Concierto: Adam Cohen (Madrid) 28.11.2011

SETLIST: Sweet Dominique/ What Other Guy/ Hey Jane (Bird On The Wire)/ Girls These Days/ Like A Man/ What's Going On (Marvin Gaye)/ Beautiful/ Eleanor/ So Long, Marianne/ Overrated/

Ser hijo de alguien famoso abre muchas puertas, sin duda, pero serlo de un auténtico gigante de la talla de Bob Dylan o Leonard Cohen puede abrir tantas como cerrar las orejas de miles y miles de personas que se empeñen en comparar al vástago con el predecesor para justificar sus prejuicios, una verdadera estupidez. Adam Cohen tiene la suerte y la desgracia de ser hijo de Leonard Cohen y digo desgracia porque su padre no es un gigante, es "el gigante", un hombre que hace tiempo que abandonó su condición mortal para convertirse en una leyenda intocable, un icono, un mito y, lo mejor de todo, plenamente merecido. Así, Adam Cohen, tiene que aceptar su posición y lo hace antes de que nadie diga nada. Es hijo de quien es, ¿por qué negarlo o disimularlo?

La sala Sol está medio vacía, unos pocos nostálgicos, algún que otro indie y varios despistados. Entre todos ellos, Adam se está tomando una copa, charlando con unos y con otras, disfrutando de la noche de Madrid mientras sube al escenario Mai Bloomfield que ejercerá de telonera y después le acompañará en su actuación. Una voz bonita y una propuesta totalmente acústica (aunque tocará el chelo en un par de temas) enganchará a un público con ganas de folk delicado, una de las que más me gusto fue "Storming", sorprende el silencio que la gente mantuvo y cómo fueron capaces de escuchar canciones tan delicadas. 

Cuando Adam se sube ya es casi medianoche y la sala esta medio llena, sin estar abarrotada, sonríe y aclara su condición no sin cierto humor y en un buen español con cierto acento mejicano: "Como ya sabrán ustedes, soy hijo de un célebre artista Canadiense, Celine Dion" y la sala estalla en risas mientras Adam ataca un repertorio folkie e intimista. "Sweet Dominique", una de las más bonitas de su nuevo disco "Like A Man" (2011), perfecta para abrir la velada.

Cambia de guitarra y "What Other Guy", que ha servido de single para promocionar su nuevo disco, con Mai Bloomfield ayudando en los coros. Adam Cohen no es un artista que no conecte con su público y lo demostrará durante toda la noche, bromeando con todos, explicando sus canciones siempre en español, riéndose de sí mismo y sus propias limitaciones con el idioma y haciéndonos sentir que la única diferencia entre él y nosotros es que tiene una guitarra en sus manos, tan sólo eso.

"Hey Jane" presentada después de que nos explique, con la belleza de cómo su padre novela el acto de beber a través de una enseñanza japonesa, que la escribió bajo los efectos del alcohol, intensa en el estribillo, como todas las de Adam. Con un acompañamiento sencillo, minimalista, pero suficiente. Al final de ésta una gran sorpresa ya que canta "Bird On The Wire" de su padre. 

Mai Bloomfield coge el bajo (un precioso Fender Precision) e interpretan "Girls These Days" que acaba con el chelo, en el estribillo la voz de Adam brilla de manera especial. "Like A Man", dedicada a una de las chicas del público, que suena igual de íntima que en el disco y nos presenta una de sus canciones favoritas, "What's Going On" de Marvin Gaye, que hay que reconocer que les quedó perfecta, adaptándola a la tónica general del concierto. "Beautiful" y "Eleanor" (dedicada a aquella chica que nunca más le permitió llamarla de una manera más dulce) nos hacían encarar el final del concierto. Para acabar, un clásico de "Celine Dion"; "So Long, Marianne", coreada por todos y a los bises (y entre la calada de un porro prestado por las primeras filas y copas de Tequila servidas por el propio Adam) "Overrated", una de las más bellas de su último disco. Tal fue el estado en el que dejó a la gente que no pudo hacer más que volver e interpretar la última a los poquitos que ya quedaban a esas horas.

Los conciertos en salas pequeñas son doblemente emocionantes porque le permiten a uno ver al artista de cerca pero en el caso de Adam Cohen sería mucho más intenso si cabe ya que al final de la actuación se mezcló entre el público de nuevo, aceptando felicitaciones, invitaciones, críticas y fotos. Nos acercamos a él, amablemente nos firmó el cartel de la gira y le enseñamos su primer disco, "Adam Cohen" (1998) su reacción fue de emoción, nos dio un buen apretón de manos y tocándose el pecho con el puño nos los agradeció de corazón. ¡Pero este disco es muy antiguo! ¿Tienes el nuevo? Nos firmó con timidez la portada, se lo agradecimos y le dijimos lo mucho que nos gustaba aquel disco. Una vez fuera de la sala, seguíamos tarareando "Sweet Dominique". ¿Qué tendrá la música, qué tendrá? 

© 2011 Jim Tonic