Crítica: Steve Harris "British Lion"

¡Qué complicado debe ser para un artista estar treinta años en el mismo grupo sin poder salirse ni un ápice de los parámetros musicales de éste! Pero es que no hablamos de un grupo cualquiera sino de Iron Maiden y, aunque el género no permita grandes innovaciones, la Doncella de Hierro, si por algo se caracteriza (entre otras muchas cosas), es por innovar o cambiar en cada disco pero si Steve Harris decide tener un proyecto al margen de su grupo por algo será y quizá éste necesite expansionarse y explorar nuevos terrenos fuera del estilo. ¿Cuántos de los que supimos que Harris publicaría disco en solitario no nos emocionamos, cuántos esperábamos con ganas a escuchar lo que éste se traía entre manos? Supimos el nombre y todos temblamos; "British Lion". Sonaba grande, sonaba poderoso, vimos la portada y ya no podíamos esperar más hasta que escuchamos "This Is My God" y la cosa cambió. Tardé en hincarle el diente ante la poca ilusión de un buen amigo y adicto metalero que no mostró demasiado entusiasmo después de escucharlo y debo darle la razón. "British Lion" es quizá de lo peor que hemos escuchado este año; un disco blando y sin sustancia, inconsistente, aburrido, predecible, sin pericia y rácano en cuanto a genio y creatividad. Sorprende que Steve Harris haya participado, consentido e incluso bautizado con su propio nombre pues está muy lejos de su leyenda y su trabajo con Maiden. No soy de aquellos que esperaban un disco de Metal y disfruto con el Hard Rock y el Clásico incluso más que con los géneros más "duros" pero esto tampoco me ha sido de gran ayuda para afrontar este disco y, literalmente, soportarlo.

"British Lion" se abre con la soporífera "This Is My God" que dura demasiado (y hablamos de casi cinco minutos) porque produce el mayor de los bostezos desde el primer segundo. No conocía al cantante Richard Taylor pero juro y perjuro que no quiero volver a saber nada de él y daría incluso dinero por borrarle de mi cabeza, porque volviese a ser un completo desconocido a mis oídos. Su forma de cantar es blanda, sin melodía y fuerza, carente de garra, no transmite nada en absoluto y hay momentos en los que parece que va desacompasado de las rítmicas. "This Is My God" es el peor single que he escuchado en mucho tiempo, es todo un atentado a las listas y un flagrante robo a Black Country Comunion;  si ponemos las guitarras llenas de Wah-wah del comienzo de "This Is My God" y luego pinchamos "Man In The Middle" nos daremos cuenta de que hay algo más que influencia, sólo que en el caso de BCC hay un gigante como Glenn Hughes acompañado por el monstruo de Bonamassa y en "British Lion" está el pobre de Steve Harris solo, completamente solo. El videoclip roza lo absurdo y las imágenes se asocian sin sentido por no escribir sobre la actitud del combo frente a la cámara, incluso Harris parece contenido y se mimetiza con la mediocridad de los otros músicos. "Lost Worlds" continúa por esta senda con un final acústico verdaderamente patético. Lo único bueno habían sido las guitarras del comienzo que prometían más de lo que ofrecían según avanzaba el corte.

En este momento es cuando uno se plantea si dejar el disco o seguir escuchando, las guitarras de "Karma Killer" vuelven a prometernos más y más pero lo único salvable son las líneas del bajo, lo único disfrutable de todo el disco. "Us Against The World" es, para colmo, una balada en la que uno puede confirmar que la voz de Richard Taylor es tan babosa que asusta, el estribillo arranca un medio tiempo aburrido y sin intensidad. ¿Está Richard Taylor muerto en vida? ¿Cómo es posible participar en el álbum de Steve Harris y cantar con tanta aparente desgana? Merece ser desterrado. 

La quinta, "The Chosen Ones" es quizá la mejor del conjunto, algo dramático si tenemos en cuenta que es la quinta y hasta ahora sólo hemos escuchado (y siento decirlo) basura. Basura brillantemente producida y con un bonito envoltorio pero nada más. La canción pasa del Hard Rock para adentrarse en el Rock más aburrido del que, otra vez, sólo merece la pena el bajo. ¿Pero cómo es posible que Harris no se haya percatado? Hagamos el ejercicio y recordemos la mala baba ante el despecho de la salida de Dickinson y cómo se ensañaron con los discos en solitario de éste, pues bien, el disco de Harris es infinitamente peor que los de Dickinson de los que, por cierto, sigo tirando de vez en cuando aunque las últimas entregas de Maiden hayan devorado su ya de por sí escasa relevancia.

"A World Without Heaven" es repetitiva y suena tonta, casi absurda. ¿Pero qué ocurre en los estribillos, acaso no son capaces de echar un poquito más de fuerza? ¡Por favor, qué cosa más gris! "Judas" no ayuda demasiado al conjunto y su arranque es tan sólo un espejismo hasta que Taylor vuelve a abrir la boca y las guitarras quedan en un segundo plano. "Eyes Of The Young" suena comercialona e inyectada con un optimismo ramplón y artificial, aún así es la más alegre y fresca del conjunto, así que imaginémonos...  Imagino que éste, como muchas otras, estará destinada a las radios más AOR y predecibles, a las audiencias más conservadoras y poco exigentes.

"These Are The Hands" vuelve, por desgracia, a los parámetros ya habituales de este "British Lion"y la balada a piano, acompañada de arreglos de cuerda, "The Lesson", no es más que un esperpento con el que despedir un disco que no había necesidad de publicar, ni siquiera de escribir o componer. No se venden discos, ¿pero quién, aparte de los fans más completistas de Iron Maiden, querrán comprar un disco así? A la hoguera con él.

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