Crítica: Down "Down IV Part I: The Purple EP"

No soy muy amigo de los EPS, me produce pereza enfrentarme a algo parecido a un single pero con material de relleno y más cuando la gran mayoría llama EP a intentos de álbumes fallidos. Por tanto, la perspectiva de que DOWN, tras cinco años sin material de estudio, se negase a publicar un LP a estas alturas de la película y se aventurasen a pavonearse con la publicación de varios EPS a cada cual más diferente hacían temerme lo peor. Cuando este "Purple EP" salió a la luz no me apetecía demasiado escucharlo y más después de escuchar algunas de las declaraciones de Phil Anselmo sobre su sonido pero, claro, la tentación de tener nuevo material de DOWN era superior a mí, así que, finalmente, me puse los cascos y me dispuse a disfrutar. Primero de todo, por muy primitivo o tosco que sea su sonido éste dista mucho de ser casero (grabado en el estudio del propio Anselmo, Nosferatu's Lair), Low Fi o como queramos llamarlo porque, aunque bruto (en el mejor sentido de la palabra), este "Purple EP" suena a gloria bendita si es que podemos hablar en estos términos de un disco como éste. No es una maqueta, no suena a demo, suena a disco y a uno cojonudo, por cierto. "Levitation" es un puñetazo en la cara que viene, poco a poco, como un tren de mercancías, como si le costase pero sin pausa y cuando el tosco riff suena a todo volumen rugiendo como si fuese una gigantesca máquina industrial, entra el ritmo y un punteo tétrico que termina de enfocar la canción hasta que llega la estrofa y te arrastra con él.

Tan Metal, tan Stoner como Doom, tan Sludge como Groove o Alternativo, el nuevo de DOWN, no te vamos a engañar, no suena como DOWN porque sus coordenadas se alejan demasiado de "Down II: A Bustle in Your Hedgerow" (2002) y "Over The Yonder" (2007) para profundizar en la brecha que supuso "Nola" (1995) pero aún más crudo y contundente, ajeno a toda influencia sureña y con unos riffs tan pesados como las planchas de acero que cercenaron las yemas de Iommi. 

Y es que la referencia a Sabbath no es gratuita y, si ya la portada nos evoca a esos discos de los setenta y ochenta con la muerte rondando el siniestro paisaje, las densas atmósferas y la forma de cantar de Anselmo, por ejemplo, en "Witchripper" nos recordará a los de Birmingham. Y hablando de "Witchripper" podemos afirmar, sin duda, que es uno de los mejores temas de DOWN con esa influencia sabbathiana y las pesadas guitarras de Keenan y Windstein sobre el grave bajo de Bruders. Por no hablar del vídeo, una magnífica muestra de que Anselmo y los suyos van contracorriente con un gusto excelente. Un aquelarre psicodélico en un blanco y negro muy contrastado y la banda participando, con mucho humor negro y un Phil con aires de Aleister Crowley. Parece ser que la inspiración para escribir el tema les llegó en Galicia, nuestra Galicia. ¡Entonces que vengan más veces por España! 

"Open Coffins", más que apropiado y bonito título para este EP, es más accesible (aunque no menos monolítica) con un Anselmo que, aunque recupera cierta agresividad en su voz, no termina de coger la misma fuerza que en anteriores disco o incluso en Pantera (mira que he intentado no nombrarles) y que en este "Purple Ep" parece más a gusto en otro tipo de texturas y melodías, no menos agresivas con su rasgado timbre pero sí menos salvajes. Las guitarras de "The Curse" son las protagonistas con un tono más atmosférico y oscuro (digno de Sabbath) en el que Anselmo canta como si fuese un mantra. 

"This Work Is Timeless" es el tema más corto del conjunto y merece la pena nada más que por el constante cambio de ritmo y el jugueteo de las guitarras alternándose mientras Anselmo parece cantar sobre sí mismo, enloquecido. Para acabar, "Misfortune Teller", casi siete minutos de indomable electricidad en los que todos encuentran su sitio y se lucen en uno de los mejores cortes de todo el disco (espectaculares la labor de Bower y las notas más rasgadas de Phil), para regalarnos un minuto y medio más antes de dejarnos un excelente sabor de boca.

Es un gran EP, un gran álbum en sí mismo a pesar de su brevedad y cumple el verdadero objetivo de todo buen EP que es dejarte con ganas de más, dejarte con la miel en los labios. No deja de sorprenderme la gran mayoría de críticas por las tonterías que he leído sobre él; claro que es bueno, claro que merece la pena pero no habría estado de más que todos esas páginas y supuestos críticos se lo hubiesen escuchado un par de veces más. Recuerda bien dónde leíste esta crítica antes de que la destripen.

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