Crítica: The Wallflowers "Glad All Over"

Por extraño que parezca si amas a The Clash te habrá encandilado el adelanto de este "Glad All Over" porque "Reboot The Mission" suena igual que los Clash de "Sandinista!" (1980) y no es por casualidad ya que Mick Jones, nuestro Mick, participa aportando su guitarra, voz y talento. Hace ya mucho tiempo que los Wallflowers deslumbraron con su segundo disco, aquel magnífico "Bringing Down The Horse" (1996) con un single como "One Headlight" que rompió las listas y les aupó a lo más alto. Con aquel disco todos descubrimos que Jakob Dylan poseía un precioso y cálido tono de voz y que su banda era un solvente combo de rock americano capaz de telonear a Tom Petty e incluso al mismísimo Bob Dylan para su propio asombro. Se embarcaron en una interminable gira y sacaron a prisa un tercer disco como "Breach" (1999) que, aunque notable, perdía cierto fuelle mientras todos volvíamos la vista para disfrutar de su primer e inadvertido álbum, "Wallflowers" (1992), que en plena era Grunge, claro,  no tuvo la respuesta que se esperaba. Tras el lógico traspié comercial de "Breach" (que, seamos sinceros, era un muy buen disco), publicaron "Red Letter Days" (2002) que contenía algunas de las mejores canciones del grupo pero que llegaba tarde y con aspecto cansado, después un poco apoyado "Rebel Sweetheart" (2005) y Jakob sacó un par de discos en solitario con una buena respuesta por parte de la crítica pero seguíamos echando de menos a los Wallflowers y así se lo hacíamos saber en sus conciertos (recuerdo Berlín, qué tiempos...), así que, cuando supimos de su vuelta, no pudimos menos que alegrarnos cuando entraron a grabar este "Glad All Over" en los estudios Easy Eye Sound de Dan Auerbach de The Black Keys pero más sorprendidos nos quedamos cuando supimos que poco quedaba de la formación original y que Mick Jones de The Clash estaba participando en las sesiones.

A simple vista, el sonido The Clash y su ideología poco tiene que ver con el rock clásico americano que practican The Wallflowers pero cuando escuché "Reboot The Mission" no pude evitar sonreír de satisfacción. ¡Es genial! No me esperaba un single así. Jack Irons se ha incorporado al grupo y da energía, el piano juguetón "casbahniano" y los efectos de las guitarras nos recuerdan totalmente a los The Clash de "Sandinista!". ¡Es un placer ver a Mick Jones de nuevo, aunque sea tímidamente, en un videoclip y más acompañado por Irons, menudos dos músicos! La verdad es que sería absurdo negar la influencia de Jones en esta canción y el tono del disco en general y Jakob lo sabe por eso no duda en apoyarse en esos magníficos coros, en esa línea de bajo tan estupenda y dar la bienvenida con ese ya mítico verso; "Welcome Jack, the new drummer, He jammed with the mighty Joe Strummer I see Rami, Greg and Stewart I've to say, Jay, we've had it coming!" para volver a cantar un estribillo tan pegadizo como "Eyes on the prize, reboot the mission I've lost the sight, but not the visión". Es un single de diez, además de refrescante. He leído todo tipo de críticas hacía ella, pues bien, a todos esos os digo; no tenéis ni puta idea.

"Hospital For Sinners" abre esta ejercicio de reinvención a cargo de Dylan con una batería y una guitarra forzadas que suenan cortantes y nuevas en el universo de los Wallflowers, un comienzo arrollador que nos hace saber que este "Glad All Over" es un regreso por todo lo alto. "Misfits & Lovers" (de nuevo con Jones) suena igual de fresca que "Reboot The Mission" pero más en la línea habitual del grupo, razonablemente pop y rockera pero con los típicos puentes marca de la casa. Como "First One In The Car" que podría haber encajado perfectamente en cualquiera de los discos anteriores.

El piano vuelve a ser el protagonista en "It's A Dream" sonando levemente a cabaret con una machacona batería que la dota de fuerza aunque sí es cierto que, en este momento, es cuando parece que este "Glad All Over" ha llegado a cierto punto muerto. "Love Is A Country" es una preciosidad en la que Jakob saca toda la emotividad que habitualmente es capaz de desplegar en sus composiciones mientras que en "Have Mercy On Him Now" volvemos a recuperar impulso.

Igual que en la inusual "The Devil's Waltz" con unos "overdubs" que la sientan de miedo, una sección rítmica sólida y un estribillo con un piano magnífico. "It Won't Be Long (Till We're Not Wrong Anymore)" es la más típicamente rockera del conjunto, un esfuerzo titánico con una instrumentación intensa y épica. "Constellation Blues" no baja el ritmo pero sube la nota del disco con una composición brillante  (¡qué slide más apropiado!) pero "One Set Of Wings" deja que "Glad All Over" se apague tímidamente y no debería ser así, no en este momento cuando necesitamos más, no en un disco que ha supuesto toda una ruptura con los anteriores.

Es un buen álbum con buenos temas, mejores intenciones y unos músicos de miedo, tanto si estamos hablando del ocaso del grupo o de un nuevo comienzo es pronto para saberlo y, mucho me temo, que la respuesta estará en la gira, en el siguiente disco y el apoyo que hayan recibido por parte de esta, cada vez más decrépita, industria musical porque a los fans parece habernos gustado y mucho. Podría haber sido mucho mejor pero esta vez sí que nos han sorprendido y se muestran con ganas y fuerzas suficiente para recuperar lo que es suyo. Ojalá que así sea...

© 2012 Mr. T