Crítica: While She Sleeps “SO WHAT?”

Lo que en la barra de un bar solucionas de manera breve y concisa, se vuelve una tarea quizá demasiado compleja cuando tienes que ordenar tus ideas sobre la hoja en blanco y quieres dejar tan satisfecho a todo el que lo lea, como a ti mismo, en primera instancia. Con While She Sleeps tengo tantos sentimientos encontrados que es complicado escribirlos en unas pocas líneas. Por una parte, la espina dorsal de la promoción de “You Are We” (2017), fue la libertad creativa y el esfuerzo económico que supuso romper el cordón umbilical con Sony y todo ello se narró como si de una gran gesta se tratase, tanto que devoró a las canciones; la importancia de ello estribaba en una banda al borde de la fractura, que miraba con valentía al futuro y nos lo hacía creer al resto con la promesa de una carrera que no dependería nunca más de las grandes multinacionales y, por tanto, se mostraba tan incierta pero, diantres, tan excitante que era imposible no entender aquel álbum (inferior, claro está, a “Brainwashed”, 2015, y “This Is The Six”, 2012) como uno de transición, respaldado por todos sus seguidores. Pero todos comemos y, perdonando la obligada mención, Cobain lo explicó mejor que nadie hace más de veinte años cuando su banda cambió Sub Pop por Geffen e intentaba explicar a esos jóvenes punks que algún día crecerían y tendrían que pagar pesadísimas letras, facturas e hipotecas. En el caso de While She Sleeps, su mutismo es lo más encabronante, mientras que en “You Are We”, aquel salto al vacío lo era todo, de la hábil artimaña contractual por la cual su propio sello, Sleeps Brothers, se ha unido con Spinefarm Records, de la todopoderosa Universal Music Group, todavía no he escuchado declaración alguna y, ni mucho menos, sirve para vender un artefacto tan horrendo como “SO WHAT?”

Por otro lado, hay que ser muy infantil (estamos hablando de un subgénero claramente adolescente como el metalcore al que le sienta muy bien el acné, pero muy mal el paso de los años, tampoco me voy a sorprender de las elucubraciones de una audiencia que piensa que los actuales Architects son la cuadratura del círculo) para creer que el sibilino cambio de sello es lo que ha logrado que la música de While She Sleeps suene tan intrascendente. Muchos pensarán que, en efecto, es así porque tras un disco en una multinacional hay unas cifras que cumplir y un beneficio que generar, pero While She Sleeps van a lograr justamente lo contrario con “SO WHAT?”. Producido por Carl Bown, este nuevo álbum que he tardado tanto en reseñar como en digerir, suena bien (¿para qué mentir? Además, estoy convencido de que los puntos flacos de la producción no lo son tanto, como una petición estética de la banda) porque lo que suena mal es la decisión de incluir pregrabados o arreglos electrónicos de feria, propios de un Skrillex de pueblo, que lograrán sonrojar a todos los que disfrutaron de “This Is The Six” pero son lo suficientemente jóvenes para no haber escuchado nunca a Fall Out Boy o un disco tan injustamente maltratado como "The Path of Totality" (2011) de KORN, ni falta que les hace…

“ANTI-SOCIAL” es un mal single, las guitarras de Sean Long y Mat Welsh suenan todo lo razonablemente bien que deben en un álbum en el que tenemos que aceptar que los ‘breakdowns’ son poquitos, de una calidad ínfima y menos originalidad, pero si no funciona es por lo prefabricado de su sonido, la batería de Savage es un verdadero horror, los efectos de las voces o el bajo de McKenzie en tercer plano. Pero es la propia composición la que lo hace naufragar, las diferentes partes se integran bastante mal y parecen ideadas únicamente para intentar impactar a un oyente que la entenderá como un producto y no como una composición genuina de While She Sleeps. Me gusta la letra de “ANTI-SOCIAL” y de todo el álbum, en general, pero escucharles cantar semejantes proclamas de manual con un sonido tan domesticado y accesible, es similar a lo que siento cuando escucho lo impostado de Ivan Moody en una banda de “ciclos sanos”, como es Five Finger Death Punch, o a Morello hacer lo propio desde la comodidad de su vida, antes y después de tener éxito con Rage Against The Machine, que ya nos conocemos…

Lo peor está por llegar en “SO WHAT?”, “I’VE SEEN IT ALL” y sus coros púberes, más propios de Imagine Dragons o el pop de baratillo de “INSPIRE” son una verdadera bajona, nunca pensé que While She Sleeps acabarían devorados por un sonido tan tristón, desdibujando su personalidad por completo, hasta la homónima “SO WHAT?” en la que Morello les habrá prestado el Whammy en una canción tan ñoñita e inofensiva que, paradójicamente, hace daño a los que alguna vez hemos sentido cariño por Lawrence y lo que parecía una verdadera banda de amigos que superaban las adversidades propias de la vida, sumadas a las de la industria. “THE GUILTY PARTY” es quizá una de las peores que hayan firmado, tan lineal como aburrida, en dura competición con “HAUNT ME” por todo el edulcorante del mundo, como estropean “ELEPHANT” con ese muro de sonido en las voces y la absoluta gilipollada de “SET YOU FREE” con una introducción que causa tanto estupor como vergüenza ajena, que tampoco es posible de ocultar en “GOOD GRIEF”; en lo que parece toda una mutación a ‘boy band’ y un final tan descafeinado como horrendo con “BACK OF MY MIND” y “GATES OF PARADISE”, canciones que resulta imposible analizar con un mínimo de profundidad del que carecen como composiciones porque, como todo “SO WHAT?”, producen la amarga sensación de haber sido escritas y grabadas con la presión propia de meterse en el estudio y capturar embotellada la esencia de While She Sleeps, sin su lógica frescura, en una triste escapada en la que ya a muchos poco nos interesa como saldrán de esta porque tampoco estaremos.


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