Crítica: David Bowie "The Next Day"

Diez años ha tardado David Bowie en demostrarnos que no estaba totalmente retirado sino apartado de la atención mediática y centrado en su familia. No ha tenido que ser fácil ser David Bowie durante estos últimos años, tras una intervención y algún que otro papel en el cine, y es que me imagino a todos a su alrededor preguntándole por qué no volver y al Gran Duque Blanco, aquel cuya pasión por el trabajo es de sobra conocida, contestando con todo tipo de evasivas y, diez años más tarde, el primer sorprendido soy yo mismo porque nunca pensé que Bowie pudiese volver. ¿Realmente quién le necesita? Tenemos tantos y tantos grandes discos con su firma que podríamos pasar el resto de nuestras vidas sumergidos en su mundo pero somos afortunados y está de vuelta, así que a echarle el diente a su nuevo disco, "The Next Day", que es, fácilmente, su mejor disco en mucho, mucho tiempo. Superior a "Reality" (2003), "Heathen" (2002) y "Hours" (1999), arriesgado e innovador, fresco pero conservando su esencia y esa portada (estéticamente horrible pero cargada de simbolismo, a cargo de Jonathan Barnbrook), sobre la foto original de Masayoshi Sukita utilizada para "Heroes" (1977), como si no hubiese pasado el tiempo entre aquel y éste, como si "The Next Day" hubiese ocurrido al día siguiente pero evitando toda nostalgia y regodeo en el pasado, tachando deliveradamente la palabra "Heroes" de la portada. David Bowie ha vuelto.

El gran público estaba hambriento de Bowie y es verdad que, cuando salió a la luz "Where Are We Now?", me decepcionó bastante como adelanto. ¿De verdad esto es lo mejor que Bowie nos puede ofrecer? Los muñecos de la gira del "Earthling" (1996) con su propia cara y aquella misteriosa mujer que tuvo a todo el ciberespacio en jaque por adivinar su identidad. Al final, "Where Are We Now?" es solo una bonita balada con aires melancólicos y el resto de "The Next Day" no tiene nada que ver con ella y la mujer... ¡no es más que la mujer de Tony Oursler! (el realizador del video) la cual podrá sentirse orgullosa de haber participado en el regreso de uno de sus grandes ídolos gracias a su marido. "The Next Day" suena a clásico y suena genial, publicado con Columbia, grabado en Nueva York y con Tony Visconti a lo mandos e incluso tocando en todos los temas, ¿qué puede salir mal?

A pesar de haber escuchado también "The Stars (Are Out Tonight)" es verdad que uno pincha este "The Next Day" con cierto miedo. Bowie es Bowie pero lleva mucho tiempo sin sacar material nuevo, nada más que reediciones, y por muy Bowie que sea también es cierto que tiene una edad y una carrera tan impresionante que asusta, por otro lado, el incondicional apoyo de sus fans tampoco ayuda ya que, estoy seguro de que Bowie, saque lo que saque ya a estas alturas, será reverenciado y pobre de aquel que ose decir que no le gusta porque las siete plagas caerán sobre él. Comienza a sonar "The Next Day" y,  ¡menuda sorpresa!, porque el tema homónimo es tan vibrante y tiene tanta energía que sorprende. Pero entonces, ¿por qué tanto tiempo, por qué no has vuelto antes? Bowie suena en forma, suena vivo, suena... genial. La guitarra de Leonard es una maravilla y los arreglos dan un aire vitalista impresionante a una canción que te da la bienvenida desde el primer segundo, la letra no tiene desperdicio; "Listen! Listen to the whores, he tells her. He fashions paper sculptures of them. Then drags them to the river‘s bank in the cart. Their soggy paper bodies wash ashore in the dark. And the priest stiff in hate now demanding fun begin. Of his women dressed as men for the pleasure of that priest. Here I am, not quite dying. My body left to rot in a hollow tree. Its branches throwing shadows on the gallows for me. And the next day, and the next, and another day"

Pero es con "Dirty Boys" cuando uno ya no entiende nada sobre el retiro de Bowie, Earl Slick a la guitarra y Steve Elson al saxo, en un tema que suena, gracias al metal, a Tom Waits, a cabaret, a puro Bowie...

Y "The Stars (Are Out Tonight)", fresca, radiante, Bowie en el 2013 suena mejor que Bowie en el 2003, parece haber rejuvenecido y nosotros con él. Conozco a decenas de grupos indies y alternativos de veinteañeros y treinteañeros que se morirían por sonar así. Steve Jobs decía que la mayoría de creadores hacen sus grandes obras en su juventud o madurez para luego morir, creativamente hablando. Pues bien, Bowie rompe en dos esta teoría porque, más cerca de los setenta que de la treintena, ha publicado su mejor álbum los últimos veinte años. Así lo demuestra "Love Is Lost", con un ritmo contagioso y una tensión digna de un gran tema, te arrastra hacia el final sin abandonar ese estado de alerta...

"Where Are We Now?" se integra en este "The Next Day" a las mil maravillas, está en el lugar adecuado, cuarto puesto tras "The Next Day", "Dirty Boys", "The Stars (Are Out Tonight)" y "Love Is Lost". Y es que sí que es verdad que hay cierta matemática en los grandes discos y unas ciertas reglas sobre el posicionamiento de los temas. Si "Where Are We Now?" hubiese estado abriendo el disco o en el segundo lugar, el bajón anímico de una canción tan melancólica y nostálgica habría sido considerable pero Bowie y Visconti son perros viejos y saben cómo hacer un buen disco, por eso sitúan detrás "Valentine’s Day", un medio tiempo, con el que, poco a poco, ir recuperando cierto tono. La canción es setentera y la voz de Bowie suena como en sus mejores tiempos, incluso rejuvenecida, recordando más a sus obras de los setenta que a las de los últimas dos décadas. 

El ritmo de "If You Can See Me" y la magnífica voz de Gail Ann Dorsey la emparentan con "Earthling", aquel disco noventero en el que Bowie mostraba su pasión por la, por entonces, nueva música electrónica, el jungle y el drum n' bass (por cierto, última vez que Bowie pasó por Madrid). "I’d Rather Be High" es otra maravilla, grande, muy grande, con un buen estribillo y unas guitarras magníficas. "Boss Of Me" continúa la línea de "Dirty Boys" creando unas texturas estupendas entre el bajo, la batería, el saxo y su propia voz respaldada por unos coros que tiñen por completo la composición. Sorprendente es la continuación con "Dancing Out In Space" en la que Bowie parece pasárselo bien y disfrutar como "How Does The Grass Grow?" que suena como sus clásicos y no podemos hacer otra cosa que sorprendernos porque a estas alturas del álbum seguimos sin entender cómo es posible que alguien mantenga un nivel tan alto tras tantos años y haya estado planteándose la retirada durante la última década.

La guitarra de "(You Will) Set the World On Fire" de Earl suena arrolladora, suena como deberían sonar todos esos grupos modernetes de ahora que se morirían por tener un riff así en los surcos de sus próximos discos, "You Feel So Lonely You Could Die" baja el ritmo, mientras nos acercamos al final del disco, con un estribillo tan emocionante que cuesta no entusiasmarse por esta nueva aventura musical de Bowie y "Heat" hace la función de "outro", una canción experimental, con guitarras acústicas, overdubs y una línea de bajo sobresaliente.

Visconti le preguntó a Bowie como llevaría este disco al directo y éste le respondió; "muy fácil, no voy a llevarlo". Parece ser que Bowie descarta hacer gira mundial con este álbum pero no en un futuro, no sabemos si lejano o no, con otros ya que lo que sí que parece haber dejado claro es que quiere centrarse en grabar y grabar en el estudio, sin presión alguna. ¿Pero cómo no va a tener presión después de "The Next Day"? Estamos ante uno de los grandes discos de este año...

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