Crítica: Children Of Bodom "Halo Of Blood"

Hay personas que nacen con un don o con un arte, digamos especial, para realizar determinadas tareas, haciendo fácil lo que para la mayoría resulta complicado o imposible; estamos hablando en cualquier caso de auténticos privilegiados, de auténticos "bichos" que parecen estar tocados por la mano y la gracia de Dios (o del Demonio, dependiendo el caso...). Alexi Laiho es uno de ellos; a estas alturas pienso que no debieran existir muchas dudas en otorgarle el reconocimiento que se merece, el de ser uno por si mismo uno de los mejores guitarristas de rock y de metal. Esto no es algo nuevo ni que venga de hace poco tiempo, Alexi lleva ya muchos años demostrando (y todo ello a pesar de lo joven que aún es) que la guitarra es lo suyo, que nació con un don especial para tocarla y que su fuente de inspiración nunca se agota cuando una Jackson se deposita entre sus tatuadas manos. Los que le seguimos desde sus comienzos hemos visto como "Wildchild" (éste es su verdadero apodo y el que mejor le sienta) ha ido evolucionando o madurando (sí, porque no decirlo, al fin y al cabo es una palabra políticamente correcta y que nunca promueve un significado adverso), pasando de virtuoso adolescente a auténtico genio de las seis cuerdas. Muchos ya no ven en él (o no quieren verlo) la figura que maravilló a propios y extraños en "Hatebreeder" o "Follow The Repaer" (para mí su mejor álbum junto con "Hate Crew Deathroll"), donde un talentoso y mocoso finés deslumbró a toda la comunidad metalera con sus potentes riffs y con sus aceleradísimos solos. Por desgracia a Laiho le han caído hostias como a todos los demás músicos, ninguno se libra, tarde o temprano siempre te acaba por caer alguna; pero ese es el devenir del artista, sabe que esto es así y que nunca va a cambiar, nadie puede presumir de poseer como activo una carrera intachable, eso no existe ni para los artistas ni para nadie (el mejor escribano echa un borrón), pero a los artistas y a diferencia del resto de los mortales se les mira con lupa...
Alexi es un tío joven, fiestero (sólo tenéis que ver el documental del DVD del directo de Estocolmo para cercioraros de que os digo la verdad), que vive por y para la música. Para esta ocasión, y esta vez con la lección bien aprendida después de los injustamente criticados "Blooddrunk" y "Relentless Reckless Forever" (vale que no son el "Hate Crew" ni el "Hatebreeder", pero coño, aún así siguen siendo grandes discos, con un sonido pulido y espectacular que ya quisieran para sí la mayoría -por no decir todos- de los grupos españoles) se ha lanzado a por su octavo álbum de estudio; vamos que se les podrá tachar de todo, pero de vagos seguro que no. Como mera curiosidad diremos que este álbum ha sido editado por el que fuera el sello de la banda en sus tres primeros discos (Nuclear Blast), y la verdad pienso que les ha venido bien ese cambio. No nos engañemos, los sellos grandes tienen sus normas y directrices, y pasas por el aro o estás fuera...¿Qué nos vamos a encontrar en "Halo Of Blood"? Pues un poco de todo; y cuando digo "un poco de todo" quiero decir que en este álbum vamos a encontrarnos con temas que podrían haber formado parte de "Hate Crew", de "Hatebreeder" o de "Are You Dead Yet?"...El genio en esta ocasión no se cierra en banda, poniendo a nuestra disposición todo su arsenal sónico para que nadie se queje y todos estemos contentos...¿Cómo suena el disco? Si digo jodidamente espectacular creo que me estoy quedando corto; la producción y la mezcla que han logrado es realmente exquisita y refinada, aunque vamos tampoco nos tiene que pillar por sorpresa ya que es algo muy normal en COB y algo a lo que nos tiene acostumbrados Laiho y compañía...Así que a los escépticos con la banda sólo puedo decirles que se animen y se enchufen a toda hostia este "Halo Of Blood", que no se van a arrepentir en absoluto, ya que tenemos delante de nuestras narices a uno de los grandes discos de este 2013...
Qué levante la mano quién al escuchar por primera vez "Waste Of Skin" no se le vino a la cabeza el clásico "Nedled 24/7". Imposible negar su influencia, tiene la misma guarra, el mismo estilo y el mismo "tempo" que la gran apertura de "Hate Crew Deathroll". Como siempre encantadoras las atmósfera tétricas y "podridas" que logra crear Wirman a través de sus sinuosos teclados; otro niño precoz. Si con "Waste Of Skin" la cabeza se nos iba a "Hate Crew" con " Halo Of Blood" irremediablemente se te irá a "Hatebreeder" e incluso a "Something Wild", gracias a su tono oscuro y dramático más cercano al black metal que al death metal. Increíble la capacidad envolvente que tiene la batería de Jaska, para perder la cabeza. "Scream For Silence" sería el "Every Time I Die" de "Follow The Ripper", un tema donde la presencia de los teclados de Wirman se hace más notoria y persuasiva si cabe; fantástico el alterne de solos de guitarras y teclados en los que se funde el tema en su parte final, todo un lujo para los sentidos...
"Transference", a estas alturas de sobra conocida por todos los amantes del metal, muestra el lado más comercial y empresarial de la banda. El término "comercial" en música normalmente tiende a denotar algo negativo y malo, pero en este caso no es así ni mucho menos, ya que considero a "Transference" una de las grandes composiciones y una de las joyitas de este "Halo Of Blood", gracias a su dinamismo y a sus idílicas melodías; un cóctel explosivo sólo al alcance de alguien como Laiho. Un disco de COB que no incluya un tema con la palabra "Bodom" y que el mismo no sea un señor temazo, no existe. En este caso el afortunado se llama "Bodom Blue Moon (The Second Coming)" y en serio, mejor escuchar que describirla. Sentaros, relajaros y disfrutar de una canción 100% COB; si te gustan los Children más clásicos te va a encantar y si te gustan los más modernos también, porque coge lo mejor y lo más representativo de cada época; un tema sin desperdicio...igual que "The Days Are Numbered" y "Damage Beyond Repair", pura dinamita condimentada con "solos" que harán las delicias de los amantes del "melodic death metal" de tinte nórdico. Una pena que "Dead Man’s Hand On You" rompa el estado "on" en el que nos encontrábamos hasta el momento. No es un mal tema, pero es verdad que se hace un tanto pesado y plomizo; nos relaja demasiado, consiguiendo dejar bajo mínimos los niveles de adrenalina que teníamos hasta entonces.
Menos mal que con "All Twisted" y "One Bottle And A Knee Deep" (tema muy "Blooddrunk") vuelven a activarnos y meternos de lleno en el disco gracias a unos potentísimos riffs y a unos mejores solos. Pienso que a estas alturas no tiene ningún sentido llorar la marcha de Alexander Kuoppala, ya hace diez años que se fue de la banda y aunque es verdad que tuvo la suerte de formar parte de este magnífico combo en los cuatro primeros discos de la banda (para muchos los mejores) no hay que olvidarse de dos cosas; primero que Roope Latvala es tan bueno como Alex (yo incluso me atrevería a decir que mejor, más talentoso) y segundo y más importante, que el que manda aquí se llama Alexi y que los demás no dejan de ser meros asomados que cubren el expediente con cierta solvencia. Es una de las virtudes (o defecto, según como se mire) que tienen las estrellas más brillantes... al final nos guste o no acaban por eclipsar a las más modestas y recatadas.
"Halo Of Blood" es un gran disco, un tremendo puñetazo sobre la mesa que pone las cosas en su sitio y disipa cualquier duda (si es que la había) sobre Children Of Bodom. Esta vez no voy a caer en el tópico de decir que la banda "ha vuelto por la puerta grande", ya que Alexi nunca se ha ido...
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