Concierto: Slipknot (Hellfest) 19.06.2015

SETLIST: XIX/ Sarcastrophe/ The Heretic Anthem/ Psychosocial/ The Devil In I/ AOV/ Vermillion/ Wait And Bleed/ Before I Forget/ Duality/ Eyeless/ Spit It Out/ (Sic)/ Surfacing/

Slipknot eran, sin duda alguna, el grupo estrella del décimo aniversario del Hellfest. Para la mayoría de asistentes del festival galo estaba claro que si en la edición 2015 había una banda que resaltase sobre el resto; ésa era Slipknot. Los de Corey Taylor, Mick Thomson y Jim Root eran los encargados de encabezar la primera jornada del festival, poniendo el cierre al Mainstage 2 tras la actuación de Judas Priest. La una menos cuarto era la hora estipulada por la organización para que los de Iowa hicieran presencia en el escenario y, según se acercaba el horario, muchos empezaban a impacientarse. Recuerdo cuando hace no muchos años Slipknot era un grupo odiado y repudiado por muchas personas, debido sobre todo a sus continuos guiños y similitudes con el Nu metal o con el denominado "chándal metal", como comúnmente se conoce. Pero es realmente sorprendente ver lo que ha crecido esta banda, lo bien que han sabido jugar su cartas y ponerlas de su lado y cómo han sabido convertir algo, en principio perjudicial, en todo un acierto y una ventaja. Si hace cinco o seis años, Slipknot a duras penas conseguían una entrada digna en salas y pabellones (recordemos que en Julio del 2009, en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid, apenas fueron capaces de llenar la pista y eso que venían acompañados por, nada más y nada menos, que Machine Head), hoy por hoy se erigen como el principal reclamo de todos los grandes festivales del mundo. En la actualidad son una de las bazas más sólidas y seguras para llenar lo que comúnmente se conoce como un "open air", poniéndolo a reventar y sin nada que envidiar a bandas tan importantes como puedan ser Metallica, Kiss, Iron Maiden o Muse…

Con ello quiero llamar la atención sobre el enorme salto que Slipknot ha dado en muy poco tiempo; si ya con Roadrunner batieron un récord (el de ser la banda que más unidades había vendido en un debut con el importante sello discográfico ("Slipknot", 1999), dieciséis años más tarde los americanos son cabezas de cartel indiscutibles a un lado y otro del océano, desde el Knotfest californiano hasta el Soundwave australiano, desde el Download o el Rock Am Ring alemán al Graspop belga o el Hellfest francés. Hoy por hoy, se han convertido en los grandes salvadores y en los líderes indiscutibles de los festivales de rock y metal… Con la canción que abre su último álbum hasta la fecha, "XIX", comienza su concierto en el Hellfest, aunque esta vez la utilizan enlatada en forma de intro y sirve para calentar y subir la dopamina a todos los que esperábamos con ansia su aparición en escena. "Sarcastrophe" es la primera en sonar con todos los músicos ya sobre el escenario, entrando de forma trepidante gracias a los gritos apocalípticos y desoladores de un Corey que no cesó de moverse durante los setenta y cinco minutos que estuvo delante del público. Jim y Mick estuvieron también muy activos durante toda la noche haciendo lo que mejor saben con sus respectivas Telecaster/ Jazzmaster e Ibanez. Chris Fehn y Shawn Crahan son siempre un espectáculo visual ante el cual resulta muy difícil no rendirse, rara vez alguien no disfruta viéndoles subir y bajar de sus plataformas sin cordura alguna, golpeando y aporreando con odio sus tambores y bidones bien con baquetas, con bates de béisbol o con cualquier otro elemento que se encuentre a su alcance. Está claro que con ellos lo importante es armar escándalo, lo significativo y sustancial es llamar la atención y os podemos asegurar que este par de percusionistas son unos aventajados en la materia.

Sin descanso y sin respiro alguno llega uno de los clásicos, "The Heretic Anthem" de su segundo álbum, "Iowa" (2001), golpea, si cabe, más fuerte que la anterior, convirtiendo el escenario en una auténtica fiesta y el foso en lo más parecido a un infierno, con contínuos "circle pit" e interminables "crowd surfing". Destacar la gran labor que hace su nuevo batería; Jay Weinberg, hijo del legendario Max Weinberg de la E Street Band de Springsteen. Con tan sólo veinticuatro años el chaval tiene una pegada realmente impresionante y, todo sea dicho, tiene más bien poco que envidiar a la de su predecesor; Joey Jordison. He de confesar que siempre fui muy escéptico a la hora de buscar reemplazo para Jordison, posiblemente mi miedo venía motivado por el hecho de que Joey, además de ser un magnífico batería, era miembro fundador y un compositor importante en Slipknot, pero una vez visto cómo se las gasta Weinberg en directo no puedo decir otra cosa que Jordison tiene un sucesor más que digno.

Para ello sólo hay que fijarse en la galopada incesante que es capaz de inyectar en sus bombos con " Psychosocial". El que fuera primer single de su cuarto trabajo, "All Hope Is Gone" (2008), arremete con la fuerza típica que se espera de una canción de su magnificencia y calado, convirtiendo el Hellfest en toda una fiesta de saltos y alegría. Algo parecido sucede con el que fuera primer single de su último trabajo, ".5:The Gray Chapter"; "The Devil And I" se deja querer en directo gracias a su cariz melódico y suave, capaz de calar hondo tanto en los fans más clásicos de la formación como en los más nuevos, aunque bien es cierto que en ella se pierde parte de la guturalidad y carácter aguerrido que la voz de Corey plasmaba en los dos primeros álbumes. Lo que está claro es que en directo no desmerece en absoluto, por mucho que "The Devil And I" encaje más en un disco de Stone Sour que en uno de Slipknot...

El siguiente zarpazo nos llega con la rabiosa y agrietada "AOV", un tema con un fuerte componente sentimental y conmovedor en su puente hacia la última estrofa, recordando en directo a otra de las grandes canciones de "All Hope Is Gone" (2008), en este caso nos referimos por supuesto a "Dead Memories"; un tema que con sus contínuos cambios de ritmo es capaz de poner de los nervios al más sosegado y tranquilo. "Vermillion" no es de mis preferidas de su "Vol. 3: (The Subliminal Verses)" (2004), y eso que es uno de mis discos favoritos , pero pienso que el álbum más criticado de Slipknot tiene canciones mejores y, sobre todo, con mayor tirón. No digo ya "Before I Forget" -que posteriormente también sonaría- si no algo como "The Blister Exists" o "The Nameless" seguramente les habría quedado más vistosas y jugosas. "Wait And Bleed" no tardaría en aparecer y hacer las delicias de los que conocimos a la banda vistiendo sus clásicos monos rojos. El single por antonomasia de su debut discográfico siempre es una fiesta; la gente no deja de corear cada uno de los envites de su dulzón y pegadizo estribillo. Todo un hit o un masterpiece de vital importancia que nunca falta en sus directos.

"Before I Forget", con la que Weinberg demuestra haberse doctorado en la materia, sonó jodidamente bien, muy fuerte y potente, dibujando una banda completamente alineada y compenetrada. Chris Y Shawn no dejan de cantar mientras aporrean sus malogrados parches de las plataformas que suben y bajan de manera incesante… Es mencionar Corey Taylor la frase "I push my fingers into my... eyes" para que todo el Hellfest cante la primera estrofa de "Duality". El que fuera single de su tercer álbum, "Vol. 3: (The Subliminal Verses)" (2004),  hace las delicias de una afición sedienta de grandes clásicos y a la que es fácil contentar y es que a Slipknot no les hace falta mucho para meterse a cien mil personas en el bolsillo… Pues si hasta aquí había sido todo perfecto, con Slipknot todavía hay margen para la mejora; desde "Duality" y hasta el final de su actuación sólo tocarían temas de su primer álbum, "Slipknot" (1999).

Comenzaron con la desdibujada "Eyeless", una canción que cuanto más escucho, más me gusta. Algo parecido me sucede con "Spit It Out", otro de los grandes temas del debut de Slipknot que, con su arranque y destreza, te lleva a un punto mayor de locura. Con "Spit It Out" hemos visto en numerosas ocasiones a Joey Jordison girar sobre su batería y tocar mientras la misma daba vueltas sobre una plataforma vertical. A Weinberg no le vimos hacer nada parecido, aunque después de su demostración pienso que el joven batería emularía a las mil maravillas al bueno de Joey… Tras un breve descanso llega la explosión final; para la ocasión eligieron en primer lugar "(Sic)", tema que abría su debut una vez finalizaba la instrumental "742617000027" y que en esta ocasión, como la mayoría de las veces que la tocan en directo, deciden utilizar dicha intro como antesala. Y como segundo bis se decantaron por "Surfacing", una pieza brutal que supo poner el broche de oro a una actuación magnífica y memorable.

En resumen; setenta y cinco minutos con máscaras y a lo loco. Que a todos nos dejó más que satisfechos y con una amplia sonrisa en la cara. Ojalá podamos verles pronto en España; se lo merecen y nos los merecemos…

© 2015 Lord Of Metal 
Fotos por © OZIRITH