Crítica: Amon Amarth "Deceiver Of The Gods"

¿Estamos ante la mejor banda de death metal melódico? Difícil respuesta para una pregunta que aún lo es más. No será un servidor el que responda dicha cuestión de forma tajante y cerrada, es muy complicado hacerlo, y sobre todo hacerlo correctamente. Lo que no hay duda y sí que podemos decir es que estamos ante una de las mejores bandas de la última década. Decir que Amon Amarth son grandes o enormes es quedarse corto para referenciar a una de las bandas que más cariño proceso y a uno de los grupos extremos que más está creciendo en los últimos años y que más fans han ido sumando disco a disco. 

Recuerdo cuando no eran más que una banda "underground" (y no hace tanto tiempo, "Fate Of Norns" puede servirnos como punto de ubicación temporal en este caso) cuando ni siquiera llenaban una sala de 100 personas; nunca olvidaré por ejemplo el gran concierto que dieron en la sala Copérnico de Madrid (por cierto un sitio infecto en condiciones normales) en la presentación de su sexto álbum "With Oden On Our Side", ante una audiencia que no superaba en mucho la cifra antes citada. Pero por suerte (sobre todo para ellos) esto ha cambiado y lo han hecho aplicando una fórmula muy simple y muy sencilla; la música de Amon Amarth tiende a gustar a todos los amantes de la música heavy, tanto a los más duros (evidentemente siempre hablamos en término de gustos musicales) como a los menos ya que nos ofrecen una mezcla perfecta y milimétrica de fuerza y melodía, algo que hoy en día no es tan fácil de ver todavía en muchos grupos y que sin embargo y bien aplicado puede dar sus frutos. Si nos ponen delante un grupo erige como estamento  el siempre bronco death metal pero que sin embargo el mismo lo endulcoran con unas melodías y con un fantástico ambiente épico; creerme, no podemos decirle que "no"...

No son pocos los discos que llevan los suecos ya fichados en la mochila, unos currantes natos que se plantan, así como quien no quiere la cosa, en su noveno disco de estudio (ahí es nada) con "Deceiver Of The Gods" (si es que lo hacen tan fácil...). Y ante la siguiente pregunta que siempre surge cuando se analiza un disco (¿qué novedades nos vamos a encontrar en este nuevo disco?) tenemos que deciros que "ninguna". Nosotros somos de los que defendemos que si algo funciona no hay porque tocarlo y Amon Amarth, como buena empresa, bien conocedores de lo que se traen entre manos y a sabiendas de lo bien que están funcionando en los últimos años disco tras disco, llevan a la práctica dicha teoría. Así que si esperáis algo nuevo en este nuevo disco, iros olvidándoos de él, no perdáis un segundo de vuestro tiempo en escuchar "Deceiver Of The Gods", ya que Hegg y compañía no son de los que juegan con rompecabezas, ni músicos que les guste innovar, eso se lo dejan para otros. A ellos les van las cosas fáciles y sencillas y con esa tesitura repiten por enésima vez la fórmula que les ha llevado a recoger tan buenas cosechas en estos últimos años. Así de simple, así de efectivo; con Amon Amarth la rutina jamás se vuelve monótona...

Lo comprobamos rápidamente con el tema que da título al álbum, una joya, un diamante en bruto (y nunca mejor dicho). Su comienzo es acojonante, disfrutas cuan gorrino en un maizal escuchando como los platillos de Fredrik tienden a infinito mientras el riff de Olavi te cae de la nada arrasando, como si de un maldito panzer se tratara, todo lo que encuentra en su camino. Estamos ante uno de esos riffs que te enganchan de primeras, que según lo escuchas la primera vez ya exclamas "Oh my God". Menudo cañonazo que se han sacado de la manga estos singulares pesonajes, se aprecia perfectamente y con todo lujo de detalles la fuerza que tiene esta máquina nórdica de hacer música...¿y la melodía? pues ya os podéis imaginar lo que nos vamos a encontrar en un tema que ha sido escogido como single de presentación de un álbum de Amon Amarth...vamos, una de esas armonías que escuchas cien veces seguidas y aún así te parecen pocas y la dopamina te sigue pidiendo una más. Creo que no es una exageración si digo que estamos ante una de las mejores canciones de la discografía del quinteto sueco, equiparable a la bellísima "Twilight Of The Thunder Gods" de su séptimo trabajo o la fascinante "Death In Fire" de su "Versus The World"... "As Loke Falls" es otro gran tema donde Hegg nos muestra su lado más versátil metiendo sus rotos guturales entre los metódicos punteos de Olavi y de Soderberg. El tema en sí no tiene la misma fuerza ni la misma dinamita de "Deceiver Of The Gods" pero aún así seguro que será uno de los cortes que harán en directo en su próxima gira (por cierto, en su vertiente europea nada más y nada menos que con Carcass), ya que el mismo se precia para el estilo y la fuerza que procesa.

"Father Of The Wolf" saca el perfil más épico de la banda de Tumba, en una canción  en la que el headbanging se desarrolla de principio a fin gracias a unos puentes idílicos y fantasiosos guiados por los dos fieles escuderos con los que cuenta Hegg. Con ello no quiero menospreciar en absoluto la actuación de Ted y de Fredrik; ambos son grandísimos músicos y aportan (y mucho) a Amon Amarth, pero evidentemente dada la musicalidad y el perfil de la banda Olavi y Soderberg desarrollan un papel mucho más importante...Y por cierto, ¿quién no se puede enamorar de un tema como "Shape Shifter"? Junto con "Deiver Of The Gods" es uno de los temas más clásicos y con más empaque del álbum; canción que nos sirvieron como entremés a fin de dejarnos con la miel en los labios ante la ovípara selección que imaginábamos vendría con el disco completo.
   
Dada mi pasión por el thrash metal lo primero que se me vino a la cabeza (y seguro que el mío no es un caso aislado ni mucho menos único) al leer "Under Siege" fue la grabación que hizo Sepultura de su mítico concierto de la Sala Zeleste de Barcelona en la gira de presentación de su magnífico cinco estrellas "Arise". Sí, sé que no tienen nada que ver los unos con los otros, y que a lo mejor me estoy yendo por los cerros de Úbeda pero que le voy a hacer, siento "demasiada" debilidad por el thrash metal y como no por los hermanos Cavalera (joder, podrían un día sentarse con Kisser y hacer de una puta vez las paces). El "Under Siege" de Amon Amarth es puro almíbar, una perita en dulce que cuenta con uno de los pasajes más legendarios y más hímnicos que os encontraréis en este "Deceiver Of The Gods"... En la segunda parte del álbum la fuerza se impone a la melodía, evidentemente todo esto entre comillas, ya que sabemos que Amon Amarth son unos maestros en la combinación de dichos ingredientes para que no nos vayamos ni a un extremo ni a otro; no obstante sí que se puede apreciar como la melodía cede terreno a un perfil más bronco. A modo de ejemplo podemos quedarnos con "Blood Eagle" donde un asentado Hegg canta con una rabia inusitada o con "We Shall Destroy" donde la banda saca a relucir su énfasis más fatalista y desgarrador, en un tema que no desentonaría para nada en los clásicos "The Avenger" y "The Crusher". 

"Hel" es otra de las piezas claves del disco. Para esta ocasión Hegg cuenta con un magnífico aliado en forma de colaborador vocal, nada más y nada menos que Messiah Marcolin , conocido por su militancia en Candlemass y por ser uno de los genios del doom metal. La verdad que en Blogofenia tenemos mucha estima al cantante sueco, ya que nunca deja de sorprendernos con su indumentaria de capas y extravagantes túnicas; sin lugar a dudas todo un loco de nuestra música. "Coming Tide" te acelera el corazón gracias a su trepidante ritmo y a su inquietante "tempo", mientras que "Warriors Of The North", canción que cierra y el disco y que perfectamente podría definir a estos cinco hijos de Odín, es una obra de arte que cabalga entre el death melódico más abrasivo y el sonido progresivo más exquisito, y que sólo los más grandes músicos pueden ejecutar con tal soberbia y magnificencia... ¡Un gran disco de una mejor banda! 

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