Crítica: Megadeth "Super Collider"

Ahora, más que nunca, es cuando uno se da cuenta de que aquel "Th1rt3en" (2011) olía a compromiso, a caramelo envenenado de Mustaine para cumplir compromisos contractuales con Roadrunner (la cual les exigía otro disco) y que todos los defectos que achacábamos a aquel álbum, en mayor o menor medida hecho con descartes, maquetas y una canción compuesta para un videojuego (por otro lado, excelente) no cogían al propio grupo por sorpresa, "Th1rt3en" era precisamente eso; un paso más para firmar con Universal (aunque sea con subsidiaria de por medio) y olvidar el escaso interés promocional de Roadrunner con el grupo. Se enfrascaron en la gira del aniversario de "Countdown to Extinction" y, a excepción de algunos temas de "Th1rt3en" tocados en directo, se podría decir que se olvidaron de una gira mundial para presentar un disco con el que recibieron poca ayuda por parte de su discográfica cuando ellos también, como han llegado a admitir, estaban más interesados pensando en las nuevas canciones que terminarían formando parte de este "Super Collider". Decir que es mejor que "Endgame" es decir mucho cuando el disco aún está saliendo del horno pero me puede la pasión y las ganas por escuchar lo nuevo de Megadeth y, aunque no resulte justo, las diez primeras escuchas de este "Super Collider" lo hacen crecer de tal manera que deja lejos a "Th1rt3en", quizá no sea su mejor disco pero sí es un pequeño esfuerzo y en él encontrarás el sonido más reconocible de Megadeth en un tema como "Kingmaker" y medios tiempos más "hardrockeros" como la propia "Super Collider".

Lo primero que se me viene a la cabeza al ver el disco es; ¿Por qué demonios no vuelve Repka? ¿Qué ocurre? ¿Por qué una portada tan horrorosa e indigna de un grupo como Megadeth? Conociendo perfectamente los desacuerdos legales por los que el ilustrador dejó de trabajar con el grupo y escuchando las nuevas canciones, uno entiende que Mustaine quiera cambiar pero aquellos que adoramos la primera etapa del grupo no entendemos un disco de Megadeth sin Vic Rattlehead en la portada o el magnífico diseño con el que nos sorprendieron a todos en "Countdown to Extinction" (1992) o "Youthanasia" (1994). Grabado, como viene siendo habitual, en el Vic's Garage en San Marcos, California con la ayuda de John Karkazis (también produjo "Th1rt3en") que les dota, quizá, de un sonido más actual y compacto, "Supercollider" es una nueva etapa para el grupo y así se muestra en su portada, con una fotografía retocada del Gran Colisionador de Hadrones, el Solenoide compacto de muones (en inglés, CMS, Compact Muon Solenoid), aquel que causó gran polémica, no sólo científica sino -en gran medida- ética (el sector más reaccionario hablaba de que con él nos estábamos equiparando a Dios) ya que es capaz de generar un "mini-Big Bang", crear la materia más densa del mundo o generar agujeros negros y en el fondo, muy en el fondo, Vic Rattlehead nos espera y, por lo menos, ahí está nuestro querido amigo, podemos respirar aliviados...

Y si polémico fue el título con el que Mustaine se descolgó y criticada su portada, el tema que da nombre al álbum no lo sería menos pero Mustaine, Ellefson, Broderick y Drover lo sabían y la pólvora con la que sembraron las redes sociales parece ser que les sirvió para darse cuenta de que, a lo mejor, no iban por el buen camino. "Super Collider" es un tema correcto de Hard Rock, en el que sorprende el tempo de la batería, el riff, el estribillo y la manera en la que usan el Wah. Personalmente, lo considero un tema entretenido, refrescante para todos los que llevamos siguiendo a Megadeth mucho tiempo pero poco más, no aporta demasiado.  No entiendo las críticas por parte de muchos que se han olvidado de otras canciones de los noventa en las que Megadeth ya experimentaba por estos mismos derroteros y hace falta estar muy miope para llegar a pensar que un tema como "Super Collider" iba a ser representativo del resto del disco o iba a hacer perder la identidad a un grupo como el de Mustaine.

Si en "Super Collider" se dejan ver las ganas del grupo por hacer algo diferente, en "Kingmaker" somos testigos de unos músicos que se divierten haciendo lo que mejor saben hacer. El riff es brutal y los solos rápidos, la voz de Mustaine suena ronca y hasta Drover (el cual no es santo de mi devoción aunque cumpla sobradamente su papel) suena más contundente y acelerado que de costumbre (manías que tiene uno después de haber disfrutado de Menza en directo en los noventa). "I want everything that makes me feel alright, that feels alive, don’t ask me why I want everything, right before my eyes I can’t deny I want to be the King! Kingmaker!" gruñe Mustaine justo antes del solo y con ese estribillo se despide la canción, cambiando el ritmo de Drover y doblando la voz principal. Y con "Burn!" se confirma que estamos ante un gran disco, el sonido de la guitarra es delicioso y el comienzo es épico para, en cuestión de segundos, subirnos al típico traqueteo de tren de guitarras de Megadeth, tan sólo frenado por un estribillo que suena -una vez más- nuevo en el grupo; "Burn, baby, burn!" o  "Fire, you got the fire, fire, burnin' desire!" y las guitarras se vuelven locas una vez más, es un tema fantástico.

Pero más clásico suena "Built For War" y la forma en la que Mustaine eructa "built for warrrrr!" y hace sonar un riff de la vieja escuela, quizá es la más repetitiva pero, nada más que por la guitarra (magnífico Chris a lo largo y ancho de todo el disco), el ritmo del insustancial Drover y la pegada del bajo de Ellefson, merece la pena. ¡Este es el tipo de temas que uno echaba en falta en "Th1rt3en"! El primer solo de "Built For War" y los coros del puente la hacen subir la nota porque, por primera vez en mucho tiempo, se palpa y se siente que Megadeth se han volcado plenamente en este "Super Collider" y es que, aunque es una opinión muy particular, últimamente daban la sensación de grupo cansado, pues bien, en este álbum se disipa toda duda; son capaces de seguir grabando grandes temas a la altura no sólo de su leyenda sino de lo que se espera de ellos en el futuro.

"Off The Edge" baja la intensidad pero contiene uno de los mejores solos del disco mientras que con "Dance In The Rain" llegamos al fin de la primera cara y ésa, precisamente, es la función del tema. Clásica mezcla de un medio tiempo marcado por el doble bombo y la voz de Mustaine relatando la letra de manera levemente asíncrona. Tras los solos, las revoluciones suben y se convierte en un torbellino con Dave escupiendo la letra como una letanía…

Pero, si queremos algo diferente, ¿qué mejor que comenzar la segunda cara del álbum con un tema de influjo oriental como "Beginning Of Sorrow" en el que nuestro pelirrojo favorito se muestra como un todoterreno? Un bajo profundo y su voz llena de reverberación conforman una de las canciones más hipnóticas del disco pero aquí no acaban las sorpresas, conformando a "Super Collider" como uno de sus discos más imprevisibles y variados, ya que el comienzo de "The Blackest Crow" les acerca peligrosamente al Rock Sureño hasta que entra la distorsión, aún así el ambiente logrado por la instrumentación del tema le confiere un toque siniestro y polvoriento que le sienta de miedo. Pero la gran sorpresa no será el uso del banjo (resulta increíble mencionar un instrumento así en un disco de Megadeth) sino el del solo de guitarra con slide (¡sí, con un slide!) para finalizar. Es cierto, no es thrash, quizá esté lejos del Metal (a pesar de su contundencia) pero suena de maravilla.

"Forget To Remember" vuelve a un terreno más familiar para todos sus seguidores (ojo al estribillo porque es uno de los mejores de todo el disco) y el adelanto que fue "Don't Turn Your Back..." encaja a la perfección como penúltima canción. Un toque bluesy que pronto se transforma en el riff demoledor que todos conocemos, doble bombo y a arrasar con todo. De ella disfruto, en especial, el sonido de las guitarras y el solo -una verdadera maravilla- por no hablar del riff principal. Y, para terminar "Super Collider" por todo lo alto, "Cold Sweat" de Thin Lizzy sonando -lógicamente- más metálica que la original (del "Thunder And Lightning" del 83) y que le sienta de como un guante a Mustaine y los suyos.

"Super Collider" es un disco que anuncia un final de etapa para Megadeth, para bien o para mal, porque Broderick y Drover parecen asalariados que, aunque cumplan (especialmente Chris) no colman las expectativas del todo. Un grupo que necesita urgentemente un balón de oxígeno tanto como nosotros para seguir militando en sus filas y que con "Super Collider" nos ofrecen un álbum variado con buenos momentos pero flojo y sin chispa en general. Como fan lo disfruto pero soy consciente que pasará sin pena ni gloria por las estanterías y, mucho peor, por los oídos del gran público.

© 2013 Jack Ermeister