Crítica: Tame Impala "Currents"

Me gusta "Currents" de Tame Impala porque lo he escuchado con fruición y creo haberlo disfrutado como debe ser; sumergiéndome en sus canciones día tras día desde su filtración o publicación,  porque éstas parecen ese elemento de la portada que -tras su paso por la pieza- forman ese vórtice tornándose en psicodelia. Me gusta "Currents" de Tame Impala porque me encantaron "Innerspeaker" (2009) y "Lonerism" (2012) y, aunque con ninguno de ellos inventaron la rueda -porque tampoco nos vamos a engañar a estas alturas- sí que eran magníficos en su revisión del rock más psicodélico y lisérgico de hace tres y cuatro décadas.  Me gusta "Currents" de Tame Impala porque Kevin Parker ha sido lo suficientemente valiente como para no querer recurrir a lo fácil y escribir una segunda parte de "Lonerism", aplaudo el riesgo y creo que a estas alturas sé diferenciar cuando un artista tiene más de genio que de mamarracho y, aunque su último disco (este soberbio "Currents") palidezca frente a los dos anteriores, la jugada le ha salido igualmente redonda.  Me gusta "Currents" de Tame Impala porque con él ha sabido jugar al despiste y mientras que todo el mundo sigue atento a la escandalosa ausencia de guitarras, en los surcos del álbum hay suficiente rock psicodélico como para que sus canciones respiren y tengan vida propia con independencia a los dos discos que las preceden y, por último, me gusta "Currents" de Tame Impala porque en él hay una combinación auténticamente exquisita de pop, soul, rock y rock psicodélico todo ello mezclado un atractivo sonido sintético que enamora. ¿Estamos ante el mejor disco de Tame Impala? Mucho me temo que no, tanto "Innerspeaker" como "Lonerism" son claramente superiores y "Currents" tiene por delante la dificilísima prueba del tiempo; aquella en la que se sabrá si fue un disco de transición y el comienzo del declive o ese valiente punto de inflexión tras el que Parker encontró la piedra filosofal de su sonido y todos esos colores que sólo él percibe en su cabeza. 

Muchos se sintieron decepcionados cuando escucharon por primera vez "Let It Happen" o "Cause I'm A Man" y, cuando el álbum se filtró, resulta que éstas y "Eventually" eran los singles más claros. ¿Qué estaba ocurriendo? ¿Habían elegido las mejores, las más representativas, tanto que dentro del contexto del álbum el resto perdía fuerza e interés? Después de haber escuchado "Currents" hasta la saciedad nadie puede dudar que "Let It Happen" es una brillante forma de comenzar el álbum allá donde quedó "Lonerism". "It's always around me, all this noise but not really as loud as the voice saying. Let it happen, let it happen (It's gonna feel so good). Just let it happen, let it happen" La base  sobre la que se contruye la canción es soberbia aunque en este disco sí que eche de menos la presencia de Jay Watson o, por lo menos, el sonido orgánico y humano de un batería con su propia pegada, los arreglos son vibrantes y la letra es aceptable para conformar -con sus cambios de ritmo y su repetición de patrones- una suerte de mantra en el que, a lo largo de sus siete minutos y con suaves cambios de ritmo, Parker consigue meternos en el estado de ánimo adecuado para el viaje que supone "Currents" y así entender que antes de "The Moment", sólo podría haber una introducción en bucle o espiral como es "Nangs". "The Moment" es sencillamente una de las más elegantes, relajante y brillante al mismo tiempo.

Pero quizá, lo mejor tras "Let It Happen" llega con "Yes I'm Changing" en la que, sin embargo y por desgracia, Parker parece disculparse por cambiar, por evolucionar y pide perdón pero, al estar en movimiento y admitir que es algo que no puede frenar, invita al oyente a subirse al tren o a quedarse. Una balada deliciosa con una interpretación vocal magnífica para un resultado más cercano a los franceses Air que a los Tame Impala que concíamos. ¿Y eso es malo? Para nada. "Yes I'm Changing" y sus falsetes son una de las joyas de "Currents". 

"Eventually" es otra maravilla, otro caramelo de Parker, conocida por ser otro de los adelantos del álbum, mejora con cada escucha y su estallido -justo cuando paran las bases y la canción se vuelve más etérea- y Parker pronuncia su estribillo es adictivo, es una canción que crece y crece dentro de uno. "Gossip", como "Nangs", es tan sólo un pequeño interludio para llevarnos a "The Less I Know The Better". ¿Qué decir? Puro soul mezclado con disco setentero y juegos de voces magníficos, todo ello agitado y mezclado con el mejor pop y una pizquita de psicodelia. El piano es grandioso y esas palmas enlatadas o no; que a muchos parecen irritarles, son precisamente las que le confieren ese sabor junto al riff de guitarra y la reverberación de la voz. Hasta este momento, el álbum es auténticamente sobresaliente con canciones como "Let It Happen", "Yes I'm Changing" y "The Less I Know The Better". 

"Past Life" no es más que un collage sonoro y "Disciples" un divertido experimento más cercano a la marcianada hasta que la canción despega y se convierte en un chicle pegajoso. "'Cause I'm A Man", es otro de los grandes momentos de este "Currents" en la que Parker, de nuevo en este "Currents", parece disculparse por algo que escapa a su condición humana; si en "Yes I'm Changing" era por el inevitable paso del tiempo y los cambios que ello conlleva, en "'Cause I'm A Man" se disculpará por su naturaleza. Parker construye una balada a medio camino entre el horterismo y la elevación del Mea culpa a los altares del pop y resulta victorioso, como sólo alguien con un talento exagerado podría escapar. "Reality In Motion" hace flaquear la segunda mitad del álbum hasta "Love/Paranoia" -que, personalmente, me fascina por su onírico envoltorio, de nuevo entre Air y Kate Bush- y su flamante transición entre el amor y la paranoia, perfectamente representado por los segundos más chill frente a los más eufóricos y "New Person, Same Old Mistakes" cierra el disco de manera exótica, exuberante e hipnótica entre sitares, palmas y voces dobladas.

"Currents", como antes escribía, sólo puede esperar al paso del tiempo para que conozcamos su naturaleza y verdadera valía pero, a día de hoy, es un magnífico disco psicodélico en el que su autor ha querido avanzar, cambiar y explorar en unas canciones compuestas con mimo, tan desbordantes como mágicas. ¿A la altura de "Innerspeaker" o "Lonerism"? ¿De verdad a alguien le importa? "Currents" es un disco para perderse, el problema es de aquellos que buscan lo inmediato, lo fácil y no disfrutan de abandonarse a unas pocas canciones durante horas y horas hasta que formen parte de uno, sin tener que comparar, medir y examinar como si todos los estados de ánimo fuesen el mismo y no pudiésemos estar en constante cambio. Si alguien me preguntase qué preferiría, otro "Innerspeaker" o "Lonerism", sin duda, elegiría "Currents" porque quiero algo fresco, quiero crecer, cambiar y sentir que los artistas que me gustan están en esa constante búsqueda en la que yo mismo ando enfrascado constantemente. Aquellos que critican a Kevin Parker por haber grabado este disco y no una continuación de los dos anteriores son esos mismos que le acusarían de autoplagio si lo hubiese hecho.

© 2015 Jack Ermeister