Crítica: Cannibal Corpse "Violence Unimagined"

El primer disco que escuché de Cannibal Corpse fue “The Bleeding” (1994) y todavía recuerdo a chavales con la camiseta de “Vile” (1996), luciéndola orgullosos en el instituto. Y escribo esto para entender lo que la banda de death metal por antonomasia (que me disculpen Autopsy, Death, Possessed, Morbid Angel, Immolation u Obituary entre otros mil) significa para mí, tras tantos años de locura, treinta y tres de carrera y quince discos. A la banda se ha unido el mítico Erik Rutan (quien no sólo aporta sus guitarras sino también su arte tras los mandos, logrando que el álbum suene tan potente como repleto de matices, siendo el disco que mejor suena, quizá, desde “Kill”, 2006), sustituyendo a Pat O'Brien y, aunque "Violence Unimagined" (2021) no sea la cuadratura del círculo y no vaya a lograr que crezca su base de seguidores, si lo tuyo es el buen death metal, interpretado por músicos profesionales a un altísimo nivel (sí, dejémonos de tonterías, Cannibal son grandes), además del consabido “buen gusto” para las letras, "Violence Unimagined" es uno de los lanzamientos del año.

 

"Murderous Rampage" es un comienzo brillante, atípico para Cannibal, con George dejándose la garganta, sonando mejor que nunca y, creedme, no son palabras gratuitas; le considero uno de los mejores vocalistas del metal, en un estado magnífico. En “Necrogenic Resurrection’s” nos encontramos a Rob Barrett y Rutan escupiendo riffs tan cortantes como la leyenda de la banda, los también míticos Alex Webster y Paul Mazurkiewicz suenan tan exactos como un reloj suizo, conformando una solidísima base rítmica. Además, hay una parte en que Barrett y Rutan parecen ir a destiempo; a un tempo más lento, pero entrando y saliendo hasta que llega el momento del solo y George parece que nos devora las tripas. No es casualidad que jueguen así con las guitarras, “Inhumane Harvest” recuerda a la época de “The Bleeding”, como también me gusta la progresión de acordes en “Condemnation Contagion” y parecen electrocutarnos con los armónicos. "Surround, Kill, Devour" es tan cruda y directa, tan gruesa en su riff que nos deja descanso, además me parece brillante cómo ponen la directa tras estrofas más lentas. 

 


"Ritual Annihilation" es una exhibición de Mazurkiewicz, por el que el tiempo parece no pasar, sin olvidarnos de George "Corpsegrinder" Fisher y esa voz que parece que fuese a romperse en cualquier momento, entre vibrantes graves. Otra de las grandes canciones del álbum es “Follow the Blood”, con tanto groove y mala leche como para justificar la compra de "Violence Unimagined". "Bound and Burned" y "Cerements of the Flayed" son buenas canciones y es innegable el esfuerzo melódico de la banda, pero desmerecen un poco el conjunto, como tampoco puedo decir gran cosa de una composición tan discreta como “Slowly Sawn”, no es horrenda, pero tampoco memorable, simplemente olvidable. Todo lo contrario que “Slowly Sawn”, quizá no su mejor canción, pero un auténtico torbellino de dos minutos y medio que, aunque no pretenda solventar la segunda mitad del álbum, deja un gran sabor de boca.

 

Criticar a Cannibal Corpse debería estar penado, puede que "Violence Unimagined” incluya algunas canciones menores, sobre todo en su recta final, pero escucharlo es un auténtico placer. Rutan esta magnífico y me alegro por la oportunidad que esto significa para él, Webster y Mazurkiewicz soberbios, Barrett en su punto justo y George "Corpsegrinder" Fisher tan enorme como siempre, incluso más. No es un disco sobresaliente, pero sigue siendo magnífico el reencuentro y la ejecución. Si los criticas, no eres digno de su música…


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