Crítica: Bruce Springsteen "Wrecking Ball"

El primer disco de Bruce sin Clarence no podría haber sido de otra manera. La enorme espalda sobre la que se apoyaba el Boss en la portada de "Born To Run" (1975) ya no está y, sobre fondo negro y no blanco, él se gira con la mirada baja. He leído todo tipo de comentarios e interpretaciones, así como estéticos ya que muchos fans consideran poco menos que una aberración una tipografía tan exagerada sobre una foto con tanto sabor como ésta pero, déjenme que les diga: me gusta tal y como está, con esas letras tan irregulares sobre él, sin rastro del nombre de la E Street y manchando la foto. La libre interpretación del concepto es mía pero seguro que miles y miles de seguidores y fanáticos han llegado a la misma conclusión antes que yo y, después de que esta crítica se publique, alguno que otro caerá en la cuenta. No importa, eso fue lo primero que me vino a la cabeza y, para mí, eso es lo que significa "Wrecking Ball", no es un nuevo comienzo porque decir esto sobre Bruce es una estupidez pero sí que es un punto y aparte. Hace muchos, muchos años, volvió con la E Street y, tras la muerte de Danny Federici y el enorme Clarence Clemons, sólo queda seguir adelante, sacar otro disco, hacer otra gira e ir despidiéndose de todos los amigos que, poco a poco, le vayan dejando hasta que el telón caiga cuando el último en marcharse sea él. 

Landau, aquel que supo ver en un jovencito Bruce el futuro del Rock N' Roll, aseguraba; "Bruce ha excavado tan profundo que ya no puede subir, para llegar a esta visión de la vida moderna. Las letras cuentan una historia que no puedes escuchar en ningún otro lugar, y la música es la más innovadora que ha hecho en los últimos años. Las letras son de las mejores de su carrera y tanto los fans experimentados como aquellos más nuevos de Bruce encontrarán mucho que amar en "Wrecking Ball". Y tiene toda la razón, si de algo peca el nuevo disco es de innovador dentro de su discografía. Quizá, el pegadizo single "We Take Care Of Our Own" no sea el mejor ejemplo y el gran público encuentre en él el clásico sonido de Bruce, épico y plagado de arreglos de piano mientras la batería golpea implacable pero no debemos dejarnos engañar con este "Wrecking Ball" ya que es un disco oscuro (como su portada), crudo (como la fotografía del músico), directo en su producción y con una labor rítmica que destaca por encima de cualquier cosa. La percusión, la batería, las palmas, los "zapatazos" y las supuestas bases programadas abarrotan un disco para escuchar con mimo y al detalle. "We Take Care Of Our Own" no es representativa de lo que nos encontramos en sus surcos pero el acople y la pesada batería con la que comienza sí que nos da una pequeña idea de lo que nos espera...

"Easy Money" es folk-rock con una base bien sólida y contundente, "I got a Smith & Wesson .38, I got a hellfire burning and I got me a taste, Got me a date on the far shore, it's bright and sunny, I'm going on the town now looking for easy money!" con "Shackled and Down" se confirma la teoría de que la percusión cobra especial protagonismo en un cruce entre Tom Waits y Steve Earle con toda la energía de Bruce y lo que parece convertirse en una fiesta. Pero no, no será hasta "Death to My Hometown" cuando saltemos de nuestro asiento para encontrarnos otro inicio basado en la percusión, palmas y gaitas (no es extraño cuando comprobamos los créditos y vemos que en nómina hay muchos de los músicos de The Seeger Sessions Band ). ¡Sí! Pero no dejemos que la música nos engañe y camufle una letra tan dura como la que Bruce nos canta; "Oh, no cannonballs did fly, no rifles cut us down, No bombs fell from the sky, no blood soaked the ground, No powder flash blinded the eye, no deathly thunder sound, But just as sure as the hand of God, they brought death to my hometown, They brought death to my hometown, boys" Sus letras nunca se han olvidado de la injusticia pero es en este disco en donde se vuelven más y más duras y oscuras. No, no estoy sordo, conozco la discografía de mi amado Bruce al dedillo pero no sé si es por el momento en el que este disco ha salido, por la pérdida de Clarence y el carácter general del álbum que me parece bastante más oscuro que los tres anteriores, cosas que tiene uno...

Pero no, mi pasión por "Death to My Hometown" no ha hecho que me olvide de "Jack Of All Trades" el cuarto lugar del disco deja la tranquilidad después de las tres descargas iniciales para una canción lenta con la voz de Bruce en primer plano y un piano de cadencia lenta y encanto soul, la batería vuelve a ser pregrabada y, aunque me duela decirlo, le sienta maravillosamente bien a la canción. "This Depression" vuelve a comenzar con el ritmo cansado y monolítico de una batería que parece dejar caer sus baquetas con solemnidad sobre los parches y el estribillo reza "I need your heart, In this depression".

"Wrecking Ball" es la canción río de este disco, con una trompeta hiriente y pegadiza en su estribillo a manos de Darrell Leonard, con un cambio de ritmo espectacular y magnífico, me encanta la melodía de la estrofa y la sección de cuerda. "Because tonight all the dead are here, so bring on your wrecking ball, bring on your wrecking ball" y la canción se acelera hasta hacernos llegar a un clímax que deseas que nunca acabe. Pero, si antes escribía acerca de la oscuridad, Bruce también nos canta "And hard times come, and hard times go" en una especie de mantra que acaba a coro para volver a sonar la trompeta a modo de liberación acabando la canción de manera frenética. Claro que sí, los malos tiempos vienen pero también se van, no hay mal que dure cien años y hay que mirar al futuro con fuerza. Bruce lo sabe.

"You've Got it" y un slide guitar suave tras su voz en una canción de tempo lento que abre a "Rocky Ground" y su estribillo: "We've been traveling over rocky ground, rocky ground", una canción con aires gospel y, de nuevo, una batería programada. ¿Qué decir de "Land Of Hope And Dreams"? De sobra conocida por todos nosotros (como "American Land" o la mismísima "Wrecking Ball"), por todos aquellos que seguimos a Bruce. No me gusta el uso de la batería electrónica como comienzo pero el estallido en el que se convierte merece la pena porque se trata de una celebración y Max vuelve a golpear con fuerza mientras recordamos a Clarence. "We Are Alive" y sus rasgueos a la guitarra mientras nos recuerda que sí, que estamos vivos a través de unos aires propios del mismísimo Johnny Cash.

Hay veces en las que uno llega a casa desencantado después de haber trabajado todo el día, enciende la televisión y resulta imposible desconectar del todo y es en ese momento, justo en ese momento cuando uno piensa: "Necesito a Bruce, necesito que saque ya su nuevo disco" No es una exageración, para muchos de nosotros Bruce es algo más que un artista, es un amigo del que tiramos cuando nos va mal y con el que celebramos cuando todo nos va bien. Pues bien, aquí esta de nuevo para demostrarnos que en él podemos confiar. "Wrecking Ball" es el disco que necesitábamos en este 2012 y eso ya es demasiado.

© 2012 Johnny 99