Concierto: Red Hot Chili Peppers (Madrid) 07.07.2012

SETLIST: Monarchy of Roses/ Around the World/ Snow ((Hey Oh))/ Can't Stop/ Californication/ Look Around/ Hard to Concentrate/ Parallel Universe/ The Adventures of Rain Dance Maggie/ Right on Time/ Throw Away Your Television/ Factory of Faith/ Under the Bridge/ By the Way/ Jam de Chad & Mauro/ Suck My Kiss/ Ethiopia/ Give It Away/ 

Cincuenta y cinco mil personas fueron testigos del concierto de Red Hot Chili Peppers pero estoy seguro de que allí sobraban, por lo menos, cuarenta mil. Que nadie se lleve a engaños; Kiedis, Flea, Chad y Josh son grandes y cumplieron como se esperaba de ellos, es más, sonaron enormes (a pesar de que el sonido no brilló en toda la noche hasta la aparición de deadmau5) y es que, si de verdad sientes por tus venas algo de pasión por el Rock, produce cierto desasosiego internarse en la denominada "Ciudad del Rock" y comprobar hasta que extremos se ha llegado a adulterar el significado, en mi humilde opinión; Rock in Rio está prostituyendo al Rock N' Roll. Este festival es de todo menos auténtico, es una auténtica patochada que sigue aprovechando su pasado y pedigrí ignorando las miles de quejas recibidas por parte de amantes de la música en general que esperan algo más de uno de los grandes festivales de la historia mientras ven con desgana como la organización parece más interesada en que aquello parezca las fiestas de lujo de un pueblo con artistas de dudosa calidad y/o repercusión mientras para algunos gilipollas ésta es la cita del año y disfrutan con una tirolina o montándose en una noria. Es más, recuerdo la primera edición española con todo el desagrado del mundo cuando un Neil Young claramente inspirado acababa de deshojar una preciosa y delicada "Heart Of Gold" y de fondo se escuchaba el insoportable y monótono ritmo que sonaba en Pachá. Pero así son las cosas y este festival presume de pluralidad y apertura de miras, así un día aparecía Pitbull, David Guetta, La Oreja de Van Gogh, Amaia Montero, Incubus o Maná. Seamos claros; el cartel es una auténtica mierda. ¿La organización? Buena, sin colas, con aseos de sobra y muchos, muchos garitos y tenderetes en los que gastarte la pasta. Lo normal en un festival pero elevado a la enésima potencia.

¡Llegué tarde a Incubus, pardiez! Pero no todo lo tarde que hubiese deseado y me tragué casi toda la actuación con resignación y paciencia recostado en el césped artificial, los buenos tiempos de Brandon Boyd pasaron y desde aquel interesante "Fungus Amongus" de 1995 (que yo tenía grabado en una maravillosa e histórica cinta TDK y escuchaba en mi walkman) la carrera de los californianos ha ido claramente de más a menos, tocaron la cima comercial con "Morning View" (2001) en el que Brandon fue aupado a los altares de las carpetas de las adolescentes más alternativas y menos críticas y, desde aquel entonces, lo que vemos pasearse por los escenarios es la "Crónica de una muerte anunciada" de una banda que, cualquier día de éstos y para consternación de sus familiares y amigos, decidirán abandonar y dedicarse a hacer surf. 

Un concierto que sonó realmente mal, independientemente de dónde uno se situase y en el que nos regalaron canciones de su último disco como las anodinas"In the Company of Wolves" o "Adolescents" y algunas escogidas de su etapa más comercial, ignorando, por supuesto, el citado "Fungus Amongus" o "S.C.I.E.N.C.E." (1997), cuando Brandon termina ayudando con la percusión en "Sick Sad Little World" uno ya no sabía ni cómo sentarse o tumbarse, un concierto muy irregular en el que, quizá por problemas ajenos a la banda, sonaron como nunca debería sonar un grupo en directo. ¿Es Incubus un artista digno del mítico Rock In Rio? No, desde luego que no pero, claro, hablamos de la edición española y aquí tiene cabida un artista tan deficiente (artísticamente hablando) como El Pescao. En España somos diferentes pero hagamos un pequeño ejercicio, pensemos en el primer Rock In Rio, el de 1985, y repasemos su cartel; Yes, Ozzy Osbourne, Scorpions, Iron Maiden, George Benson, Nina Hagen, James Taylor, AC/DC, Rod Stewart, Whitesnake y Queen para terminar. ¿Qué diferencia, verdad? No nos quejemos que aquí teníamos a Maná...

Después de una espera, más o menos razonable, y cientos de camisetas de los RHCP, se oscurece el escenario y suena "Monarchy Of Roses" de manera atronadora con todo el ruidismo que Josh es capaz de sacar a su guitarra. Puede que "I'm With You" no sea su mejor disco pero, aunque a priori parezca que carece de singles no es así (¡vaya si los tiene!) y contiene algunas de las mejores canciones de los Peppers en los últimos años y así lo demostró "Monarchy Of Roses", sin darnos tiempo para relajarnos, "Around The World" nos golpea en la cara, "Californication" (1999) fue un gran disco después del fiasco que supuso "One Hot Minute" (1995) y sus canciones envejecen como el buen vino. ¿Quién echa de menos a Frusciante? Pues yo mismo pero la verdad es que Josh cumple con maestría y personalidad además de con ganas, las guitarra funky en "Around The World" roza la matrícula y, aunque nunca llegue al nivel de John (ni falta que hace) demuestra que es mucho más que un sustituto y se integra a la perfección como un Pepper más. Pero es con "Snow ((Hey Oh))" y su guitarra juguetona cuando el clamor del público es más que evidente, "Snow" es uno de esos tema que gana y cuya suave punteo se mete bajo la piel, simplemente maravillosa aunque sea en estos temas en los que Josh tiene menos margen para experimentar.

Si hay algo que no me gusta demasiado de estos nuevos Peppers son las constantes jams entre canción y canción, son unos músicos enormes y se lo pasan bien en el escenario pero, lo que antiguamente era una vía de escape más, ahora se ha convertido en una constante y en este concierto llegué a contar hasta cinco jams (a cada cual mejor, por supuesto) pero que hace que aquellos que no disfrutan del virtuosismo y sí de los temas más conocidos pierdan un poco el hilo. No pasa nada porque con el entrecortado riff de "Can't Stop" vuelven a meterse a todo el público en el bolsillo y aquí sí que echamos de menos al bueno de Frusciante y sus coros en falsete, Josh lo hace bien pero es inevitable no acordarse de nuestro John. Chad se está dejando la piel con su aparente facilidad de siempre para golpear los parches mientras Flea se vuelve loco y otro clamor del respetable con "Californication". ¿Qué se puede decir de una canción así? Evocadora, intensa y emocional, simplemente perfecta, en el solo Josh se salta las normas y hace un titubeante y ululante punteo que no se llega a escuchar demasiado hasta que llega la subida de la estrofa final.

"Stadium Arcadium" fue un muy buen disco al que le traicionó la duración, no debería haber sido doble y Kiedis se arranca con un "Hard To Concentrate" que pocos allí conocen (excepto los fans de los Peppers) y que suena a gloria pero es que la gran mayoría necesita descargas como "Parallel Universe"y no les podemos culpa, da gusto escucharla y sentir el bajo de Flea retumbándote en el pecho. Vuelven a "I'm With You" con "The Adventures of Rain Dance Maggie", una de las más pegadizas y celebradas por las cincuenta y cinco mil personas allí reunidas pero es que ese bajo... ¡Ese bajo suena brutal en directo! Es la tercera vez que vemos a los Peppers en directo en esta gira y hemos sido testigos de cómo las canciones de "I'm With You" han ido cogiendo solidez sobre las tablas, el grupo suena robusto y rodado. La guitarra de Josh desgarra con sus bendings y Chad disfruta mientras Flea y Kiedis parecen descoyuntarse.

"Right on Time" acelera el ritmo a los más tranquilos y "Throw Away Your Television" nos recuerda que son los de siempre, adoro esta canción. Flea vuelve a ser protagonista de la noche cuando, de nuevo, su bajo hace que toda la estúpida estructura del escenario del Rock In Rio tiemble con los graves de sus cuerdas en "Factory Of Faith". ¡Qué manera de tocar! Para, acto seguido, descolgarse con una de las mejores intepretaciones que he escuchado de "Under The Bridge" en esta gira, no sé si fue la proximidad al escenario, tener a Josh y Kiedis a escasos metros nuestro pero siempre recordaré cómo sonó una canción que yo, personalmente, ya daba por muerta después de haberla escuchado, por lo menos, un millón de veces.

Chad y Mauro se marcan una pequeña jam a la percusión para volver con un "Suck My Kiss" que quitó el hipo a todos, "Ethiopia" (uno de las grandes de ese "I'm With You") y acabar con la consabida "Give It Away". Se puede decir que Red Hot Chili Peppers no sólo cerraron el festival sino que mataron la funesta edición española del Rock In Rio como sólo ellos podían hacerlo, con ROCK. ¿Volveremos a verles? Sin duda, son cita obligada.

© 2012 Conde Draco