Concierto: Wilco 16.10.2012 (Madrid)

SETLIST: Ashes of American Flags/ Art of Almost/ I Might/ At Least That's What You Said/ Spiders (Kidsmoke)/ Impossible Germany/ Born Alone/ Side With the Seeds/ Hummingbird/ Whole Love/ Kamera/ Box Full of Letters/ Capitol City/ Handshake Drugs/ Passenger Side/ Heavy Metal Drummer/ I'm the Man Who Loves You/ Dawned on Me/ A Shot in the Arm/ Via Chicago/ Jesus, Etc./ Hate It Here/ Monday/ Outtasite (Outta Mind)/ I'm a Wheel/ Hoodoo Voodoo/

"Es una locura tocar en un sitio como éste. ¿Es una plaza de toros, verdad? ¿Pero quién es el toro y quién el torero? ¡Nosotros somos el toro! " decía un parco Jeff Tweedy al que, como siempre, le costaba empezar a arrancarse y esta vez tenía motivos porque Wilco, esa fiera indomable de los conciertos, el grupo que se ha ganado el título, totalmente justificado, de mejor banda en directo del mundo, se enfrentaba al temible Palacio de Vistalegre de Madrid. Podría parecer una locura compararles con Nirvana pues su propuesta, su música, su virtuosismo y su forma de ser poco tiene que ver con la banda de Seattle pero, contemplando el levemente ruidoso pero ensoñador comienzo de "Ashes Of American Flags", la sombra de los seis músicos retorciéndose sobre las largas lonas que cubrían las gradas y la ingente masa de feedback que provocaba todo tipo de ecos, reverberaciones y efectos contra la estructura del recinto, uno no podía menos que recordar la pasión de Cobain por los acoples intencionados y los burbujeantes efectos de delays, chorus y chirriantes distorsiones no tenían nada que envidiar a lo que Nels Cline logró ayer ayudado por el pésimo sonido de un recinto que debería ser cerrado para cualquier evento musical que se precie. Por no decir del aura mágica que todos los conciertos de Wilco tienen y es que, cada vez que uno asiste a uno de ellos,  tiene la inmensa sensación de estar formando parte de la historia de la música. Puede que suene exagerado pero dentro de unos años haber visto a Wilco en directo durante los últimos discos del grupo será algo a recordar. ¿Por qué? Porque han escrito algunas de las mejores canciones de los últimos veinte años, han parido una discografía que levanta las envidias de cualquier artista, su directo es famoso y, lo mejor de todo (aunque cada vez menos), los disfrutamos en pandilla y no entre miles y miles de aficionados. "Ashes of American Flags" desprendía su encanto con un Cline todavía en frío y un Jeff Tweedy con gesto huraño y contenido, a Stirrat se le veía más cómodo igual que a Pat o Mikael pero la locura no entró en escena hasta "Art Of Almost" de "The Whole Love" (2011) que se desperezó lentamente para acelerarse y levantar a la audiencia con un Nels soberbio y Glenn golpeando la batería como si no hubiese un mañana. Sí, el sonido fue una mierda pero Wilco sonaban geniales. ¿Un contrasentido? Puede.

"I Might" encendía aún más al público con su desenfadado ritmo y el ruidismo de Cline en plena ebullición pero no sólo nos deleitaban los oídos sino también la vista con un magnífico desfile de guitarras. Allí estaba la Gibson SG de Tweedy, la mítica Jazzmaster de Cline o la Telecaster de Pat sazonadas con Jaguars, Rickenbackers, más y más Fender, Danelectros y una Wildshire original que nos hizo babear a todos. Y cuando "I Might" había calentado los ánimos y las decenas de lamparillas colgadas boca abajo por todo el escenario parecía que no podían dar más luz, un rumor y "At Least That's What You Said" (un auténtico monumento), un clamor y todo el mundo cantándola. Impresionante. Los agrestes rasgueos de Cline y Tweedy se entremezclan y la calma se convierte en un mar embravecido que nos arranca de cuajo de nuestro sitio, como una mezcla de los Crazy Horse de Young y My Bloody Valentine. Siguen la infalible senda de "A Ghost Is Born" (2004) con "Spiders (Kidsmoke)" tocada de manera más orgánica que en el disco y resulta convirtiéndose en todo un estallido de rock. Pero si "At Least That's What You Said" fue celebrada, el "Ohhhhhhhh" que se escuchó por todo el Palacio de Vistalegre cuando atacaron "Impossible Germany" fue de órdago cuando Nels nos conmovió hasta la médula con ese solo a medio camino entre el free jazz, el noise y todo lo que a uno se le pase por la cabeza. Daban ganas de volar sobre sus notas.

Agrandando su leyenda
(Foto de El Mundo)
"Born Alone" suaviza las emociones para revestirlas de pop, puro pop pero con clase, eso sí. Más noise, mucho noise de las cuerdas de una desgastada Jazzmaster y otra vez tocada de la fibra sensible con "Side With The Seeds", un corte cuyo in crescendo antes del estribillo es de nota. ¡Qué bonita, qué canción más bonita en directo!

Simpática sonó "Hummingbird" con el típico baile de Tweedy (más corto que de costumbre) y ese piano que suena inmortal desde la primera nota (qué habilidad para componer grandes canciones) como "Whole Love" nos deshizo entre susurrantes falsetes y rasgueos acústicos. La sorpresa, para mí, fue "Kamera", "Box Full Of Letters" (qué gusto escucharla en directo) y "Capitol City" porque de "Handshake Drugs" poco podemos decir ya que no se haya escrito antes. La sombra de "A Ghost Is Born" es grande y, si Wilco fuese un grupo cualquiera, devoraría por entero a toda su discografía pero éste no es el caso y lo demuestran con "Passenger Side" y la emotividad que desprende su estribillo. Muy divertida y demoledora sonó "Heavy Metal Drummer" mientras que en "I'm the Man Who Loves You" se les ve divirtiéndose sobre el escenario.

Que "Dawned On Me" es una de las grandes de "The Whole Love" no es una novedad pero es que en concierto es capaz de resucitar a un muerto y les vuelve literalmente locos tanto a ellos como a nosotros, su público y, por si quedaba alguien que no se hubiese vuelto a enamorar una y otra vez de sus canciones, nos dispararon a traición y antes de los bises un "A Shot In The Arm" tan intenso que nos dejó agotados a todos aquellos que lo gritamos; "Something in my veins bloodier than blood, something in my veins bloodier than blood, something in my veins bloodier than blood!"

Vuelven al redil con "Via Chicago" cuyos contrastes son deliciosos y un "Jesus, Etc." que Tweedy nos dejó cantar creando una comunión perfecta a pesar de nuestro desastroso inglés. Pero no se iban a despedir así en un concierto en el que se había librado una auténtica batalla contra la acústica del recinto y, para demostrar que no le tenían miedo, "Hate It There", una festiva "Monday", la avalancha de "Outtasite (Outta Mind)", la rápida "I'm A Wheel" y otro bis más con "Hoodoo Voodoo".  Confirmado, Wilco son la mejor banda del mundo y el Martes lo dejaron bien claro en Madrid. Esto no fue un concierto más, fue una obra de arte.


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