Crítica: Ahab “The Coral Tombs”

Piénsalo un poco, si Ahab dedicaron sus dos primeras obras, “The Call of the Wretched Sea” (2006) y “The Divinity of Oceans” (2009) a los escritos de Melville, en los que se basaron (además de su nombre), “The Giant” (2012) en Edgar Allan Poe y “The Boats of the Glen Carrig” (2015) en William Hope Hodgson, no resulta extraño que “The Coral Tombs” (2023) sea en Julio Verne, pero lo que sí resulta extraño es que, pese a la pandemia, Ahab hayan tardado ocho años en regresar. Obviamente han girado a lo largo y ancho del mundo, además de haberles afectado el parón del confinamiento y sus restricciones, y Ahab han aprovechado este tiempo para componer “The Coral Tombs”. Por supuesto, llegados a este punto, es de ley admitir que siento debilidad por sus largos y pesados desarrollos, que Ahab son una de las bandas que estoy seguro que despuntarán y alcanzarán un mayor reconocimiento, o así lo entiendo, pero también debo admitir que, aunque notables y algunos sobresalientes, ningún álbum de los alemanes es perfecto y tampoco pasa nada por ello, sus gigantescas composiciones no dejan de ser interesantes por ello y la sensación de ser devorados en el fondo del mar, mientras morimos ahogados, es uno de los grandes atractivos de Ahab (por paradójico que esto puedo parecer, como sinónimo de algo positivo), pero lo cierto es que la banda son capaces de llevarnos de viaje en el tiempo a otros mundos acuáticos de pesadilla y expresar eso con sus instrumentos está sólo alcance de unos pocos.

“Prof. Arronax’ Descent into the Vast Oceans” es un comienzo tan impactante como para hacernos creer que Ahab han cambiado, como oyente uno espera una larga introducción doom, pero nos encontramos un torbellino de burbujas en el que Droste se desgañita y nos hace descender a toda velocidad al fondo del mar y sólo cuando alcanzamos la altura necesaria es cuando Ahab, de manera sabia, bajan las revoluciones y se regodean en esos tempos que también manejan. “Colossus of the Liquid Graves” produce esa sensación de habernos encontrado con un monstruo antediluviano en las profundidades, no sólo los lentísimos movimientos de la banda sino esas voces liberadoras tras las estrofas, esa sensación de estar presenciando el alarido de un Megalodón o un gigantesco pulpo, más propio de Lovecraft que de Verne. “Mobilis in Mobili” es el fangoso sedimento repleto de hallazgos, pero que también puede convertirse en tu tumba, que Ahab nos proponen hasta llegar a “The Sea as a Desert” y ese sentimiento que transmiten en sus diez minutos, como si fuésemos parte de una expedición que contempla el fondo marino como un enorme y vasto desierto en el que nuestra vista se regodea antes de encontrar el bonito pero mortífero lecho de “A Coral Tomb”. El trabajo de Ahab en “The Sea as a Desert” es tan descriptivo en su música que a uno no le cuesta nada en absoluto sentir aquello que quieren transmitirnos, gracias a las guitarras de Droste y Hector, pero también la percusión de Althammer. Mientras una parece incapaz de contener la grandeza oceánica, “A Coral Tomb” es reflejo de la angustia.

“Ægri Somnia” es la más melódica de todo el álbum, son los doce minutos más accesibles de toda la colección y encuentra su atractivo, además de en la melodía, en las arremetidas constantes de una banda que parece empujarnos contra la corriente, mientras que “The Mælstrom” parece un lamento cuyo crescendo hasta convertirse en un aullido es la constatación de que algunos quedaremos con los pulmones encharcados en salitre por toda la eternidad, mientras otros escaparemos con mayor fortuna, cuando los únicos ganadores son Ahab que en su quinto disco vuelven a demostrar que necesitan tiempo para grabar grandes obras, aunque no redondas, con las que impactarnos. No tengo duda alguna de que los alemanes seguirán creciendo y su propuesta ganando adeptos, tan sólo espero que no vuelvan a pasar ocho años hasta su próximo álbum, nos merecemos más a menudo sentir cómo perdemos la vida en cada aventura que componen y tanto tiempo se hace eterno. La belleza nunca fue tan asfixiantemente atractiva.

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