Crítica: Kerrang! Presents Nirvana Nevermind Forever

Los "discos tributo" me suelen gustar cuando nace la idea o surge la noticia pero debería de aprender que luego, cuando lo tengo entre mis manos o, mejor dicho, entre mis orejas, me suelen desagradar y, no sé si este es el fin último de éstos, me hacen apreciar más aún la obra original. En este año que hemos dejado han visto la luz dos discos de estas características, los dos son completa y radicalmente diferentes, sus coordenadas musicales e ideológicas no podrían estar más alejadas. Uno es el horroroso y gris "AHK-toong BAY-bi covered" que nada tenía en común con el fastuoso "Achtung Baby" (1991) de U2 y el otro es el que nos ocupa. Con motivo del aniversario del "Nevermind" (1991) de Nirvana, la revista Kerrang! regalaba el disco versionado por diferentes artistas de metal del momento (a excepción de Francesqa) con un resultado más homogéneo y de una calidad superior respecto al mencionado "AHK-toong BAY-bi covered". No es de extrañar, siempre he pensado que en un dedo del género metálico hay más calidad que en todas las manos de Jack White o del pop en general.

Pero, aunque homogéneo, y con una sólida producción este "Nirvana Nevermind Forever" pierde todo el espíritu de Cobain y los suyos. Nirvana no eran unos virtuosos (tampoco las bandas que aparecen en este disco, no nos engañemos) pero tenían un estilo muy peculiar que, pese a lo primitivo de su propuesta, ningún grupo ha sido capaz de igualar desde la muerte de Cobain. Y es que éste, aún no siendo un virtuoso de las seis cuerdas, aparece todos los años en los ranking de los mejores guitarristas de la historia. ¿Por qué? Kurt no inventó la rueda con sus desvencijadas guitarras pero sí descubrió sonidos, melodías y una manera tan peculiar de tocar que hizo cambiar el chip a todos los músicos de su generación. Por otro lado, para las guitarras lo tenía muy claro y, a pesar de lo que muchos puedan pensar, Kurt, dentro de sus posibilidad económicas cuando comenzó, era todo un gourmet con un gusto muy definido y sabía perfectamente lo que quería en cuanto a sonido tanto como para, años después, ser agasajado por la archiconocida y prestigiosa Fender y pretendido por los mejores luthiers de ésta. Y una vez aclarado esto, vayamos al disco.

Me detenía en el sonido de Nirvana porque cuando suena la inicial "Smells Like Teen Spirit" de Arcane Roots, el característico y Bostoniano riff se diluye en un mar entrecortado de ritmos metálicos sincopados que, dotando a la canción de una supuesta mayor complejidad en su estructura, la hacen perder toda la magia. No suena mal, por supuesto que no, pero se aleja mucho de la original y esto, que en principio es la clave y la gracia de toda versión (ofrecer una nueva perspectiva de temas de sobra conocidos por todos) aquí nos aleja a muchas millas del espíritu de Nirvana y su "Nevermind". Framing Hanley ataca "In Bloom" en la que, sin embargo, no se esmeran demasiado calcando la original. ¿Qué ocurre, dónde está el punto exacto para entender una canción de Nirvana? ¿Cómo es posible que, siendo composiciones tan sencillas (tan denostadas por los virtuosos) ninguno sea capaz de afinar y dar en el blanco?

Deaf Havana hacen un "Come As You Are" cercano al pop mientras los insulsos Rise To Remain se vuelcan en "Breed" sin éxito tampoco. Antes nombraba a Francesqa y, sinceramente, no sé que hacen en este disco, no pertenecen a la escena metálica y su pop blando para adolescentes no encaja entre los acordes de Nirvana pero, muy a mi pesar, descubro que hacen una de las mejores versiones de todo el disco. "Lithium" luce en ellos y sólo encuentra su punto flaco en un estribillo demasiado light, demasiado suave, sin rastro alguno del estallido de júbilo y energía que desprendía en Nirvana. ¿Es quizá la de Francesqa la mejor versión del redondo? Desde luego, está claro que la sensibilidad compositiva de Cobain estaba más cercana al pop que al Metal.

Lo de Young Guns con "Polly" es para escucharlo una vez, suena bien, claro que sí, pero no aporta nada nuevo. The Dillinger Escape Plan lo tienen fácil y con soltar las riendas de lo que es "Territorial Pissings" lo han hecho todo, Kids In Glass Houses hacen un "Drain You" exacto al original pero que en ellos suena pop y facilón, sin rastro de la genialidad de Cobain. Sin embargo, Evile se lucen con un "Lounge Act" que sí suena como deberían haber sonado el restos de artistas de este disco, el ritmo punky del estribillo se entremezcla a la perfección con el tempo a doble bombo de las estrofas.

The Blackout van a por todas con una ramplona "Stay Away" y Frank Turner hace una deliciosa versión de "On A Plain". Spycatcher y su revisión del clásico "Something In The Way" también merece mención, su órgano catedralicio y estribillo coral sobresalen del resto. 

¿Cómo es posible versionar "Endless Nameless"? Otro error más, ese tipo de cortes (como "Gallons of Rubbing Alcohol Flow Through the Strip" de In Utero ) son pequeñas ventanas al exterior sin guión preconcebido por parte del grupo de Seattle, es imposible hacer versiones de "canciones" así. Dangerous! salva el ridículo aullando sin sentido. Y, para terminar, como "bonus track", "Sliver" de We Are The Ocean o "cómo convertir todo un single en una canción más".

De un disco de catorce canciones únicamente salvamos cinco y le damos tres estrellas. Parece que imitar a Nirvana no era tan fácil, parece que, por muchos años que pasen, las canciones no pierden su magia pero si que cada vez es más difícil encontrar una voz que las cante. Otro año más y se descubre de nuevo la evidencia; no hay nadie como Kurt.

© 2012 Jim Tonic