Crítica: Thurston Moore "Demolished Thoughts"

Los proyectos paralelos de muchos artistas que han conseguido renombre con sus grupos de siempre suelen ser aburridos, meros experimentos y entretenimientos mientras el resto de compañeros recuperan fuerzas para resucitar a la banda que les ha dado la fama. Así suele ser y así será excepto para alguien como Thurston Moore, no le hace falta publicar nada, no le hace falta llenar ese espacio que hay entre un disco y otro de Sonic Youth porque su sólo nombre es  sinónimo de respeto dentro del mundillo de la música y sabes que si graba algo es porque lo necesita de verdad, porque su corazón se lo pide. ¿Cuál es el verdadero problema de Thurston Moore? Que no publique más discos fuera de los Youth.

Si en "Trees Outside the Academy" (2007) se intuía el nervio latiente de Sonic Youth y en "Sensitive/Lethal" (2008) llegaba a aburrirnos, en "Demolished Thoughts" nos acompañará durante lo corto del otoño con un disco BONITO, en mayúsculas. Producido por Beck, acústico y alejado de lo que suele hacer con Lee Ranaldo y Kim Gordon es un disco especial, remoto a "The Eternal" (2009), que se adentra en esos terrenos "folkies" y "lowfi" que tanto me gustan.

Suaves rasgueos en "Benediction", voces dobladas y temas de cinco y seis minutos que pasan en un suspiro, mayormente acústicos (algún que otro arreglo de cuerda), minimalista y tremendamente bellos. La guitarra de "Illuminine" me recuerda al tipo de composiciones de Elliott Smith en su "Roman Candle" (pero no me hagáis mucho caso, es que me pierde ese disco).

"Circulation" es lo más parecido a un concierto de Sonic Youth acústico en el caso de que eso sea posible, quizá la más frenética porque "Blood Never Lies" vuelve a la tranquilidad de las guitarras y mandolinas mientras "Orchard Street" y esos acordes abiertos se van intensificando con un "in crescendo" a mitad de canción que consigue que alcances el clímax, eso sí, con influjo hindú.

"In Silver Rain With A Paper Key" comienza minimalista y termina arremolinándose de nuevo entre su guitarra acústica y los arreglos de cuerda que dominan por entero el disco. Dedicado a la poetisa, "Mina Loy" es el siguiente tema y resulta verdaderamente inquietante con la fantasmagórica voz de Moore repitiendo una y otra vez "Without shame" mientras que "Space" es una muestra de júbilo, como si el disco amaneciese, y en "January" echase el freno, casi instrumental, con un final entre guitarras, armónicos y una caja de música que nos dice adiós.

¿Conoces esa sensación de cuando llueve y entras en un sitio cálido con el abrigo aún empapado, te sirven una taza caliente y, a través del ventanal, ves como la lluvia de otoño mece los árboles y piensas que no te importaría estar ahí fuera mojándote? Pues este disco es todo eso y más.

© 2011 Jim Tonic