Crítica: Mantar "Death By Burning"

Desde la bonita ciudad portuaria de Hamburgo nos llega un grupo jovencísimo que nos ha dejado realmente impactados con el lanzamiento de su debut discográfico "Death By Burning". Utilizamos la palabra grupo, cuando más bien deberíamos emplear dúo, ya que Mantar lo confeccionan tan solo dos integrantes, Erinc a la batería y Hanno a la voz y a la guitarra; lo que nos lleva en una primera parada a pensar que estamos ante la típica banda de black metal noruego que agrega dos efectivos en sus filas (Satyricon, Limbonic Art, Darkthrone...). Vaya por delante decir que Mantar no es el típico grupo de black metal de doble bombo enloquecido y de blast beats descontrolados. Si somos un tanto puristas (no nos gusta serlo) más bien deberíamos encasillarles dentro del sonido Sludge metal, aunque con una tonalidad y una pincelada un tanto oscura y tenebrosa que resalta poderosamente la atención. Algunos preferirán llamarlo "post black metal", una palabra (la de "post") que últimamente parece haberse puesto muy de moda y que ya se usa prácticamente para cualquier género y estilo, post hardcore, post metalcore, post...Vamos, en definitiva un metal muy pesado y envolvente con el que han logrado llamar nuestra atención logrando que nos fijemos en su música.

Un tema curioso y que no debemos pasar por alto es el hecho de que Mantar carece de bajo, los únicos instrumentos que utilizan Hanno y Erinc en sus composiciones son únicamente la batería y la guitarra, a los que únicamente habría que añadirles el tema vocal, donde ambos participan. En una entrevista realizada por una conocida revista española leía a Hanno decir que Mantar no necesita ningún bajista, que él y Erinc se sobran y se bastan por sí mismos para grabar un disco, porque ellos llevan ya tiempo trabajando juntos y se conocen a la perfección, resultándoles más fácil trabajar los dos solos. Por otro lado el guitarrista comentaba que la ausencia de los sonidos graves que un bajo aporta, en el caso de Mantar se cubre sobradamente con los efectos que pueden exprimir de su equipo y de su montaje. Por un lado parece un tanto extraño dejar una grabación de metal ausente del perfil grave y trotamundos que siempre marcan las cuatro cuerdas, pero es que en el fondo Hanno tiene razón y resultaría ridículo llevarle la contraria, ya que si escuchas, y sobre todo disfrutas, con el corazón de "Death By Burning" no te vas a dar ni cuenta que allí no está el sonido de un bajo.

Lo que más me ha llamado la atención de la banda es la fuerza y la entereza que transmiten con sus composiciones; no sabemos cómo suenan en directo (a ver si un día podemos verlo y contarlo), pero en disco transmiten una rabia impropia de un grupo tan joven e imberbe. Otro conclusión que hemos sacado tras su escucha es que Mantar no se dedican a perder el tiempo buscando los tres pies al gato, el dúo germano no se anda por las ramas, van directo al grano dejando claro que las complicaciones y las disquisiciones sonoras no son lo suyo. Son una banda muy directa donde el trasfondo musical lo es todo, dando prioridad al sonido envolvente y crudo por encima de los adornos y punteos de capas superiores. Mantar compensan esa falta de personal con la fuerza que transmite su música y con la rabia que son capaces de inyectar en sus canciones. Así de primeras no nos resultaría muy difícil perder la cabeza con el ritmo vacilón y coqueto que nos infligen con "Spit", un tema que lleva impreso unos cambios de ritmo brutales y donde la voz de Hanno parece irradiar rabia y azufre desde el segundo uno hasta el último; con una tonalidad un tanto peculiar, que parece rozar la sinrazón en los fraseos más rápidos de las estrofas principales...

El riff principal de "Cult Witness" es de esos con los que no es difícil perder el sentido de la orientación si te dejas arrastrar por sus poderosas notas y sus minuciosos acordes. El ambiente depresivo parece correr por las venas de un Hanno que disfruta haciéndonos pensar que está fuera de control, llevando inscrito en su ADN y en su alma la pasión por la música. Con "Astral Kannibal" no bajan la intensidad, siguen en sus trece, queriendo demostrar que tan sólo con una guitarra y una batería se pueden hacer auténticas maravillas; un lujo de tema que deberías escuchar en la más completa soledad y con el cual no te sería difícil evadir tus temores y problemas diarios. El ritmo alegre de los primeros compases de "Into the Golden Abyss" desembocan en la depresión más funesta y retorcida de una canción que va consumiéndote según van pasando los segundos, llegando a destrozarte física y mentalmente. La influencia de los todopoderosos Darkthrone de Nocturno Culto y de Fenriz se atisba en un tema que coquetea con los sonidos más punkis y oscuros marca de la casa noruega...

El tono de Hanno alcanza si cabe un punto más aguerrido en "Swinging the Eclipse", una canción que requiere su tiempo y sus escuchas, ya que no es fácil de asimilar en una primera escucha. Decíamos antes que la banda alemana no se caracterizaba precisamente por complicarse mucho con solos o con efectos que adornen en exceso su música; pero obviamente ello no quiere decir que sus composiciones sean sencillas ni fáciles de asimilar a la primeras de cambio. El sludge es un estilo que requiere su tiempo, no está hecho para todos los paladares y de primeras cuesta hincarle el diente, pero una vez le pillas el gusto llega a ser una droga realmente poderosa... Con la corta y precisa "The Berserker's Path" rompen la monotonía y la simetría que hasta entonces imponía el tono agudo y maquiavélico de Hanno, dotándose para la ocasión al mismo de un toque más industrial y futurista, que os recordará al que utilizaba Shagrath (Dimmu Borgir) en la retorcida "Puritania"...

Con "The Huntsmen" y sobre todo con "The Stoning" se dejan de tapujos y pisan a fondo el acelerador, imprimiendo si cabe un puntito más de velocidad. Efectos de los Converge más clásicos del genuino Kurt Ballou de "Jane Doe" se dejan ver en el desgarbado ritmo que imprime la oscura y tétrica guitarra de Hanno y en los irascibles alaridos que acaban por mermarnos y empequeñecernos. El ritmo tosco y vacilón de "The Stoning" acompañado por multitud de efectos sonoros, la convierten por sí misma en la más completa y llamativa de un álbum, que está llamado a convertirse en un reclamo del movimiento underground e independiente. "White Nights" tiene más bien poco de blanco y por el contrario mucho de oscuro, donde una melodía tétrica te guía por los pasajes más funestos y dementes de "Death By Burning". Estamos ante la canción más black de todo el álbum, donde Erinc imprime un ritmo abrasivo y envolvente, manteniendo la misma pegada durante sus cinco minutos largos de duración. A nivel personal es la que más me gusta, es la que más maldad transmite y con la que más identificado me siento; al fin y al cabo un servidor no deja de ser un apasionado del black y de las atmósferas pesadas y oscuras; y os puedo asegurar que en "White Nights" las mismas no son insuficientes ni escasas.

El álbum se cierra con la monumental "March of the Crows", el corte más largo del álbum y que tanto Hanno como Erinc grabaron en la más completa y absoluta oscuridad. Una canción instrumental que no deberías pasar por alto y a la que al menos deberías dedicar una escucha, ya que si lo haces, desde esta web te aseguramos que no será la única vez que lo hagas. Un gran tema que marca el cierre de un disco redondo...

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