Crítica: Coldplay "Live 2012"

A estas alturas ya no sé que espera la gente de Coldplay, leo críticas sobre este "Live 2012" y parecen copiadas unas de otras, despachan el directo en poco más de dos líneas y todas esgrimiendo los mismos argumentos. Resulta triste comprobar aquello que siempre dicen los grandes; cuanto mayor eres más críticas recibes. Hace muchos, muchos años, cuando "Parachutes" (2000) estaba a puntito de editarse la crítica más especializada ensalzaba a Coldplay y comparaba "Yellow", por increíble y surrealista que ahora nos parezca, con el talento creativo que exhibiera el Neil Young de "Zuma" (1975), agarrénse con la comparación. No hablo de un par de blogs (que por aquella época tampoco existían) sino de medios serios y muy cool que veían en Coldplay como la próxima gran esperanza del Rock. Doce años más tarde, Coldplay no han hecho otra cosa que trabajar; cinco discos de estudio acompañados de sus correspondientes maratonianas giras, tres directos y un exquisito recopilatorio, ojo al dato, en vinilos. Pero, claro, los chicos que antes llenaban a duras penas una salita, ahora llenan estadios (como Muse) en todo el mundo y son reverenciados, para bien o para mal, como los próximos U2 y ese título, ay amigo, pesa mucho, demasiado. 

El DVD que nos ocupa narra en formato de película lo que fue la presentación mundial del criticado "Mylo Xyloto" (2011) que, a toro pasado, sí que aprueba el examen y con nota, demostrándose un disco sólido para el directo, con buenos singles y lleno de buenas ideas aunque muchas no llegasen a ser desarrolladas todo lo bien que se espera de ellos. La mayor parte de las críticas que este "Live 2012" ha sufrido vienen por dos flancos: el retoque del sonido (algo bastante habitual en todos, todos los discos en directo, incluso el "Celebration Day" de Led Zeppelin ha sufrido ciertas mejoras que no lastran el producto final) y la realización de éste ya que, parece ser, que en algunas canciones el realizador muestra demasiadas veces la reacción del público cantando, saltando, bailando o llorando. ¿Algún problema? Recuerdo un directo de Paul McCartney en el que se nos enseñan jubilosas muestras de entusiasmo de rubias, con no menos una talla cien de pecho, durante "Drive My Car" y no pasa nada, lloros de cincuentones durante "Here Today" y a eso se le llama emotividad pero que Coldplay saque a los chavales de su audiencia emocionados durante "In My Place" o "Viva La Vida" es suficiente para atacar a este trabajo. Seamos serios, por favor.


Puede que "Live 2012" no sea todo lo bueno que podría haber sido, puede que lo mejor muestra de cómo se las gastan Coldplay en directo sea verles en concierto y todavía no tengamos el documento definitivo que demuestre la cantidad de energía que son capaz de desplegar pero, con todas sus virtudes y defectos, sigue siendo un buen testimonio. "Mylo Xyloto" se llena de colorines y toneladas de confeti con forma de mariposa, las pantallas cumplen su cometido y el grupo se entrega  igual que en "God Put A Smile Upon Your Face"  en "Princess Of China" tenemos la presencia de Rihanna sobre las tablas y "Violet Hill" suena gloriosa en Francia. Es verdad que la pequeñez de La Cigale favorece a las canciones, se les ve más cercanos y la proximidad engrandece pero esto no quiere decir que la realización de Corbijn para Las Ventas fuese mala, simplemente diferente.

"Up In Flames" crece como un coloso pese a su minimalista presentación mientras que en "Charlie Brown" nos explican todo el dislate de las polémicas pulseras luminosas de colores; querían que el público formase parte del espectáculo y, después de haberles visto dos veces en esta gira, lo consiguieron, vaya que sí. "Fix You" acaba convertida en el clásico que es, ganándose a pulso la intensidad de la que hace gala cada noche y hasta la horterada de "Every Teardrop Is A Waterfall" cumple su cometido. Y es que las canciones de Coldplay tienen una extraña cualidad para crecer dentro de ti y terminar apropiándose de pequeños instantes de tu vida. ¿A qué más puede aspirar un compositor?

Por el camino, decenas de escenas; el grupo en el mágico Glastonbury, hablando de Madrid y su ruidosa audiencia, contándonos lo dura que puede resultar la carretera y los hoteles (todo ello alejado del clásico estilo de vida de "Rock Stars" que se supone que podrían llevar y con una sencillez digna del aplauso) y escenas más íntimas o pequeñas desgracias personales ocurridas en la ciudad más absurda del mundo; Las Vegas. Como extras la sensible "The Scientist" (capaz de emocionar al más pacato) y "Don't Let It Break Your Heart". Dicen que le han robado a Bruce Springsteen la frase que él siempre le dice a la E Street Band minutos antes de salir al escenario: "Hoy puede ser el primer o el último concierto de alguien entre el público, no le decepcionemos" y Coldplay, por mucho que les pese a muchos, no decepcionan, hacedme caso.

© 2013 Jack Torrance