Crítica: Obituary "Inked In Blood"

"Las canciones nos están saliendo como diarrea por tu culo"...así de rotundo y expresivo se mostraba Donald Tardy, en una entrevista que recientemente pudimos leer en un medio español, en su respuesta ante la pregunta de si "Inked In Blood" podría ser el último álbum de la banda. Menciones escatológicas parte, pienso que la frase empleada por el menor de los hermanos Tardy es bastante clarificadora y elocuente del buen momento de forma por el que está pasando en la actualidad Obituary. Desde Blogofenia siempre hemos sentido mucho respecto por los músicos que transportan la música un paso más allá, que la viven realmente con pasión y que la disfrutan en estado puro.

La verdad que es digno elogiar que después de tantos años al pie del cañón y de tantas hostias recibidas aún haya bandas que ni siquiera se les pase por la cabeza una fecha de cierre o de epitafio a su carrera. Donald Tardy es uno de esos tipos a los que da gusto leer y escuchar, ya que suele dejar frases bastante elocuentes y significativas: "La familia es muy  importante, todos tenemos mujeres e hijos, es lo normal en nuestra edad, pero Obituary es nuestra vida"...A Obituary tenemos que ponerles el testigo de banda legendaria, al fin y al cabo estamos tratando con unos auténticos maestros del death metal más primigenio y old school, que vio nacer el fructuoso Estado de Florida, y más concretamente la bella ciudad de Tampa, en los primeros y oscuros 80. Obituary y coetáneos como Death, Massacre, Deicide, Morbid Angel o Cannibal Corpse (aunque estos últimos eran originarios de Búfalo y no de Tampa) crearon un estilo y una movida que con el paso de los años se convertiría en un pilar básico de la estructura del heavy metal. Al igual que el thrash metal tenía su epicentro en la costa Oeste, más concretamente en la Bay Area californiana, o el black metal lo tendría años más tarde (ya en los 90) en la fría y tenebrosa Noruega, el death metal tenía su génesis en Tampa y más concretamente en los estudios Morrisound de Jim y Tom Morris ubicados en Temple Terrace.

Entre las paredes de los Morrisound salieron muchos de los considerados incunables dentro de la movida death, aunque no todas las bandas que decidieron pasar por allí estaban auspiciados en dicha etiqueta; combos como Incubus, Sepultura, Iced Earth o Demons and Wizards (la banda de heavy/power que formaron el tándem Hansi Kursch y Jon Schaffer) fueron de los Morrisound. Bien es cierto que el Death Metal siempre fue su mayor baza y estímulo, logrando recoger en su interior auténticos clásicos del género que difícilmente hoy no llevarían colgada la etiqueta de "serie oro"...Con el paso de los años nos vamos haciendo más cómodos, todo nos da más pereza y nos cuesta mucho más. Obviamente los miembros de Obituary ya no son unos niños, el tiempo pasa para los músicos tanto o más rápido que para el resto de los mortales; lo que les ha llevado a que este último álbum se lo tomaran con cierta calma y tranquilidad, ya que al hecho de haber transcurrido más de cinco años desde su última entrega, "Darkest Day" (2009), esta vez han decidido grabarlo ellos mismos en su propio estudio al lado de sus casas.

Donald Tardy al igual que muchos otros músicos de cierta posición y de cierta edad (recordamos a Tomas Lindberg de At The Gates diciendo algo parecido) ven las ventajas de grabar en un estudio en tu ciudad y al lado de tu casa. Cuando no tienes prisa por hacer algo y el horizonte temporal se abre ante tus ojos como un mar infinito (tanto en el caso de At The Gates como en el de Obituary se daba dicha situación, ya que ninguna de las dos bandas tenía detrás el peso y los plazos de una discográfica) evidentemente la mejor opción es la de un estudio casero y grabar cuando a uno mejor le venga o le convenga. Por desgracia los alquileres de los estudios de grabación no son precisamente baratos, por lo que  siempre tienes que realizar un mayor esfuerzo en terminar el trabajo lo antes posible con unas calidades mínimas. Esa desventaja claramente no existía para los hermanos Tardy dentro de su propio estudio. Donald es de los tipos que le gusta trabajar con mesura, sin prisa; ahora grabo una línea de batería, mañana a las cuatro de la mañana otra y hasta dentro de dos semanas no doy un palo al agua... Ni que decir tiene que toda esa "relajación" en su caso luego se ve traducida y reflejada en un distanciamiento, digamos un tanto abundante, entre disco y disco.

Para "Inked In Blood" los hermanos Tardy (John y Donald) vuelven a contar con su hacha "divino", Trevor Peres, además de fichar para la ocasión al Shredder Kenny Andrews, sustituyendo a Ralph Santolla, guitarrista este último que tocara con Chuck Schuldiner en Death y quien ya fuera pareja de escenario con el mítico Jon Schaffer en Iced Earth. Además de formar con Kenny Andrews también se asocian para la labor de bajo con su buen amigo y alma máter del movimiento, Terry Butler, todo un personaje y un tipo entrañable dentro de la escena querido por todos. Terry estuvo tocando en Death en discos tan importantes como "Leprosy" o "Spiritual Healing" además de formar con otras bandas como Six Feet Under o Massacre, que curiosamente en este 2014 vio editado su segundo álbum "Back From Beyond" veintitrés años después de su debut en 1991 con su primer trabajo "From Beyond". Para los hermanos John y Donald, Terry es mucho más que un gran músico, es un amigo con el que se puede contar y que según las palabras de los hermanos les está ayudando muchísimo con la tediosa labor de organizar el merchandising para sus conciertos y giras, cosa que por otra parte Donald aborrece y detesta.

El buen rollo y la predisposición de sus cinco integrantes se nota en el fantástico disco que han pulido y desarrollado. "Inked In Blood" podríamos definirlo sin temor a equivocarnos como 100% death metal old school. Pero ojo, no estamos hablando en este caso de un death metal abrupto y apelotonado, ni mucho menos, aquí las cosas se han hecho con buen gusto y con mucha cabeza. Temas como la rápida "Century Of Lies" o la violenta "Violent By Nature" muestran que el death metal made in USA también puede tener cierto grado de salero y melodía. Si algo me atrae del death metal de Obituary es que está realmente estructurado y trabajado, cada instrumento se distingue a la perfección por separado, sin que llegue nunca a cuajar el efecto de apelotonamiento sonoro que tienen otras bandas del género. Con "Pain Inside" es raro no caer rendido a los pies de una banda que crece y se hace mayor mientras las notas van arañado segundos al crono. Por mucho que se enroquen, en este caso no pueden negar la influencia ni la mano del bueno de Terry Butler. Difícilmente se podría discernir la métrica y la técnica de "Pain Inside" de la de alguno de los temas contenido en "Back From Beyond" de Massacre. Todo un lujo con el que retrocederás veinte años en el tiempo y volverás a sentirte como un zagal.

"Visions In My Head" fue el tema elegido por la banda para dar a conocer el nuevo álbum a sus fans. Estamos ante un gran tema con un John magnífico, cantando con una dureza y una entereza digna de admirar. En el mismo podemos aplicar, sin miedo a equivocarnos, el dicho de que las viejas glorias nunca mueren... Toda la banda está en un estado de forma magnífico, Donald aporrea sus parches como si no hubiera un mañana en temas tan enigmáticos como "Back On The Top" o en el tema homónimo del álbum, dando rienda suelta a su imaginación y sobre todo a la nuestra. El ametrallamiento y los bombazos son continuos en "Violence", una pieza de poco más de tres minutos que no te deja respirar ni te ofrece un sólo segundo de tregua. No nos esquivocamos si decimos que estamos ante el corte más rabioso y oscuro que se esconde en "Inked In Blood".

"Deny You" lleva un riff duro y machacón más propio del thrash. El mismo es tan repetitivo y persuasivo que se te va metiendo en el cerebro poco a poco y notas como te va minando mientras te conviertes en preso de su locura, conduciendo a que tu cabeza vire con movimientos circulares continuos... La portada del álbum, obra del maestro Andreas Marschall es digna de mencionar, un dibujo donde la banda quería destacar por encima de todo su logo y su membrete y donde es fácil perderse analizando cada uno de sus matices si de fondo te viene dada "Within A Dying Breed", un rompe-cinturas salvaje que lleva inyectados los cambios de ritmo más trepidantes de todo "Inked In Blood". Por su parte "Minds Of The World" y "Out Of Blood" son una fuente de rabia contenida que explota al son y al vaivén que marca el menor de los Tardy desde el fondo, con sus bombos y parches llevados al límite y clamando clemencia.

Si te gusta la buena música disfrutarás como un enano del nuevo álbum de una banda legendaria, si lo tuyo es el death metal Obituary es tu banda e "Inked In Blood" tu disco…

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