es verdad que la encomiable labor de hacer encajar todas las piezas y escribir, cambiar y volver a trabajar sobre esas ideas ya es en sí mismo componer. ¿Es acaso malo volver a pensar en algunas canciones a las que no se les dio la debida oportunidad y trabajar sobre ellas de nuevo?

Otra polémica más añadir
Si a la polémica y espectacular vuelta de Roth, los rumores sobre las adicciones de Eddie, los problemas de salud de Alex, la salida de Michael Anthony y la entrada del niño Wolfgang (otro Van Halen más a la banda) a las cuatro cuerdas, la interminable y deseada gira mundial, la constante rumorología sobre el nuevo disco le sumamos la polémica con la portada tenemos sobre la mesa uno de los retornos más famosos de una banda legendaria. Y es que la imagen, la perspectiva, los colores y el tren del disco "Movin' On" del 75 es sospechosamente parecida a la de "A Different Kind Of Truth". Obviamente, no imagino a Roth y Eddie diseñando la portada de su nuevo disco como tampoco les imagino pasando por alto las similitudes cuando, seguramente dijeron que querían un tren, y su equipo trabajó con una imagen como la de los Commodores. ¿Provocación, casualidad? Carece de importancia, con un disco como "A Different Kind Of Truth" recién salido del horno parece todo un sacrilegio detenerse en una nimiedad como la portada. Son veintiocho años sin un disco de Roth con Van Halen, ¡olvídemonos de los Commodores! Lo que en otro grupo nos habría servido para afilar los cuchillos, con Eddie sólo nos hace esbozar una sonrisa y pinchar el álbum.

¿Es "Tattoo" un buen tema? Sí. ¿Es lo que esperábamos? No. Su elección como single es arriesgada porque en el disco hay otros muchos temas con más calidad (como ese enorme "Big River") pero recuperando "Down In Flames", "Tatto" bajo un estribillo fácil y ramplón encierra grandes momentos como la férrea base que logran Wolfgang y Alex, el riff de Eddie y ese puente cantado a dúo que, junto con el magistral solo, hacen que la canción suba puntos. A todos los que la crítican, tan sólo un consejo; escuchadla en directo, el sonido sin producción y salvaje de la guitarra la hace cambiar por completo.

Volvemos a 1976 y "She's The Woman", una maravilla. La guitarra cabalga salvaje bajo una batería juguetona y unos coros llenos de magia. "You And Your Blues" debería haber salido como single en vez de "Tattoo", juguetona y con un Roth pletórico. Durante todo el disco mantendrá un nivel altísimo a la voz, es una gozada escucharle. Entre la teatralidad más "rothiana" y los agudos desgarrados de los setenta. Si en este disco hay un single es éste.

Llega el tapping y Betthoven en la guitarra con la que da comienzo "China Town" (Matthew Bellamy debe estar muriéndose de la envidia), el tren de la portada coge fuerza y nos lleva frenéticos durante los tres minutos ochenteros de duración de este acelerado corte. ¡Ojo al solo de Eddie! 

"Blood And Fire", basada en "Ripley" de 1984, es otra de las maravillas de este disco, llena de fuerza. No dejemos engañarnos por Eddie, aunque haya "repescado" una instrumental como "Ripley", le ha querido dar una oportunidad y escuchar a David gritar "Blooooood and fire!" justifica cualquier medio. "Bullethead", procedente de los setenta, suena como si el mundo se fuese a acabar para Eddie, las guitarras con las que comienza son sobresalientes, te recordarán al relincho de un potro salvaje. El tema en sí mismo discurre como un torbellino de dos minutos. Deja con ganas de más.

"As Is" pronto da paso a un riff lleno de rock y de desenfreno, con un trabajo magnífico de la batería. "Honeybabysweetiedoll" es la más oscura y asfixiante, con voces pregrabados y un comienzo en el que Eddie tensa y araña las cuerdas de su guitarra hasta que la canción estalla en mil pedazos, el riff es realmente excitante y sucio. "The Trouble With Never" de Roth es otro posible single como la rockera "Outta Space"totalmente apta para callar la boca de todos aquellos que criticaba la vuelta al estudio del grupo. 

Acústica y rootsy, "Stay Frosty" se descubre divertida y desenfadada con un Roth relajado hasta que el resto del grupo se une y la convierten en una fiesta. Pero es Eddie, quién si no, quien se lleva de nuevo el gato al agua en esta canción.  Antes escribía sobre "Big River" pero es que es enorme y crece con cada escucha. Sí, recuerda a sus mejores trabajos de los setenta. ¿Cuál es el problema? "Beats Working" (esa "Put Out The Lights"....) es la elegida para acabar el disco como sólo ellos saben. El disco llega a su final y uno se queda con ganas de volver a pincharlo. ¡VAN HALEN han vuelto! 


© 2012 Fukk Wylde