Concierto: Arctic Monkeys (Madrid) 28.01.2012

SETLIST: Don't Sit Down 'Cause I've Moved Your Chair/ Teddy Picker/ Crying Lightning/ The Hellcat Spangled Shalalala/ Black Treacle/ Brianstorm/ The View From The Afternoon/ I Bet You Look Good On The Dancefloor/ Library Pictures/ Evil Twin/ Brick by Brick/ This House Is A Circus/ Still Take You Home/ Pretty Visitors/ She's Thunderstorms/ Do Me A Favour/ When The Sun Goes Down/ Suck It and See/ Fluorescent Adolescent/ 505 (Con Miles)/

El auténtico problema de asistir a un concierto de Arctic Monkeys un viernes de Enero en un Madrid gélido y desangelado, el auténtico problema, es hacerlo después de haber asistido a una cita verdaderamente histórica con Mastodon el Lunes y, después de eso, queda ya todo dicho. La ilusión inicial al saber que el amiguete de Alex Turner, Miles Kane, abriría el concierto se tornaba en desilusión cuando, con George Harrison y su imponente canción "Wah-Wah", Miles y los suyos tomaban el escenario de un Palacio de Deportes que no les quedaba grande sino exagerado para unos músicos de su nivel con una propuesta tan aburrida y manida como la suya. Soy de los que disfrutaron a lo grande con el disco debut de The Last Shadow Puppets y pensaba que Miles era un gran compositor, que él y Turner formaban un tándem de lujo, después de verle hoy en Madrid debo decir que me equivocaba; Alex Turner tiene talento, Miles Kane es un fantoche. 

Pantalones de cuero, camisa de leopardo (increíble pero cierto) y una Telecaster azul claro con bigsby (lo único realmente sobresaliente de los cuarenta y cinco minutos en los que sólo provocó aburrimiento) fueron su uniforme de la noche, pretendía parecer auténtico pero, para entrar en el panteón del rock en mayúsculas, primero hay que madurar y saber comportarse en el escenario (no basta con agacharse a aporrear la guitarra como si fuese Keith Richards ni levantar constantemente los brazos como King África), después tiene que aprender a tocar la guitarra (tras escuchar a Brent Hinds en directo, que tampoco es un virtuoso como Petrucci, lo de Miles ha sido de traca), rodearse de músicos solventes y no niños que parece que vayan a romperse en cada tema y, por último y no menos importante, aprender a componer buenas canciones como hace Turner y no limitarse a copiar el sonido del grupo de su amigo (ha habido momentos realmente ridículos, como si lo que estuviésemos viendo fuese una mala copia de los Arctic Monkeys originales). Demos gracias que, después de la decepción que nos supuso el último de The Rascals, no comprásemos el disco de Miles y podamos haberle visto antes en directo para confirmar que es mejor invertir ese dinero en un mini de cerveza.

¿A qué hora empezaban los Arctic Monkeys? Bendita la idea y moda de no señalar la hora en las entradas, así el promotor se ahorra quebraderos de cabeza si el grupo decide salir una hora o dos tarde. A las diez y cuarto saltaban al escenario los "monos del ártico" vestidos de cuero, de moteros, en un intento de parecer rockabillys. Alex con chupa de cuero y pelo engominado. 

¡Qué diferencia de sonido respecto a Miles Kane! Los Arctic sonaban sólidos y ponían la directa con "Don't Sit Down 'Cause I've Moved Your Chair", buen comienzo, sí señor. "Teddy Picker" y todos los púberes allí presentes a saltar como si fuese "Tommy Gun" (que más quisieran...) y la genial "Crying Lightning" fueron las encargadas de dejar claro que el pésimo sonido con el que nos había "deleitado" Miles Kane no era un problema del recinto sino del músico, su banda y su equipo. 


"The Hellcat Spangled Shalalala" sonó cincuentona y bien representada por el look del grupo en esta gira, el single "Black Treacle", lleno de buenas guitarras, y la contundente "Brianstorm" allanaban el camino para una enorme "The View From The Afternoon", paulwelleriana llena de energía "I Bet You Look Good On The Dancefloor" y las más discretas en directo pero igualmente sólidas "Library Pictures" y "Evil Twin"

El público, mayoritariamente ignorante, poco exigente y fácil de convencer, se emocionó con "Brick by Brick" (que no sonó ni la mitad de potente que en el disco, una pena) y justo en este punto es cuando podemos decir que el repertorio, sin ser malo, da la sensación de perder fuelle con "This House Is A Circus" o la funesta "Pretty Visitors" en la que Alex Turner se libera de su preciosa Gibson para intentar levantar la canción él solo con su voz. Craso error, Turner es un buen compositor, tiene mucho talento pero no es un buen frontman y verle liarse con el cable del micro roza la vergüenza ajena. Recobran cuerpo con "She's Thunderstorms" pero, cuando el concierto encara y su recta final y es justo cuando deberían pisar el acelerador, entran en el más descorazonador de los letargos con "Do Me A Favour", "When The Sun Goes Down", una "Fluorescent Adolescent" cantada sin ganas y ya cuando sabotean su propia actuación con "505" y Miles de nuevo en el escenario es cuando decidimos abandonar el concierto y perdernos en la noche. 


Sin ser un mal concierto queda muy lejos de la brillantez que se le presupone a un grupo como ellos, en los que se han volcado tantas expectativas, y que presume de tomar el relevo a muchos de los grandes a los que, por suerte, todavía podemos ver sobre los escenarios con sus interminables giras. Las comparaciones son odiosas, no siempre la juventud es sinónimo de energía y frescura. Otra vez será...

© 2012 Fukk Wylde