Blogozarro #4 "Bésame, Vader"

Todavía tengo grabada en la retina la escena en la que las tropas imperiales entran en la nave Tantive IV acabando con los soldados rebeldes y aparecía el enorme y solemne Darth Vader. El impacto de los soldados imperiales (con sus impecables armaduras blancas) en contraste con la negra, brillante y majestuosa de Lord Vader era suficiente para atemorizar a cualquier niño. Bastaba hacer sonar la marcha imperial de Williams para imaginarse aquella respiración asmática y temblar de miedo. En realidad, Darth Vader era una víctima de la sociedad galáctica de la época que no supo aprovechar su enorme potencial y, a causa de un deficiente sistema educativo dirigido por los maestros Jedi (una infernal mezcla entre funcionarios espaciales e inútiles profesores de Universidad privada) que dejaron que el jovencito y superdotado Anakin se juntase con los peores de la clase, saliese de juerga por los más infectos antros de la Galaxia y conociese a todo tipo de mafiosos y políticos corruptos que le prometieron ilimitado poder interplanetario. Pero, aún así, daba miedo, mucho miedo.

El impresionante tamaño de David Prowse, la voz de James Earl Jones, la respiración del ingeniero Ben Burtt y la agilidad del instructor Bob Anderson junto con los diseños de Ralp McQuarrie bajo las indicaciones de un George Lucas fascinado por la cultura japonesa (basta comparar los cascos del imperio con los de los samuráis y los del ejército aleman de la Primera Guerra Mundial) dieron en la diana para crear al malo más malo de todos los tiempos pero al que tampoco supieron dar un final digno, por medio de la contención, y si malo era el aspecto cuando le vemos en "El Retorno Del Jedi" interpretado por Sebastian Shaw, (que justificamos pensando que era un hombre consumido por El Lado Oscuro de La Fuerza) peor eran sus pintas cuando lo cogió por banda el imberbe de Hayden Christensen. ¡La de veces que jugué con Darth Vader! ¿Cómo iba a imaginar que luego lo iba a interpretar ese niñato que necesitó alzas para poder interpretar al personaje y un casco diferente para meter su cabeza? Después de su primera y orwelliana película ("THX 1138" de 1971 basada en un cortometraje suyo, aún anterior, llamado "Electronic Labyrinth THX 1138:4EB" de 1967 de cuando tenía veintitrés añitos), George Lucas, firmó un contrato con "United Artists" para dos producciones, una de ellas más convencional "American Graffiti" (1973) y la otra más fantástica; "The Star Wars" cuyo argumento escribió una y otra vez para terminar mezclando a Akira Kurosawa con Flash Gordon (ya que no pudo obtener los derechos para realizar su propia adaptación).

La verdad es que nadie creía que semejante historia llegase a tener éxito pero lo más llamativo no es esta historieta de la película que crece de la nada y se convierte en todo un fenómeno sino que el propio George Lucas y ya totalmente asentado en el star system galáctico no pagó a David Prowse, que encarnaba a Darth Vader en "El Retorno del Jedi" (de 1983, cuyo título original iba a haber sido "La Venganza del Jedi") por no haber conseguido beneficios. ¡Increíble! Hablamos de una de las películas más taquilleras de la historia, con una inversión de poco más de treinta millones de dólares y unas ganancias de casi quinientos millones que, sin embargo, han ido a parar a todo tipo de empresas asociadas a los estudios de Lucas con lo que, a día de hoy, muchos de los actores de reparto (no sólo Prowse, que ahora cuenta con setenta y seis años) todavía no han percibido su parte proporcional, únicamente el salario base. Por tanto, no es de extrañar que el entrañable Prowse se dedique a pasear palmito por todas las convenciones de frikis fanáticos de la trilogía y venda, a través de internet, todo lo que pueda de su pasado en el Lado Oscuro, totalmente lógico.


Pero si se aprovechó de Prowse también manipuló a su antojo a Richard Marquand (director de "El Retorno del Jedi"), lo que no entiendo ya que la anterior película; "El Imperio Contraataca" (1980) es la mejor de las tres (por favor, desterremos todo tipo de referencias y menciones a la segunda y plenamente prescindible trilogía) y fue dirigida por el simpático Irving Kershner (fallecido hará casi un año)  que hizo un magnífico trabajo en el "Capítulo V" en donde no sólo le amputan la mano derecha a Luke sino que se desvela uno de los grandes golpes de efecto de la historia del cine (¡la paternidad de Vader!), congelan en Carbonita al carismático Han Solo después de la encerrona urdida por Lando Calrissian, Jabba El Hutt y un Vader mafioso y siniestro como nunca. Lo que quiero decir es que, para la tercera parte, no era lógico, en vista de los buenos resultados de Kershner, utilizar a Marquand como si de su marioneta se tratase, un director desaprovechado pero que le dio poca "guerra" a Lucas. La habría dirigido Steven Spielberg pero pertenecía a DGA, Lucas también busco a David Cronenberg (cuyo resultado habrían sido interesantísimo) y David Lynch que, con inteligencia, se escapó de sus garras alegando que no tendría toda la libertad que deseaba en una producción tan propia de Lucas (sin duda, la película habría ganado bajo la personalísima visión de Lynch). Como la lucha con Lawrence Kasdan (guionista junto con Leigh Brackett) y de la cual nunca sabremos qué habría ocurrido si Lawrence hubiese ganado. ¿Habrían desaparecido los simpáticos pero infantilones Ewoks de la última entrega?

Para colmo, como si no fuese bastante, en la reedición supuestamente definitiva (con Lucas nunca se sabe, ya que la edición definitiva para él siempre es la que esté promocionando) en la que se mezclan todo tipo de efectos digitales de última generación con los maravillosos pero evidentemente más pedestres de la época, se le ocurrió la "magnífica" idea de eliminar a Sebastian Shaw de la última escena en la que aparece él como Anakin Skywalker acompañado de Yoda y Obi Wan (Alec Guiness), sonriendo satisfechos. Todo un sacrilegio, una ofensa para todos aquellos que crecimos con estas películas.

¿Hay acaso algo peor que abandonar al gran villano del cine del siglo XX en las manos de un Justin Timberlake de segunda? Sí, sustituir digitalmente al actor original e incluirle en la escena final de una película con la que millones de personas hemos crecido. ¿Era Anakin tan malo como nos pensamos? Era una víctima; ¡el auténtico villano de la saga no era Darth Vader sino George Lucas!

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